Tocado y hundido.

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***

A la hora acordada, Izuku y Katsuki se encontraban en la mansión de los Bakugou para tomar un té con los padres del susodicho.

El pecoso saludó a sus suegros con mucha educación, mientras que su marido fue un poco frío con ellos mas ninguno de los presentes le dió importancia y procedieron a reunirse en el jardín para tomar té con algunos dulces.

—He comprobado que últimamente has estado en el ojo del huracán, hijo.—Comentó Mitsuki sujetando su taza de té mirando fijamente a Katsuki.

El susodicho conectó su mirada con la de su madre y respondió:

—Sí, he estado en boca de la opinión pública y así va a ser por un tiempo.

La rubia frunció el ceño y dijo:

—¡¿Cómo dices?!—¡¿Qué has hecho ahora?!

Ella estaba tan alterada que parecía estar a punto de romper la taza, sin embargo trató de contenerse un poco.

—¡Deja de gritarme y escucha lo que tengo que decir, vieja estúpida!

—¡Pues dilo de una buena vez!

Katsuki apretó los dientes y dijo:

—Lo que he hecho ha sido poner a una persona en su sitio y conseguir que tanto su reputación como la de su familia sean destruidas.

Tanto su padre como su madre se sentían cada vez más enfadados pues, según su punto de vista, era su familia la verdadera perjudicada.

—Pues parece que tu maravilloso plan te está saliendo al revés porque nosotros estamos siendo humillados, ¿qué vas a hacer al respecto?—Cuestionó Masaru con una mirada seria y penetrante.

—Acabo de dar una entrevista en la que el primogénito de los Kirishima sale muy mal parado.—Dijo de manera casual dándole un sorbo a su té.

Por unos instantes se quedaron en silencio mirándose entre sí. Luego el de cabello castaño dirigió de nuevo a su retoño y dijo:

—¿Entrevista? ¿De qué hablas?—Sé claro.

—Hoy he ido al periódico Aware y le he concedido una entrevista en la que hablo de mi examante, sacando trapos sucios de él.

Al escucharlo, sus padres pusieron una expresión de disgusto, pues no les agradaba dicho periódico al estar enfocado en la prensa rosa.

—Parece que te empeñas en dejar a esta familia a la altura del betún, eres todo un fracaso.—Dijo Mitsuki.

Izuku había intentado no entrometerse en aquella conversación mas acababa de alcanzar su límite.

—Queridos suegros,  yo pretendía quedarme al margen de esta discusión pero no voy a consentir que insulten a mi esposo, por mucho que sean sus padres.—Así voy a advertir de una cosa: Si vuelven a faltarle el respeto a Kacchan, nos iremos inmediatamente.—Dijo con tono intimidante y mirándolos directamente a los ojos.

Los padres de Katsuki enmudecieron y relajaron un poco el tono.

"Debemos enfocarlo de otra manera, no queremos perder los beneficios que obtenemos de los Midoriya."—Pensó Masaru.

—Me disculpo de parte de mi esposa, ella puede ser impulsiva y perder los modales a veces.—

Su esposa lo miró indignada, sin embargo; no dijo nada para no rebajar su imagen todavía más.

"Yo también me tengo que disculpar, maldición."—Pensó tensando sus manos.

—Y-Yo... Me disculpo, lo siento mucho.—Soy un poco dura a veces con mi hijo pero es porque tengo muchas expectativas puestas en él.

El de cabello verde no sintió sus disculpas como sinceras pero no quiso seguir discutiendo, así que las aceptó y la reunión siguió su curso hasta que decidieron irse.

***

Al día siguiente, el prestigioso periódico Aware publicó la entrevista realizada por Katsuki el día anterior y todo el país supo acerca de la intimidad de Eijirou Kirishima. Se acababa de convertir en el hazmerreír y por dicho motivo, sus padres lo habían llamado para hablar con él en el comedor.

—¡Esta familia es ahora la vergüenza del país!—¡Y es por tu culpa, estúpido!—Le gritó su padre lanzándole el periódico a la cara a su hijo.

Eijirou agarró el periódico y empezó a leerlo.

"¡¿Cómo que la tengo pequeña y que soy eyaculador precoz?! ¡Es mentira!"

—Además, seguro que Midoriya no la tiene tan grande.—Murmuró.

Sus padres no dejaban de mirarlo con disgusto mientras terminaba de leer todo.

"¡Katsuki eres un hijo de puta!"—Pensó rompiendo el periódico con rabia.

—¡Todo es mentira! ¡Él está distorsionando las cosas por despecho!—Gritó el pelirrojo tratando de justificarse.

Su padre golpeó la mesa del comedor y le chilló:

—¡Pues ve a hablar con él para hacerle entrar en razón!

—¡Ya voy!—¡Solucionaré esto!—Respondió saliendo del comedor para salirse de la mansión y pedirle a uno de los jinetes que lo llevasen en el carruaje a la mansión de los Midoriya, ya que no quería ir caminando para evitar que se rieran de él por la calle.

"No te vas a seguir riendo de mí, Katsuki. Te vas a enterar."

Durante el trayecto estuvo ansioso y, nada más llegar a su destino; se bajó rápidamente para dirigirse a toda prisa hacia la entrada de la mansión.

—¡Abran la puerta! ¡Necesito hablar con Katsuki Midoriya!—Gritó golpeando la puerta con desespero.

Varios mayordomos se apresuraron para abrirle la puerta y preguntarle el motivo de su visita.

—¡¿Qué más da?!—¡Es urgente! ¡Quiero hablar con Katsuki Midoriya inmediatamente!

—De acuerdo, avisaremos al Señor Katsuki.—Espere aquí.

Los mayordomos cerraron la puerta y uno de ellos fue a avisar al rubio cenizo de la llegada del primogénito de los Kirishima.

—Deja entrar a ese idiota, tengo ganas de reírme de él.—Tráelo a este despacho, le espero aquí.

—Como ordene.—Contestó el mayordomo haciendo una reverencia para luego volver a por el joven de dientes afilados.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!



¡Quiero el divorcio! [Dekukatsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora