𝘾𝙝𝙖𝙢𝙗𝙧𝙚𝙨 𝙞𝙣𝙘𝙤𝙣𝙛𝙤𝙧𝙩𝙖𝙗𝙡𝙚𝙨

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Con una sonrisa aun en su rostro Christian los guió dentro de una cabaña, dio a conocer que esta era la principal, en esta mayormente se consolidarian reuniones sociales, los desayunos, comidas y cenas, además se podrían realizar los clubs creativos allí.

—Ahora, lo mas importante, algo muy importante para nosotros es la comodidad, por lo tanto, la asignación de habitaciones será rápida—siguió hablando Horner tomando unas cartas de la mesa más larga en el edificio—

—Cabe de aclarar, las habitaciones serán compartidas y en definitiva con personas del mismo sexo, una de nuestras reglas más importantes es nada de relaciones sexuales—hablo por primera vez Torger—. Y hablando de reglas, en cada habitación se encuentra un pequeño pizarrón de tiza donde se explican éstas.

—Bien, gracias Toto—dijo el castaño amablemente—. Tanto Wolff como yo les ayudaremos en la asignación, les compartiremos un mapa para que el ubicarse les sea más fácil.

Al terminar de explicar esto amablemente pidió hacer dos filas para comenzar la asignación para sorpresa de mucho las palabras de Christian eran ciertan, no tardaron demasiado.

—Bien campistas, es hora de que comience a explorar—dijo Wolff poniéndose de pie—. Ubiquen a sus roomies y luego su cabaña.

Todos comenzaron a desplazarse por el lugar preguntando por su compañero, comenzó a hablar con este o simplemente tomando camino para hablar después.

—Uy, lo lamento charlie, no podrás ver como me pongo la pijama—bromeó el francés mirando a su amigo para leer la carta—Yuki Tsunoda...¿asiático?

—Puedes cumplir tu sueño erotico y andar con un japonés Pierre—dijo ahora el australiano dándole palmadas—Veamos que me toco...Antonio Mendoza, ¿quien es ése?

Ahora solo faltaban Charles y Max, quienes abrieron sus papeles tranquilamente.

—Pues definitivamente tiene un hermano—dijo Max mostrando su carta—. Me toco Sergio Mendoza, suena exótico.

—Tampoco es un animal—hablo Charles mirándolo mal—. Pero si hablamos de exótico definitivamente el nombre Carlos Sainz suena más.

Los amigos rieron despidiéndose para buscar a los que serían sus compañeros de cabaña.

—QUE EMOCIÓN—hablo la pelinegra saltando un poco—. Me toco con Char, ¿tú honnie?, ¿te toco alguien interesante?.

—Al parecer será con una chica de nombre Lily, me hubiera gustado quedar con alguna de ustedes—hablo algo triste mirando a sus dos amigas—. Tal vez la próxima, ahora debo buscar a mi compañera.

Albon y su hermana se miraron tomando caminos diferentes, hubiera preferido quedar con su hermana que con algún desconocido, en este caso un desconocido de nombre George.

El pelinegro se mantenía sentado cerca de los dos monitores, quienes lo miraban curioso más no se acercaban, la mirada de los dos cambió cuando alguien más se paro delante de él.

—¡Hey!—dijo animado—. Disculpa aparecer de la nada, ¿Eres o conoces a alguien llamado Lance Stroll?

La mirada del pelinegro se dirigió a la persona que anteriormente hablo, para su sorpresa era el mismo chico del autobús.

—¿Patricio O'ward?—pregunto casi en susurro recibiendo un sentimiento—. Pues...¿somos compañeros, no?

Poco a poco el lugar era más solitario quedando solo los monitores en el lugar recogiendo algunas cosas.

𝘾𝙖𝙢𝙥𝙚𝙧 𝙖𝙫𝙚𝙘 𝙡𝙖 𝙢𝙤𝙧𝙩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora