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8. Ex

Rai dejó escapar un bostezo por lo aburrido que estaba. Lo único bueno era estar acostado en la silla de verano y bajo la sombrilla, era una buena bebida fría. Pero por lo demas...

Esa gente no sabía divertirse e incluso verlos eran taaan aburrido.

—Rai, ¿no te apetece ir a la piscina?— Loren se acercó, al verlo solitario.

—No. Me siento como si estuviera en un asilo —Dijo Rai, mientras veía a Danthe y Nathan jugando a las cartas y a Blake casi durmiendose en una esquina de la piscina.

—Yo no veo nada raro.

—No se parece en nada a las reuniones de amigos que he ido. ¿Siempre son tan aburridos? —Se quejó Rai.

—¿Se te ocurre alguna idea para divertirnos? —Loren le observó curiosa.

—Si. Que esos tres sean hombres de verdad y usen la parrilla, quiero ver una hielera con botellas de cerveza, música a todo volúmen y quizá jugar algo de hombres ¡Diablos!

—¿Y qué juego sugieres?

Rai se llevó un susto, cuando vió a Danthe inclinado cerca suyo y preguntándole.

—Dínos Rai, estoy intrigada.

—Quizá podríamos empezar con un partido de baloncesto o fútbol —Sugirió.

—Qué cosas graciosas dices. —Nathan se rió desde su asiento. —Tengo el brazo algo adolorido, asi que rechazo el baloncesto.

—Y yo no sé jugar al fútbol —Se escusó Danthe.

Rai entornó los ojos. Cada uno de ellos eran hombres peligrosos, pero no sabían patear un simple balón.

—Siempre hay una primera vez. Será divertido —Les animó Loren.

—Hagámoslo interesante entonces —Nathan sugirió su brillante idea. —Apostemos. Seremos los Wolf contra nuestros empleados. Si pierden, les dejamos un mes sin paga.

—Yo iré al equipo contrario y que la apuesta sea algo mas que dejalos sin paga —Blake abandonó la piscina y se unió a ellos.

—Entonces apostemos cien grandes —Sugirió el mayor de los hermanos.

—Dudo que los pagues. Te conocemos —Echó en cara Blake.

La tensión se podía percibir entre Danthe y Blake. Pero Rai se encargó, metiendose en medio y con una mejor idea.

—Yo sugiero que la apuesta sea un deseo, es sencillo y rápido.

Su intervención calmó los ánimos y a Danthe le agradó la sugerencia.

—Me parece genial, que sea un deseo entonces —Aceptó.

En poco, alguien trajo unos paquetes que contenian los uniformes y zapatillas, tomándose en serio la apuesta.

Rai se puso el uniforme con gusto. En la escuela, jugaba mucho e incluso participó en algunos torneos, y por eso, estiró la mano para tomar el cinto de capitán de equipo, pero Wolf se lo impidió.

—Esto me pertenece.

Rai nisiquiera le escuchó, pues se quedó tonto viendo lo bien que le quedaba el uniforme a Blake. Se veía tan diferente y fresco.

—Yo seré el capitán, soy bueno jugando, ademas usted eligió el uniforme de portero —Argumentó Rai.

Y antes de empezar una discusión, Joseph llegó con ellos, este siendo la voz de la razon.

—Señor Wolf, que Rai lo intente y si no funciona, la otra mitad del encuentro la usará usted —Sugirió.

Blake soltó un bufido y se marchó hacia la cancha con los demas.