Beverly abrió de golpe la puerta, se quedó de piedra al mirar a Tom allí delante de ella de pie frente a la puerta con la maleta que ella tenía preparada para escapar junto a su hijo.
―Tom...
―Hola, querida.
― ¿Qué... qué haces aquí?, ¿Dónde está Cassian?
―Un pajarito me contó que vio tus maletas cerca de la puerta así que vine a ver que estaba sucediendo, ¿puedes explicarme?
Ocultando el pánico que crecía en su interior cada vez más, se acercó a él.
―Yo... quería darte una sorpresa.
― ¿Segura? ―estiró su mano para sostener el mentón de su esposa con fuerza ―. Sé lo que intentabas hacer, ¿crees que soy estúpido? ¡¿Dime?!
―No, no, yo...
―Escúchame bien, Beverly ―su tono de voz la hizo temblar ―. En tu puta vida vuelves a querer marcharte más aún con la idea de llevar a mi hijo contigo, hazlo una vez más y te asesinare, no me importa dejar a Cassian sin su madre. Eres reemplazable, una esposa trofeo es demasiado fácil de conseguir. ¿Entendiste?
―Sí... sí ―sollozó cerrando los ojos con fuerza.
Jamás iba a poder ser libre.
― ¿Mami? ―la voz a sus espaldas los hizo separarse de golpe―. ¿Qué tienes?
Bev secó sus lágrimas y se agachó para abrazar a su hijo con una sonrisa fingida en los labios. Tom tosió a sus espaldas atrayendo la atención de ambos.
―Papá, ¿qué le pasa a mamá? ―sin querer alejarse de su madre el pequeño de ocho años preguntó.
―Está emocionada.
― ¿Por qué?
―Por el viaje sorpresa que haremos, es por ello que las maletas están aquí.
Poco convencido, Cassian miró a su madre.
― ¿Es cierto, mami?
Sintiendo la fuerte mirada de su horrible esposo sobre ella, asintió.
―Sí, cariño ―sonrió―, tu padre me ha tomado por sorpresa y me he emocionado.
Con la inocencia que Bev deseaba seguir conservando en él, los ojos de su pequeño se iluminaron por la emoción.
― ¿A dónde iremos? ―emocionado observó a ambos padres, Bev tragó saliva sin saber qué decir.
―Iremos a Canadá, quiero llevarte a conocer algunos lugares de ahí.
Beverly mentiría si dijera que no se tensó cuando vio cómo aquel hombre ―si es que se le podía decir así ―, extendía la mano hacía su pequeño que ajeno al monstruo que tenía enfrente la tomaba sin rechistar.
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ɪɴᴇꜰᴀʙʟᴇ | ᴮⁱˡˡ ᴰᵉⁿᵇʳᵒᵘᵍʰ ²✔
Fanfic"𝗗𝗶𝗰𝗲𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗼 𝗵𝗮𝘆 𝗻𝗮𝗱𝗮 𝗽𝗲𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲 𝘂𝗻 𝗰𝗼𝗿𝗮𝘇ó𝗻 𝗿𝗼𝘁𝗼, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗲𝘀𝗼 𝗺𝗲𝗻𝘁𝗶𝗿𝗮, 𝘀í 𝗹𝗼 𝗵𝗮𝘆 𝘆 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗮𝗹𝗺𝗮 𝗿𝗼𝘁𝗮." Milán ya no creía en los felices para siempre, mucho menos en los amores verdaderos...