Solo queríamos pasarla bien, reír, hacer manualidades, quemar malvaviscos y contar historias de terror alrededor de la fogata.
Lo último que pensábamos era formar parte de una.
Ni el chino y mucho menos el finlandes sabían como tratar una herida, peor si eran varias, por lo que no les quedó más opciones que llevarlos con los monitores del campamento y que ellos se encargarán mejor de su compañero que apenas habían conocido.
Para Ocon el camino se le hizo eterno, le dolía todo el cuerpo y algunas veces se le dificultaba el poder respirar, su visión se mantenía borrosa y sentía correr su sangre cada minuto, ráfagas frías también pasaban por su cuerpo, se notaba una cierta palidez en su piel, prácticamente se sentía como se veía.
Su camino termino al encontrar a tres de los monitores parados fuera de la cabaña principal, al parecer, esperando algo, tomaron al francés y lo mostraron ante los monitores, cada uno tenía una reacción diferente.
Torget miraba sorprendido al francés, Kimi se encontraba otra vez en shock y Horner se mostraba preocupado, el último hizo que entraran a la cabaña y pidio al británico que llevara el botiquín con otras cosas más.
Esteban fue acostado en una mesa, este no se movía, aunque estuviera tan solo lastimado no gravemente, el moverse le parecía tortura extrema.
Horner se sentó para comenzar a hablarle, de vez en cuando el francés hablaba para contestar, las demás solo movía los ojos para darse a entender, Wolff volvió con todo lo pedido y lo puso en la mesa cerca del cuerpo del herido.
-Bien, Esteban, no te mentiré, todo dolerá-relato Christian comenzando a sacar algunas cosas del botiquín-. ¿Aguantaras?
El chico soltó un débil si y ante la mirada de los finlandeses, Zhou y el austriaco, Horner comenzó a curar al chico, este soltaba suspiros, jadeos y a veces gritos debido al ardor de los líquidos plantados en su cuerpo o también cremas siendo untadas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
George vagaba arto de la situación, juraba que escuchar un quejido más del rubio y el moreno lo dejaría tan mal que el suicidio se vería como una salvación.
-Ya mejor create un podcast-dijo Lewis rodando los ojos-. Hablas por los codos, yo creo que si tienes suerte.
-PORQUE NO MEJOR SE CALLAN LOS DOS-george dio en su punto máximo y su paciencia acabo-. O MEJOR AÚN, OTRA SOLUCIÓN, TERMINE CON SU MALDITA TENSIÓN SEXUAL Y COJAN ENTRE LOS ARBUTOS.
Mick y Lewis se miraron y luego al británico, este tenia su índice señalandolos, el pelo alborotado y las cejas levantadas, Mick trato de calmarlo comenzando a caminar junto a él, el moreno solo se quedó en su lugar, ¿era tan obvio con su gusto por Mick? ¿será igual con George?
-Idiota-Mick lo miro-. ¿Te quedas?
El moreno negó y comenzó a caminar hacia ellos tratando de ignorar o mejor dicho olvidar las palabras que salieron de la boca de George, tal vez solo era un amor de verano y probablemente ese gusto pasaría, solo tal vez Mick y George lo veían simplemente como un amigo y el imaginaba más allá de eso.
