2. Blake, el jefe

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—Señor Wolf, controle su temperamento. Recuerde que este chico llegó por error. —Joseph casi tuvo que rogar.

Rai cayo al piso, tosiendo y masajeando su cuello que casi se rompe por la fuerza del hombre.

—Tienen 24 horas para traerme al verdadero o tendrán que atenerse a las consecuencias. Largo. —Wolf dió un ultimatum.

Rai estaba mirando desafiante a ese tipo, pero alguien le pegó un paño húmedo en la nariz. Era un aroma extraño que le hizo perder la conciencia.

Despues de un sueño largo y profundo, Rai despertó tras oir unos sollozos lejanos que pronto se hicieron reales. De hecho, el responsable estaba a pocos metros suyo.

—¿Estas vivo? —El joven se limpió las lágrimas, al no saberse solo.

—Claro que estoy vivo, es solo que me durmieron con algo —Rai se presionó la cabeza. —Oye... tú eres el chico de la heladería, te recuerdo.

—Tambien te recuerdo. ¿Qué haces aquí? ¿Eres parte de ellos?

—No, me confundieron. Estos tipos te buscaban a tí, ahora lo veo... ¿Por qué te buscan? —Quiso saber Rai.

—Mi padre tuvo negocios con Wolf, pero ya no quiso tener tratos con él y... esta son las consecuencias —El joven levantó las manos, enseñando las esposas que tenía en las manos.

—Los oí hablar, acerca del hijo del gobernador, supongo que eres tú —El joven afirmó a sus deducciones. —Ellos me confundieron contigo y ahora no puedo salir— Le hizo saber.

—Lo siento.

—No es tu culpa. Solo espero que me liberen pronto.

El joven empezó a reir, tras oirle.

—¿Cuál es la gracia?

—No sabes donde estas ¿cierto?

—En las manos de unos secuestadores tontos ¿No? —Se burló Rai.

—No. Es mucho peor.

Rai se asustó con la insinuación del otro joven.

—¿Peor?

—Estás en poder de una organización de la mafia muy peligrosa —Le reveló en voz baja.

—Oye, no bromees.

—Hablo en serio. Si no tienes alguien influyente para liberarte, estarás perdido. Blake Wolf, el jefe de la organización, es el sujeto mas buscado del país y no dudará en desaparecer a quien sepa su identidad, pues se toma enserio eso de esconder su rostro ante la policía.

Rai estaba pálido. Muy jodido.

Él no era nadie, vivía de lo que le proporcionaba su esposo... ¡¡SU ESPOSO!! Claro. El viejo era dueño de una empresa automotriz en la ciudad, no nadaba en un mar de fortuna, pero era un hombre de muy buenos ingresos.

El joven que estuvo junto a él, no regresó mas, desde que se lo llevaron. De eso han pasado como 6 horas y por lo calmado que está todo, supone que ha sido rescatado por su familia, eso quiere creer.

¡¿Pero por qué diablos no lo liberan a él?!

—¡Oigan! ¡¡Déjenme salir idiotas!! —Gritó, esperando que alguien aparezca.
—¡¡No voy a soportar otro día mas!!.

Pero nadie acudió a buscarlo.

*

Wolf levantó con la punta de sus dedos, la diminuta tanga que estaba en la bolsa, que pertenecía al chico que se mantenía encerrado.

10:45Donde viven las historias. Descúbrelo ahora