Mi locura es Hades

CAPITULO 30

GENESIS

El cielo está nublado, no hay ni un solo rastro de estrellas en él, es como si estuviera viendo de mi alma a lo lejos, solo oscuridad en ella. Me asombro de lo bien que he logrado mantener este papel, soy como una actriz, que cada día interpreta un papel nuevo, y esconde dentro de si, lo que realmente es.

Aunque no puedo negar que a veces es bastante agotador. 

Quiero mostrarme como realmente soy. 

Lo he ocultado por tanto tiempo, que a veces se me olvida lo que realmente habita dentro de mi. 

Mi padre siempre me decía, que era mejor así, no exponer lo que era, ya que muchas personas querrían acabar conmigo, cuando se tiene un puesto como el mío, la envidia abunda, muchas personas querrán lo que tienes, y te volverás en una amenaza para ellos.

A las amenazas siempre hay que eliminarlas. 

Eso lo entendí mucho tiempo después, cuando lo vi morir, y vi a toda esa manada de carroñeros pelear por lo que él había dejado, vi guerras enteras, masacres y traiciones, solo por llegar al puesto en el que ahora me encuentro.

Después de estar tanto tiempo en la sombra, decidí mostrar mi cara, pero no como realmente era, si no, creando un nuevo personaje, uno que no fuera discriminado solo por hecho de que soy mujer, aunque sabia que, si se enteraban como logré apoderarme de lo que me pertenecía, me temerían, pero el miedo no significa lealtad, y en este mundo, debes tener ambas.

"Genesis, nadie puede saber quien realmente eres"

"Siempre debes esconderte" 

"No permitas que se revele la verdad"

"Muchos querrán lo que tienes y harán lo que sea por arribártelo" 

"Aquel que se enteré de lo que realmente escondes, debe morir" 

"Los que suelten secretos, serán silenciados"

Sabias palabras padre. 

-¿Por que tan sola? – Mi cuerpo se yergue al escuchar esa maldita voz.

-Necesitaba pensar.

Limpio mis manos en mis vaqueros, tratando de disipar el olor a cigarrillo que desprende de ellas, no soy una fumadora en potencia, solo lo hago cuando me siento estresada o ansiosa, y si que me siento ansiosa en estos momentos. Tengo en mente un plan, para poder volver a sentir las manos y los labios que tanto me enloquecen.

Lo siento sentarse a mi lado, no lo miro, si lo hago, temo que vea mas allá de mi y eso no puedo permitirlo.

Sé que me va odiar cuando se entere quien soy en realidad, pero para ese momento, ya no podrá vivir sin mi. 

-¿En que necesitabas pensar?

-En nada que te importe.

-¿Por que eres tan arisca conmigo?

-¿Por que me persigues siempre?

Entre Hades y yo siempre ha habido este juego, y debo decir que es lo que mas me excita, él cree que yo me alejo porque temo lo que pueda pasar entre los dos, lo que no sabe, es que no es su juego el que estamos jugando, si no, que desde el día uno, él ha entrado en el mío.

--Estoy deseando follarte hasta dejarte sin aliento, Strega – Me dice cuando toma mi barbilla entre sus dedos y me gira bruscamente para que lo vea a los ojos.

-Sigue soñando – Le contesto.

Me atraganto cuando siento que su posa su mano libre en uno de mis muslo y la va subiendo lentamente.