Say My Name (Yeongyu)

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Yeonjun

Él es una masa debajo de mí. Su cuerpo está ansioso de liberación. Justo como lo quiero.

Terrible Lie de Nine Inch Nails llena el aire, acompañada por los suspiros sin aliento de Beomgyu. Verlo retorcerse con mis manos recorriendo su cuerpo es casi demasiado, pero no dejo que se note. He pensado en tenerlo así desde el mismo momento en que lo vi. Es incluso más impresionante de lo que imaginaba. Su cuerpo es hermoso; un lienzo pálido y en blanco con extremidades largas y piel suave. Dios, se vería tan jodidamente bien marcado por mí. Algo que planeo hacer. Dejar moretones, cortarlo y mirarlo sangrar, hacer que suplique clemencia.

—¿Te gusta esto, cariño?—Ronroneo, acercando mis manos poco a poco a su polla roja y palpitante.

—Mira cómo tiemblas por mí—Inclinándome, mis labios se ciernen sobre los suyos—Como una puta patética y necesitada—escupo, moviendo mi lengua dentro de su boca antes de sentarme.

Enseñando los dientes, sacude los brazos, probando las correas—Jódete—dice, estoy seguro de que quiere parecer enojado y volátil, pero entre su pecho agitado y sus ojos negros como boca de lobo, lo veo a través del acto—¿Quieres que te toque la polla?

Mis dedos recorren su línea púbica, su estómago se hunde y los músculos abdominales se tensan. Me mira fijamente y una risa sádica brota de mí ante la vista.

—Pídeme, cariño. Ruega que envuelva mi palma resbaladiza y aceitada alrededor de tu polla palpitante. Ruega que deslice mi puño hacia arriba y hacia abajo, mientras pierdes la cabeza. O mejor aún... ruegame que llene tu pequeño y apretado coño mientras gritas mi nombre.

Sus ojos se convierten en rendijas furiosas mientras vuelve a tirar de las ataduras

—Que te jodan—repite—Quítame estas malditas cosas, imbécil. No te rogaré una mierda—Una sonrisa se desliza en mi rostro y estoy seguro que parece demoníaca mientras me inclino hacia adelante, con el brazo izquierdo descansando al lado de su cabeza, mientras mi derecho golpea bruscamente su mejilla antes de agarrar su rostro con mi palma. Sus ojos azules se agrandan mientras me mira fijamente, atónito y en silencio.

—Tendremos que enseñarte algunos modales, cariño.

Froto la mejilla afectada mientras simultáneamente giro mis caderas hacia las suyas, haciéndolo gemir

—Pero no te preocupes, bebé. Puedo ser paciente.

Prisoner de Raphael Lake, Aaron Levy y Daniel Ryan Murphy se filtra por los altavoces. El bajo suena sensualmente mientras me levanto de la cama, sin apartar mis ojos de Beomgyu mientras abro el cofre, sacando más juguetes divertidos por los que probablemente le dará un ataque. Realmente se ve tan jodidamente hermoso en este momento, indefenso e inmóvil, abierto de par en par, dándome una vista deliciosa de todo lo que planeo destruir al final de la noche. Su piel está tensa y sonrojada, gotas de sudor brillan bajo el brillo de las luces rojas.

Me duelen los dientes por hundirme en su complexión perfecta, marcándolo para que cualquiera pueda verlo. Necesito marcarlo como mío, porque si cree que esto es realmente solo esta noche, se espera otra cosa. Ojos salvajes y cautelosos siguen cada uno de mis movimientos mientras vuelvo a subir a la cama y me coloco sobre sus muslos nuevamente. Su polla se pone nerviosa ante mi proximidad, la punta resbaladiza con su evidente excitación. Se me hace la boca agua con una innegable necesidad de probarlo, de probar cuánto me desea, cuánto va su cuerpo en contra de su mente.

Beom mira mis manos, traga saliva y su nuez se balancea.—¿Qué diablos es eso?

—Tienes que aprender a estar callado, cariño.—Sin decir una palabra más, me inclino y mi lengua se mueve contra su pezón izquierdo. Se aprieta debajo de mi boca, y cuando mis dientes rozan la carne sensible, él jadea y arquea la espalda fuera de la cama