Beomgyu
Yeonjun se fue a casa después de que salimos de la ducha. Eso fue hace casi cinco minutos y todavía estoy sentado en mi cama con nada más que una toalla alrededor de mi cintura. Creo que estoy en shock... Sí, esto definitivamente podría caracterizarse como shock. O tal vez experimenté un aneurisma y perdí la función en la parte racional y cuerda de mi cerebro. Tiene que ser así, porque si no, ¿por qué no sólo habría dejado que sucediera lo que acaba de pasar, sino también lo habría instigado?
Ni siquiera puedo fingir que me convencieron o me presionaron. No, fue totalmente idea mía que Yeonjun me meara como si yo fuera una puta boca de incendios de la ciudad y él un perro. Nova está parada en la puerta de mi habitación, mirándome con ojos llenos de juicio, como si supiera lo que acabo de hacer. Como si pudiera sentir que él marcó su territorio en su dueño.
—Qué carajo—Me paso una mano por la cara y trato de descubrir qué parte me molesta más; el hecho de que le dejé (le pedí) que me diera una maldita lluvia dorada, o el hecho de que la disfruté tanto como lo hice. Honestamente, probablemente sea lo último. ¿Por qué me gustó tanto? Siento un nudo en la garganta y la vergüenza se sienta como plomo en mis entrañas mientras me obligo a levantarme de la cama para vestirme.
Ya es tarde en la mañana y ni siquiera he llevado a Nova a caminar todavía. Todo mi día está desequilibrado debido a esto ahora. Mientras me estoy poniendo la camiseta por la cabeza, suena un golpe en la puerta. Miro detrás de mí a Nova, como si ella supiera algo. Sus orejas peludas se levantan y caen mientras su cola se mueve un poco.
—¿Quién es, niña? ¿Es para ti?—Ella, por supuesto, no dice nada—Tal vez sea Hank, tu novio perruno— Su cabeza se inclina hacia un lado ante el nombre. Hank era el nombre del perro que vivía al lado nuestro cuando vivíamos en la casa con Jeongin. Es un adorable perro callejero blanco y negro, y su nariz tenía una mancha que la hacía parecer en forma de corazón. Les encantaba jugar juntos.
Suena de nuevo un golpe—Vamos niña—digo, dándome palmaditas en el costado de la pierna.
—Veamos quién está aquí y luego podemos salir a caminar—Sus oídos realmente se animan por eso. Mientras cruzo el apartamento, miro por la ventana de mi sala de estar y veo brillar el sol. Al llegar a la puerta, la abro, mi corazón palpita en mi pecho.
—¿Qué estás haciendo aquí?—Yeonjun sostiene un porro y le brillan los ojos.—¿Quieres fumar esto conmigo?—Lo dice con tanta indiferencia, como si no se hubiera orinado en todo mi pecho y luego se hubiera corrido en toda mi cara. No puedo evitar preguntarme si alguna vez ha hecho eso antes. Darle a alguien una lluvia dorada. No pareció sorprenderle demasiado la idea y la aceptó con bastante facilidad. ¿Por qué la idea de que él haga eso con otra persona me revuelve el estómago?
Recordando que me hizo una pregunta, sacudo la cabeza.—No puedo, tengo que salir a caminar con Nova.—Y como para demostrar aún más mi punto, alcanzo detrás de mí hacia el perchero que cuelga en la pared del pasillo, agarrando la correa rosa que cuelga allí—Iré contigo—afirma sin esfuerzo encogiéndose de hombros—Déjame agarrar mi abrigo.—Sin molestarse en esperar a que acepte que él venga, gira sobre sus talones y regresa a su apartamento al otro lado del pasillo, dejándome allí de pie, estupefacto. ¿Qué carajo está pasando?
Vuelve un momento después, con un abrigo acolchado negro y un gorro negro a juego.
—¿Listo?
—Uhm...— Mis cejas se hunden hacia adentro mientras deslizo mis brazos en mi abrigo—No dije que pudieras venir
—No seas jodidamente raro.—se burla—Es un paseo, cariño. No estoy pidiendo tu maldita mano en matrimonio. Vamos.
Es tan mandón.
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Say My Name (Yeongyu)
FanfictionArrogante, repulsivo, engreído. Con un ego casi tan grande como su... Bueno, ya sabes. No hay ningún lugar al que no llegue para anotar, para estar en control, ganar. Para él, la vida no es más que un juego y yo no soy más que su pequeño peón. A...