Say My Name (Yeongyu)

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Yeonjun

Los jueves no suelen ser tan ocupados, pero parece que hoy todo el mundo, incluidas sus madres y sus abuelas, necesitan trabajo mecánico.

Desde el momento en que abrimos la tienda esta mañana, las visitas sin cita previa han ido llegando de manera constante, además de las citas que ya teníamos programadas. El sudor cubre mis cejas y gotea más por mi espalda. Mi camiseta está pegada a mi piel y no puedo esperar a arrancarme este mono cuando termine. Pasándome el dorso de la mano por la frente, probablemente manchándome toda la grasa, y vuelvo a centrar mi atención en el Buick de la señora Kim. Tiene un retraso de aproximadamente dos años para un cambio de aceite y una puesta a punto, pero desde que el Sr. Kim murió hace unos años, ella ha sido un poco olvidadiza con el mantenimiento. Su sobrino lo trajo esta mañana después de notar un olor que salía debajo del capó cuando lo tomó para recoger la compra. Está en su último tramo.

Se oyen pasos en el suelo de cemento, haciéndome saber que alguien está en la tienda conmigo otra vez. Por la forma en que caminan, puedo decir que es mi amigo y compañero de trabajo, Changbin. Eso se confirma cuando me da una palmada en la espalda y me dice: —Oye, cabrón.

—¿Qué pasa, hombre?—Meto el trapo en el bolsillo trasero de mi mono y me limpio las manos.—Pensé que ya te habías ido por el día.

—Dejé mi celular en la oficina.—dice.—Oye, ¿quieres tomar una cerveza antes de regresar a casa?

—Demonios si. Ya casi termino con el auto de la señora Kim.—le digo.

—¿Baekhyun ya se fue?.—Baekhyun, o Baek, es mi tío y el dueño de esta tienda. Changbin y yo trabajamos para él desde antes de graduarnos de la secundaria. He estado arreglando autos desde antes de que pudiera conducir uno, por lo que trabajar para mi tío siempre fue el plan.

Aparte de mi hermana, Baek es el miembro más cercano de la familia. Cuando me echaron de mi casa cuando era adolescente, fui con Baekhyun y viví hasta que cumplí los dieciocho años y pude permitirme mudarme por mi cuenta. Él siempre ha estado ahí para mí, como esta tienda siempre ha estado aquí para mí. Changbin es como una familia para mí. Todo el mundo lo conoce como mi primo, pero en realidad no es de mi sangre.

Vivimos en la misma cuadra durante toda nuestra infancia y hemos sido mejores amigos desde que tengo uso de razón.—Sí, se fue hace aproximadamente media hora cuando yo lo hice originalmente. Tiene una cita.—Changbin dice la palabra "cita" moviendo las cejas, haciéndome reír.

—Ah bien. Bueno, dame unos veinte minutos con esto y terminaré. ¿Quieres volver a mi casa a tomar una cerveza y puedo preparar algo para comer?

—Suena bien, Jun

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—Estoy agarrando otro. ¿Tú también necesitas uno? —Changbin se detiene frente a mi refrigerador, con la mano en el mango mientras me mira.—Seguro. Gracias.—Termino de sazonar los filetes y salgo a mi terraza trasera. La parrilla está encendida y lista para funcionar, así que golpeo la carne justo cuando Changbin sale, dejando mi cerveza a mi lado. Apoya su cadera contra la barandilla.—Nunca me dijiste qué terminó pasando con esa cita de Grindr de hace unas semanas.—Poniendo los ojos en blanco, gimo, el sonido se transforma en una risa mientras agarro la botella y tomo un par de tragos.—Fue un jodido espectáculo de mierda, hombre.—Changbin arquea una ceja y pregunta: —¿Cómo es eso?

Changbin acaba de regresar a la ciudad después de visitar a sus padres a principios de esta semana. Extrañaba el desastre que era mi vida amorosa.—El tipo tiene novio.—Sus ojos se abren como platos y agrego: —Sí, de la variedad que vive en casa.