13. Celoso

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Blake imaginó a un Rai ridículo, usando un vestido blanco; pero con ese cuerpo y ese bello rostro, logró impresionarlo.

Si bien algunas actitudes de Rai aún le parecían "excentricas", debía admitir que sabía sorprenderle.

Blake avanzó hacia Rai, siendo posesivo al no querer compartirlo con nadie.

—Te ves muy bien —Admitió.

—Lo sé. Es por eso que quería hacerlo.

Ambos se tomaron algunas fotografías, antes de que Blake cumpliera el deseo de Rai, de ser llevado en brazos hasta su dormitorio. Allí los esperaba un ambiente romántico, con velas, champán y pétalos de rosas rojas.

Rai fue depositado suavemente sobre las sábanas y Blake difrutó internarse en las capas de ese vestido, para acariciar y estrujar sus bellas piernas.

El vestido fue dejado de lado poco despues, era su primera noche de esposos, lo que hizo que el encuentro fuera diferente.

Rai tenia un lado de su rostro sobre las sábanas, perdido en el delirio del placer proporcionado por Blake, que golpeaba imparable en su trasero.

—Blake... se siente tan bien, no te detengas. Ahhh.

—No lo haré, aunque supliques.

Wolf le sujetó las manos sobre su cabeza y las aprisionó, viendo con gusto el par de anillos que usaban como símbolo de su unión.

Los gemidos y jadeos desvergonzados solo alimentaban a la bestia que era Blake en esos instantes. Para Rai fue tan placentero ser tomado por completo, sentir su estomago reacomodándose por cada embiste que no le daba tregua. Ademas, el camino de besos de Blake sobre su espalda y nuca, solo acrecentaba su tortura de placer. Las pequeñas mordidas en su piel, solo causaban que los fluidos sobre las sábanas crezcan aún mas.

—Blake... Oye, dame un respiro... ¡no puedo mas! —Rogó Rai al no poder seguir.

—Me gusta que me llames por mi nombre. Se escucha tan bien en tus labios —Blake usó sus dedos para delinear el camino de su espalda hacia ese bonito trasero.

—No estas escuchándo-¡Ahhh!

El embiste fue profundo, causando que Rai se retorciera debajo de Blake, que sujetó su cintura y taladró esa cavidad maltrada que lo tomaba y aprisionaba.

—Te quejas, pero me tomas tan bien —Blake no dejó de mover sus caderas y golpear ese punto, que hacia a su esposito enloquecer de placer.

—Blake, me voy a-¡Ahhh! ¡Siento que voy a explotar!

Rai remontó su orgasmo como nunca. Los fluidos salieron disparados a borbotones, mientras gritaba en su éxtasis y sentía a Blake llenándolo.

Wolf jadeaba sonoro, al finalmente descargar su semen en ese interior que lo aprisionaba y ordeñaba tan bien.

Tal fue ese orgasmo unísono, que ambos quedaron sin energías. Cayeron juntos, aún unidos mientras recuperaban el aliento perdido.

Poco a poco, Rai volvía en si, notando el desastre alrededor. Sus manos limpiabam las esquinas de sus párpados, quitando esas lágrimas de dicha y algunos otros fluidos sobre su rostro. Se sentía tan hecho polvo, que no le quedaba nada para sentirse avergonzado al ver los fluidos de orina sobre las sábanas. Blake emitía un leve risilla ronca tras suyo, a la vez que besaba su hombro.

—Te viste tan hermoso cuando-

—No lo digas. No me diste un descanso para ir al sanitario —Se defendió Rai.

—No me parece repugnante, todo lo contrario.

—Blake... —Rai giró su rostro de lado. —No me gusta mear en el sexo, no me preguntes por qué, tan solo no lo soporto.

10:45Donde viven las historias. Descúbrelo ahora