Planeando una venganza.(Corregido)

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***

Midoriya se sorprendió cuando su esposo manifestó su deseo de venganza, pues creía que Katsuki se iba a resistir más a la idea de hacerle daño a Eijirou pero estaba bien para él.

"Kacchan ha abierto los ojos."—Pensó muy contento.

—Por supuesto, en cuatro días todo estará publicado y la reputación de Eijirou Kirishima se verá totalmente destruida, lo que afectará gravemente a su familia.

—Entonces se publicará a nivel nacional, ¿verdad?

—De hecho no solamente a nivel nacional, sino también a nivel internacional.

El rubio cenizo sonrió y dijo:

—Perfecto.—Estaré esperándolo. Me voy.

El pecoso no quería que su amado se marchase, por lo que quiso frenarlo.

—¡Espera, Kacchan!

Katsuki frenó en seco y se giró hacia Izuku.

—¿Qué quieres, Izuku?

—Quiero que dejemos algo en claro.

—¿El qué?

—Sabiendo lo que ha hecho tu amante a tus espaldas, ¿has cambiado de opinión sobre el divorcio o todavía quieres seguir adelante con ello?

Los dos se quedaron callados hasta que Katsuki decidió responder.

—Sí, he cambiado de opinión. Ya no deseo divorciarme.

Su contestación llenó de alegría al de cabellos verdes, que no dudó en ir a abrazar al rubio cenizo que había amado durante años.

Ese gesto pilló desprevenido al de ojos rubí, que no supo cómo reaccionar.

—¿Q-Qué haces?

—Te amo, Kacchan. Gracias por elegir quedarte a mi lado, no te vas a arrepentir.

Katsuki se ruborizó mas no dijo nada porque era incapaz de pronunciar palabra.

—N-No hace falta que agradezcas nada.—Dijo apartándolo de él.

—Claro que sí, has decidido quedarte a mi lado voluntariamente.—Dijo sonriendo ampliamente.

—Deja de decir estupideces y sigue con tu trabajo, yo tengo cosas que hacer.—Dijo dándole la espalda a su marido para evitar que éste pudiera darse cuenta de su sonrojo.

—¡Como quieras, Kacchan!—¡Más tarde nos vemos~!

—Sí, como sea.

Katsuki se marchó e Izuku se quedó muy feliz en su despacho.

"¡Mi plan va a funcionar!"—Pensó.

***

El pecoso se puso manos a la obra para empezar por contactar con varios de los periódicos más influyentes del país.

—Primero le escribiré al periódico Blue, luego con el periódico Gossip, con el diario Hearth, Line y New.

Seguidamente, tomó papel, sobres y una pluma para escribir las cartas.

"Estimados dueños del periódico Blue, soy Izuku Midoriya y les escribo para..."

En su cabeza estructuraba cada línea que quería escribir para darse a entender tan bien como pudiera, pues no quería malentendidos.

"Atentamente, Izuku Midoriya."

Firmó la primera carta y pasó a la segunda, la tercera... Hasta que llegó a la última carta.

—¡Terminé!—Exclamó satisfecho.

Introdujo cada papel en su respectivo sobre, escribió la correspondiente dirección en cada sobre y, finalmente, las cerró con sello de cera.

"Se las daré a Iida para que las mande."—Pensó ordenando las cartas.

Se levantó de la silla y, justo cuando estaba por salir; se topó con la criada Uraraka.

—¡Uraraka!—Exclamó sorprendido por la repentina aparición de la mujer.

La joven de cabello castaño dio un paso hacia atrás por lo inesperado del encuentro con uno de los dueños de la mansión.

—¡S-Señor Midoriya! ¡Qué susto me ha dado!

—Perdón, no era mi intención asustarla.

Ochako suspiró y se sintió más relajada.

—¿Me buscaba por algún motivo, Uraraka?

—Ah, sí. Lo buscaba porque la comida está servida.

—De acuerdo, ¿Kacchan también ha sido avisado?

—Sí, otra criada fue a avisarlo.

—Bien, gracias.

La criada se retiró y el pecoso se dirigió al gran comedor, donde se encontraban sus padres y su marido. Al entrar los saludó y tomó asiento junto a Katsuki.

—¿Qué tal, Kacchan? ¿Te sientes bien?—Le preguntó en voz muy baja para que sus padres no los escuchasen.

Su amado dirigió su mirada hacia él y le respondió:

—Sí, estoy bien. ¿Por qué estaría mal por ese imbécil malnacido?

—Porque lo amabas, ¿no es así?

—Sí, lo amaba...—Pero al parecer, él no.—Dijo con tono triste.

Izuku sintió lástima por el rubio cenizo y tomó delicadamente su mano para atraer su atención.

—Kacchan...

Katsuki se avergonzó por la inesperada muestra de cariño de su esposo y se quedó petrificado.

—Kacchan... No estés triste, me tienes a mí. Ese patán no te merece, así que, enamórate de mí pronto para poder ser felices juntos.

El atrevimiento del joven de cabello rizado al decir aquellas palabras, provocó que el de ojos rubí le apartara la mirada.

—No digas esa clase de cosas vergonzosas, idiota.—Y menos delante de tus padres.

Izuku miró discretamente en dirección a sus padres, notando que ninguno de los dos les estaba prestando atención.

—Tranquilo, Kacchan. Ellos no nos están mirando.

El rubio cenizo pudo  corroborar que era cierto y eso lo tranquilizó.

—Ya lo veo, sin embargo, ten cuidado en un futuro con lo que dices cuando ellos estén cerca.

—Está bien, Kacchan. Te haré caso.—Le aseguró dándole un beso en la mano que estaba agarrando.

El pecoso le sonrió una vez más y Katsuki tuvo que controlar sus ganas de besar a su marido.

"Es jodidamente lindo, ¿por qué estuve tan ciego?"

—I-Izuku, suelta mi mano y deja que siga comiendo.

Midoriya se dio cuenta de que no había soltado la mano del rubio cenizo y se apresuró a liberar la mano.

—Lo siento, Kacchan.—Dijo para luego continuar comiendo.

"Tal vez no sea una mala decisión seguir casado con Izuku."—Pensó observándolo mientras disfrutaba de la buena comida.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!







¡Quiero el divorcio! [Dekukatsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora