Situación inesperada.

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***

El joven matrimonio caminaba por el sendero en silencio y eso no era del agrado de Izuku, pues su intención era interaccionar más con su esposo.

-Kacchan, ¿te gustaría viajar conmigo las próximas vacaciones?

-Sí, está bien.-¿Adónde iremos?

-Realmente no lo tengo decidido porque antes quería preguntarte, ¿alguna sugerencia?

-Mmm... Me gustaría viajar a Grecia pero no sé si tú tenías pensado ir al extranjero o dentro del país.

-A Grecia... Bueno, sí. Podríamos ir allí.

-¿De verdad?

-Sí, creo que estaría bien conocer un país con una cultura diferente a la nuestra.

-Pero ten en cuenta que sólo seríamos tú y yo, Kacchan. Nadie más.

-Lo sé pero tenemos que guardar las apariencias durante un tiempo hasta que nos divorciemos.

El pecoso se giró hacia su marido y le respondió:

-Sigue soñando, Kacchan.-Eso no sucederá y pronto comprenderás por qué lo digo.

Al rubio cenizo le sorprendió aquella enigmática frase y tuvo la corazonada de que Izuku tramaba algo.

-¿Qué tienes entre manos, Izuku?

-Pronto lo sabrás.

Katsuki se quedó parado durante unos instantes, demasiado anonadado como para mover un músculo de su cuerpo.

"¿A qué se estará refiriendo? ¿Acaso le va a hacer algo a Eijirou?"

-¿Kacchan? ¿Qué haces ahí parado?

-Izuku... ¿Por qué no eres claro con lo que hablas?-Ten el valor de decirlo.

El mencionado miró directamente a los ojos de su amado y le contestó:

-De momento no puedo, Kacchan. Sin embargo, para que te quedes más tranquilo, te diré algo: No dañaré a nadie que sea importante para ti. Tan sólo quiero exponer una verdad.

Katsuki se quedó un poco más tranquilo al saber que no dañaría a Eijirou mas, por otra parte; le inquietaba esa "verdad" que el pecoso pretendía exponer.

"No sé a qué se refiere pero lo mantendré muy vigilado."-Pensó volviendo a caminar de nuevo.

***

Continuaron su paseo hasta llegar a un hermoso lago, cerca del cual había un banco.

-Kacchan, ¿quieres que nos sentemos un rato en ese banco?

El susodicho dirigió su mirada hacia el banco y estuvo de acuerdo con sentarse allí.

Cuando se sentaron el uno junto al otro, Izuku pensaba en cómo besar a su marido sin que éste se enfadase.

"Quiero darle un beso pero tal vez se moleste si lo hago."

Estuvo dudoso pero, finalmente se atrevió a darle un beso.

"¿Qué mierda...?"-Pensó Katsuki sorprendido al sentir los labios del pecoso sobre los suyos.

Quería apartarlo mas su cuerpo no reaccionaba.

"No puedo moverme y no es porque esté inmovilizándome ni nada pero mi cuerpo no responde."

Izuku, al ver que su esposo no lo apartaba, quiso introducir su lengua en la cavidad bucal del rubio cenizo.

"Estoy teniendo suerte."

Comenzó a lamer los labios de Katsuki para pedir permiso para entrar, este gesto hizo que el susodicho abriera la boca para quejarse pero no pudo porque la lengua del pecoso fue más rápida que la suya.

"¡Maldita sea! ¡No quiero, ni puedo apartarlo!"

Estaba confundido, así que le siguió el beso.

"¡Kacchan está siguiendo mi beso! ¡No lo puedo creer!"-Pensó emocionado.

Cuando se separaron, el de cabellos verdes preguntó:

-Kacchan... ¿Por qué has correspondido mi beso?

El rubio cenizo se quedó callado, pues realmente no sabía qué responderle.

-¿Kacchan?

En un momento de impulsividad, Katsuki apartó a su marido y le contestó:

-¡N-No lo sé! ¡Fue instintivo!

Su rostro estaba totalmente ruborizado y eso hizo feliz a Izuku, mas no lo demostró; sino que optó por disimularlo.

-Está bien, Kacchan. No pasa nada si no puedes decírmelo.-Sigamos con el paseo.

-Sí...

Continuaron caminando durante prácticamente una hora y luego decidieron volver a la mansión Midoriya.

***

Al día siguiente, Iida le llevó a su despacho a un detective que, a su juicio, era el más indicado para el trabajo.

-Buenos días, Señor Midoriya. Le traigo a Hitoshi Shinsou, el mejor detective del país.

El de cabellos rizados miró al muchacho en cuestión y le dijo:

-Buenos días, Shinsou. Encantado de conocerte, toma asiento.

-Gracias, Señor Midoriya. Estoy igualmente encantado de conocerle.-Dijo sentándose en la silla que se encontraba frente a Izuku.

El pecoso analizó en su mente al detective y se le ocurrieron varias preguntas que hacerle.

-¿Cuánta experiencia tienes, Shinsou?

-Tengo cinco años de experiencia, he resuelto casos de corrupción y algunos casos de asesinato. También he investigado a gente con mucho poder.

-Vaya, tienes un buen historial...-Pero creo que vales para este trabajo.

-¿En serio? ¿En qué consiste el trabajo?

-Deberás investigar a Eijirou Kirishima, quiero saber todo sobre él. Reúne tantas pruebas como puedas.-Te pagaré 80000 yenes.

-De acuerdo. ¿Qué plazo tengo para reunir todas las pruebas?

-10 días, ¿podrás hacerlo?

-Por supuesto.

Izuku sonrió y dijo:

-Bien. Trato hecho entonces, ¿verdad?

-Trato hecho, tendrá todo en diez días.

Estrecharon sus manos y luego Hitoshi firmó dos contratos, uno que contenía las condiciones del trabajo y otro de confidencialidad.

-Hasta dentro de diez días, Señor Midoriya.-Le contactaré por carta si surgiera algún inconveniente.

-Está bien. Adiós Shinsou.

-Adiós, Señor Midoriya.

El detective salió del despacho, dejando solos a Izuku y a Tenya.

-Bien hecho, Iida. Has escogido bien al detective.-Si él hace una buena labor, te subiré el sueldo.

-¡Muchas gracias, Señor Midoriya!-Dijo haciendo una reverencia como muestra de agradecimiento y se fue para continuar con sus labores de la casa.

El de cabellos verdes permaneció en su despacho atendiendo a sus labores con una sonrisa de esperanza y felicidad ante la expectativa de poder al fin librarse del amante de su esposo.

"Si todo sale bien, tendré a Kacchan para mí solo y nadie podrá separarnos."

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!


¡Quiero el divorcio! [Dekukatsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora