💔𝗖𝗮𝗽í𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭𝟮💔

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Las semanas transcurrieron de forma normal ―en lo que cabía ―, para Milán

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Las semanas transcurrieron de forma normal ―en lo que cabía ―, para Milán. Habían empezado a planear la gira que ella había decidido atrasar cuando Bill apareció, por otro lado, su esposo seguía sin salir de casa tal y como al inicio, solo salían ir a casa de Daniel.

―Sabes, he estado pensando ―escuchó a Bill hablar a sus espaldas, ella lo miró por sobre su hombro dejando de lavar los cubiertos por un instante ―, después de la gira y demás, quizás podríamos intentar tener un bebé. Solo si quieres.

¿Una familia?

Bill, ella y un pequeño ser producto de ambos... la idea le atemorizo al inicio, aunque no lo suficiente para negarse.

La imagen de un bebé con regordetas piernas y redondos azules la hizo sonreír e incluso podría jurar que en su mente escuchó su hermosa risa.

No era tan mala idea.

― ¿Cariño?

―No es tan mala idea ―murmuró volviendo su rostro al frente.

― ¿En serio? ―conocía a Bill tan bien que podría apostar un millón de dólares a que estaba sonriendo en ese instante.

―Sí, Denbrough ―rio al escucharlo quejarse―, no me hagas cambiar de parecer.

El regordete Draco maulló entrando a la cocina.

―Además ya tenemos un hijo, atiende al naranjoso chillón ―añadió.

Bill rio, su bastón hizo eco en el piso junto a los pequeños pasitos del gato detrás de él. A veces juraba que ese pequeño ser peludo era un niño, lloraba por todo y en las noches se escabullía en su habitación para dormir entre ambos.

―Sabes hay algo que se me hace extraño.

― ¿Qué?

―Audra, no ha vuelto.

Milán rodó los ojos.

―No invoques al diablo, Bill.

Era cierto, Audra tenía semanas sin volver para su alivio, tal vez ya se había dado por vencida con Bill o bien estaba planeando algo. Daba igual, si volvía a aparecer la mandaría de regreso a casa sin sus extensiones por haber querido destruir su matrimonio.

En esas semanas Bill había hablado con muchos de sus colegas y personal de la editorial con la que mantenía su contrato, todos confirmaron lo mismo; él siempre mantuvo un trato normal con la mujer.

Ni una mirada, una sonrisa o un coqueteo. Nada.

Estaba de más decir que Bill pidió le asignaran otro agente a la editorial si deseaban que él siguiera publicando con ellos. No hubo oposición.

Daniel casi se va de patas al enterarse, y bueno, su relación estaba de nuevo restaurada.

―Creo que la notificación del cambio de agente fue suficiente para rendirse ―tarareo Bill acercándose a ella―. Era eso o que le patearás el trasero, cielo.

ɪɴᴇꜰᴀʙʟᴇ | ᴮⁱˡˡ ᴰᵉⁿᵇʳᵒᵘᵍʰ ²✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora