CAPITULO 31

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GENESIS

Según la psicología, hay una rama que se llama piscología oscura, es una rama que estudia el comportamiento de algunos individuos cuya personalidad se define, de hecho, como "Personalidad oscura". Son personas que, a primera vista, pueden parecer "normales" o "saludables", pero no lo son en absoluto. Son sujetos muy peligrosos, sin empatía, compasión y sentimientos, que suelen utilizar la manipulación de los demás para conseguir sus objetivos.

Muchos de ellos saben hacer bien su papel de inocentes, pero son otra muy distinta; no les importa causar sufrimiento a los demás, ya que saben dirigir su atención solo a ellos mismos.

Sonrío, esto que acabo de leer me llama mucho la atención.

Tengo en mis manos un libro llamado piscología oscura, de la escritora Constanza Calvio. Es una autora que ha hecho un estudio y lo ha compartido al público, para ayudar a las personas a identificar una persona con "Personalidad oscura" y así, les permite no caer en sus garras, básicamente.

Pero es irónico, aun con todo este material de estudio, las personas siguen cayendo en las garras de los lobos disfrazados de ovejas.

Siguen cayendo en mis garras.

Paso la página y me dirijo a las diferentes fichas que representan las emociones que normalmente tiene el ser humano. Por años mi padre me hizo estudiarlas, ya que, por mi condición, carezco de ellas.

Al principio me costó mucho, poder ponerme la máscara delante de la gente, cada mascara tenía que ir dirigida a un espectáculo diferente, una interpretación que tenía que salirme a la perfección, si no lo interpretaba bien seria fuertemente castigada.

Después de un tiempo y muchos castigos, me convertí en la mejor actriz, podía interpretar el papel que quisiera a la perfección, cada mascara que me ponía, era mucho mejor que la otra, me había convertido una maestra de la manipulación y podía ser la víctima o el verdugo tanto como se me diera la jodida gana.

Joder, es que soy magnifica.

Porque aun con a mis 32 años nadie se ha dado cuenta, que, en vez de ser la pobre ovejita destrozada por la vida, dejada por el marido, a cargo de su hijo. Soy la dueña de un imperio, soy la líder de una de las organizaciones más grande del mundo, la jefa más sanguinaria y uno de los masacradores más crueles que ha habido en la historia de la pirámide.

Todo lo tenía bajo control.

Todo, hasta que llegó él.

Mi maldita obsesión.

-Todavía sigues estudiando esas fichas – La voz de mi madre suena por todo el estudio.

La veo entrar, tan reluciente como siempre, bien peinada, un maquillaje suave. Los años ya hacen presencia, pero los ha sabido llevar, se sabe cuidar.

Tiene algunas canas, que adornan su hermosa cabellera, y algunas líneas de expresión, pero sigue siendo hermosa.

-Siempre hay que ser perfecto – Contesto.

La veo tomar asiento en la silla que hay delante de mi escritorio. Hace uno días que ya le dieron de alta a Mattia y no me he querido mover de la casa, aunque sé que el maldito gato preferiría que estuviera lejos, la mamá sigo siendo yo y aunque él crea que es el que tiene el control, la que maneja todo, aunque sea desde las sombras soy yo.

Con el tiempo he sabido desarrollar a la perfección ese detalle.

-¿Cuándo se lo vas a decir?

Mi madre odia los silencios, no se puede estar callada, algo en lo que no nos parecemos.

Mi locura es HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora