Capitulo 1

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Mi nombre es Levi Ackerman, resido en Inglaterra desde hace 7 años. Me gradué en Medicina, aunque mi expresión no concuerda con la imagen típica de un médico. Resulta incómodo que, al encontrarme con pacientes, muchas de ellas se sientan atraídas e incluso llegan a solicitarme mi número. Por razones evidentes, evito compartir mi número con nadie.

A veces, las insistencias llegan al extremo de comentarios como: "¿Eres realmente médico? Porque estoy convencida de que eres un dios griego o un atractivo modelo". Estas cursilerías simplemente me resultan agotadoras.

Tras un tiempo, conocí a una mujer con la que salía ocasionalmente, y en algunas ocasiones, nuestra relación iba más allá de simples salidas.

A pesar de su insistencia de que le gustaba de verdad, accedí a convertirnos en algo más que amigos con beneficios debido a su constante presión. Ahora éramos una pareja "enamorada", aunque en realidad, solo experimentaba un fuerte aprecio en lugar de verdaderos sentimientos románticos.

-Petra, por favor entrégame esta vitamina, se me agotó -Le comunica a su enfermera- Muy bien, ven pronto. Bueno señora, ya he recetado el tratamiento para la anemia. Realizaremos más chequeos en su sangre y con el tiempo evaluaremos la mejora. En breve, mi enfermera le entregará la vitamina que le receté: una lata grande de leche en polvo. Tómela en el desayuno y en la cena antes de dormir. También le proporcioné estas pastillas; son un complemento para estimular el apetito, una por día, no dos. Aquí le estoy indicando cómo debe tomarlas -Lo anota en la hoja y finalmente firma- Listo.

-Doctor Ackerman, aquí tiene. Buenas tardes, ¿necesita algo más?

-No, puedes retirarte. -Le entrega la receta, las vitaminas y los demás medicamentos- Por favor, manténgase en contacto siempre; de lo contrario, no sabría cómo está su salud. Solo me gusta cumplir con mi trabajo.

-Muchas gracias, Doctor. Bueno, ahora me retiro.

Al menos hoy una mujer no me trató como las demás. Ellas ni siquiera prestaban atención a lo que yo les decía, y si tenían una enfermedad más grave, no les importaba porque estaban distraídas mirándome a mí. ¡Tch, qué fastidio!

-Hola, hola. Disculpa si vine a molestar.

-Mírian, te he dicho que durante las horas de trabajo, por favor, no me busques. Sabes que podría tener problemas.

-Discúlpame...

En otro lugar, Hange Zoe salía de la universidad

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En otro lugar, Hange Zoe salía de la universidad. Con tan solo 23 años, estaba a punto de concluir su carrera. Su pasión por los animales la llevó a perseguir el sueño de convertirse en veterinaria.

Algunos compañeros de otras clases la molestaban, utilizando varios apodos como el clásico "cuatro ojos" o "jirafa con lentes", entre otros.

Al enterarse de que su madre estaba saliendo con alguien, quedó molesta, especialmente al escuchar que este joven podría ser como un hermano para ella, lo cual le pareció horroroso.

Pecar por amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora