La ceremonia de Eddie y Richie llegó más rápido que lo que Beverly hubiera deseado, con cada paso que daba por el inmenso jardín rodeado de decoración negra y dorada sentía las náuseas empezar a abrumarle de forma feroz. A su lado caminaba Tom mirando todo con desprecio.
―Te acompaño porque son tus amigos, pero sabes lo que opinó de esto ―murmuró a su lado observando con el ceño fruncido a su alrededor.
Beverly deseo decirle que se podía largar en ese preciso instante, no obstante, se contuvo y asintió en silencio.
Miró a su alrededor en busca de una excusa perfecta para poder huir por lo menos cinco minutos de su esposo, la sangre abandonó su cuerpo al ver a Ben llegar de la mano de Helen, sintió sus ojos arder, ella lucía tan bonita en aquel vestido de satín azul a juego con el traje de Ben. Él sonrió a su acompañante y desde su lugar Beverly pudo ver como los ojos de la chica brillaron.
Se sintió traicionada aun cuando el puñal lo había clavado ella.
Ben pareció notar su mirada, al verla su sonrisa desapareció y Beverly pudo jurar que hizo una mueca, no lo culpaba, Helen por otro lado le sonrió con amabilidad. Desvió la mirada al frente con la cabeza dándole vueltas.
―Tom ―llamó al hombre a su lado.
―Dime.
―Iré al baño antes de que empiece la ceremonia.
Tom bufó con molestia.
―Está bien, no tardes que este circo puede empezar en cualquier momento.
De nuevo no dijo nada, levantándose de prisa se alejó hasta la entrada del lugar. Se desvió en un pasillo y para su buena o mala suerte lo vio.
Se observaron en silencio unos segundos que para ella fueron eternos, con los nervios a flor de piel se llenó del valor necesario para querer hablar.
―Ben ―pronunció acercándose, él se alejó.
No iba a perder la oportunidad de querer explicar las cosas. De querer pedirle perdón.
Lo siguió por el inmenso pasillo que para su suerte estaba vacío, él entró en una habitación, ella se detuvo dudando en entrar.
Inhalo aire con fuerza llenando sus pulmones, llenándose de fuerza y seguridad, entonces, entró.
―Ben ―susurró con voz cansada recostando su cuerpo a la puerta, él estaba de espaldas.
― ¿Qué necesitas, Beverly? ―el corazón de Ben latió con fuerza, no por amor, al contrario, por dolor.
―Hablar contigo ―sus tacones resonaron al acercarse a él.
― ¿Hablar? ―la risa de Ben inundó la habitación haciéndola detenerse―. Tú y yo no tenemos nada de qué hablar.
Ben no deseaba escuchar cualquier cosa que pudiera salir de los labios de Beverly, no quería nada. Verla tomada aquella noche de la mano del que era su esposo, el sentirse como una mierda queriendo ser él que ocupaba ese lugar fue su punto de quiebre. Luego de la primera vez que ella rompió su corazón al desaparecer de su vida sin ninguna explicación no pensó que podría existir una segunda vez.
ESTÁS LEYENDO
ɪɴᴇꜰᴀʙʟᴇ | ᴮⁱˡˡ ᴰᵉⁿᵇʳᵒᵘᵍʰ ²✔
Fanfic"𝗗𝗶𝗰𝗲𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗵𝗮𝘆 𝗻𝗮𝗱𝗮 𝗽𝗲𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝘂𝗻 𝗰𝗼𝗿𝗮𝘇ó𝗻 𝗿𝗼𝘁𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗲𝘀𝗼 𝗺𝗲𝗻𝘁𝗶𝗿𝗮, 𝘀í 𝗹𝗼 𝗵𝗮𝘆 𝘆 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗮𝗹𝗺𝗮 𝗿𝗼𝘁𝗮." Milán ya no creía en los felices para siempre, mucho menos en los amores verdaderos...