Para Ben ese mes transcurrido había sido como estar en el cielo, su vida había vuelto a sentirse completa. Se sentía feliz.
Su trabajo empezaba a dar frutos y tenía al amor de su adolescencia con él.
Por sus trabajos no podían verse tan seguido como él deseaba, pero aún así intentaban mantener la comunicación, él apreciaba el esfuerzo que hacía Bev para estar con él y contestar sus llamadas; ella tenía mucho trabajó en ese momento.
―¿En qué piensas, Romeo? ―preguntó en broma Helen.
―En lo bien que nos está yendo ―murmuró sin apartar la vista del plano que tenía en el escritorio.
―¿Solamente?
Ben no pudo evitar reír, elevó su mirada para ver a la rubia; ella lo miraba curiosa, esperando una respuesta.
―Sabes que no.
―Cierto ―Helen hizo un extraño sonido con su boca antes de reír―. Cupido ha tocado a tu puerta.
―Tal vez toque pronto a la tuya.
―No, pero gracias ―la escuchó alejarse―. Mi vida está muy bien así ―gritó conformé cerraba la puerta.
Negó, divertido, aún no entendía como Helen seguía soltera; era bastante inteligente además de bonita, también divertida, cualquier hombre sería feliz a su lado.
Un par de horas después por fin se permitió alejarse del plano, miró su creación con el corazón hinchándose de orgullo. Amaba su trabajo. La emoción por mostrarlo lo dejo por unos minutos congelado, si lo aceptaban sería un contrato demasiado importante, esperaba fuera suficiente.
―¡No lo vas a creer! ―exclamó Helen entrando por la puerta, feliz.
―¿Te ganaste la lotería?
Helen hizo un puchero.
―Ojalá ―susurró con pesar para luego volver a su estado de felicidad―. Nos invitaron los del proyecto de tu enamorada a una reunión con sus amigos. Están ansiosos por mostrarle a sus amigos los creadores de tan geniales estructuras, sus palabras no las mías ―le guiño un ojo.
―No creo pueda asistir ―habló con pesar.
―¿Por qué? Será algo bastante beneficioso para nosotros.
―Pensaba descansar ―busco excusarse.
La verdad es que no le apetecía salir, prefería quedarse en casa hablando ―aunque fueran diez minutos― con Bev. No le veía sentido asistir a un evento sin su hermosa pelirroja.
―No me dejes sola en esto, Ben ―su boca se torció borrando su sonrisa.
―Helen...
―Ben ―interrumpió―. Solo serán un par de horas ya luego podrás ir al apartamento que aún ni has de haber amueblado ―bufó divertida.
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ɪɴᴇꜰᴀʙʟᴇ | ᴮⁱˡˡ ᴰᵉⁿᵇʳᵒᵘᵍʰ ²✔
Fiksi Penggemar"𝗗𝗶𝗰𝗲𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗵𝗮𝘆 𝗻𝗮𝗱𝗮 𝗽𝗲𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝘂𝗻 𝗰𝗼𝗿𝗮𝘇ó𝗻 𝗿𝗼𝘁𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗲𝘀𝗼 𝗺𝗲𝗻𝘁𝗶𝗿𝗮, 𝘀í 𝗹𝗼 𝗵𝗮𝘆 𝘆 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗮𝗹𝗺𝗮 𝗿𝗼𝘁𝗮." Milán ya no creía en los felices para siempre, mucho menos en los amores verdaderos...