GENESIS
Llevo un buen tiempo sola, no sé dónde diablos se ha metido Andrew, le he enviado mensajes que no contesta y estoy harta de estar sola en la pista.
Miro por encima de mi hombro, mi cabello revolotea por todo mi rostro, esperando a ver el imbécil de nuevo, pero para mi suerte, no lo encuentro por ningún lado, al parecer mandarlo a la mierda sirvió mucho. En cambio, veo a un chico de cabello negro y ojos grises mirarme fijamente, sus cejas están fruncidas, sus labios están en una delgada línea y tiene un vaso de whisky, está de pie, tiene un vaquero negro con rotos en las rodillas, una camisa negro plomo remangadas hasta los codos, el cabello lo tiene como siempre, desordenado de tanto que se lo peina con las manos.
Suelto una risa, veo como sus ojos se entrecierran, es curioso encontrarlo aquí, y es un poco aterrador ¿Me ha seguido? Debe ser una locura, porque lleva toda la puta semana ignorándome, y recuerdo que solo le dije a Vic que tendría esta cita.
Miro fijamente el vaso que tengo en la mano, antes de beberlo, un poco de líquido se escapa de mi boca y una gota recorre mi pecho, la frialdad del líquido hace que mi cuerpo se estremezca, comienza hacer calor y mi centro comienza a encenderse como una hoguera. No lo quito la mirada, se la sostengo todo el tiempo, él sigue con sus ojos todo lo que hago, se relame los labios y yo sigo provocándolo.
Las luces comienzan a parpadear, lo que hace que se me dificulte ver, cierro y abro los ojos tratando de enfocarme, dejo caer mis manos, y comienzo a pasarlas por todo mi cuerpo, las muevo al ritmo de la música, mis caderas ondean, suben y bajan, muevo la cabeza de un lado a otro, dejo que mi cuerpo se deje llevar, no quiero pensar en nada. Mi yo del futuro tendrá que ocuparse de lo que pase esta noche.
Siento que alguien se acerca por detrás – Sonrío – Su aroma golpea mis fosas nasales, una tela de jeans áspera presiona contra la parte posterior de mis muslos. Un par de manos se posan en mi cintura, y comienzan a bajar lentamente hasta mis caderas. Me acerco un poco más, mi culo queda presionado contra su enorme erección, apoyo mi cabeza en su pecho, sigo con los ojos cerrados.
Una de sus manos se extiende por mi vientre y la otra sube hasta mis pechos, hasta llegar a mi cuello, lo envuelve y gimo, esta tan duro, su respiración no es nada calmada y puedo sentir como late su corazón. Tomo la mano que tiene en mi vientre y la comienzo a deslizar hasta mi coño, hago que presione un poco y vuelvo a subirla.
Sus labios chocan con mi cuello y les da un suave mordisco, poco a poco, comienzan a subir hasta el lóbulo de mi oreja y lo mordisquean.
-¡Joder! – Suelto.
Siento como mi pulso comienza acelerarse, mi cabeza empieza a dar vueltas, ya he debido demasiado, más de lo normal, el sudor cubre mi cuerpo. La mano que tiene en mi cuello aprieta un poco, quitándome el aire por unos segundos, y ya tengo mi ropa interior húmeda, soy un rio, y es que este chico tiene esa habilidad, con tan solo un rose de su cuerpo logra encenderme como un arbolito.
Mis labios se separan, soy incapaz de respirar, levanta un poco su mano, la desliza por mi cuello y llega a mi barbilla, su otra mano se sumerge cada vez más por debajo de mi vestido.
-¿Qué estabas haciendo, strega? – Sisea - ¿Dejaste que ese muerto de hambre te tocara?
-Si – Jadeo.
-¿Sabes que eso te mete en tantos problemas? – Gruñe en mi oído.
-¿Quién lo dice?
-Yo – Gruñe – Estas en problemas maldita strega.
-¿Vas a castigarme? – Jadeo.
-Como no tienes idea – Gruñe, haciendo que mi cuerpo se estremezca.
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Mi locura es Hades
RomanceDetrás de la sonrisa amable y la mirada compasiva de Genesis Dalmat se esconde un secreto que podría destruir todo lo que ha construido. Tras una ruptura amorosa que la dejó marcada, decide rehacer su vida. Sin embargo, su pasado la persigue y sus d...