Capitulo 10

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Acudí a la residencia de Nanaba para prepararnos para nuestra ceremonia de graduación, estábamos muy emocionadas, finalmente concluimos nuestra carrera.

—Hange, te verás preciosa con este vestido.

—Preferiría que hubiera sido vestimenta formal, como un pantalón de vestir o una blusa, pero ya sabes cómo es mi madre, le solicito algo y me trae otra cosa.

—Jajaja, pues actuó correctamente. Esta es una ocasión especial. Ahora permíteme ayudarte a poner el vestido.

Nanaba me ayudo en cerrar el cierre que estaba en la parte posterior de la espalda. El vestido tenía un escote a un lado de mis piernas. Mamá, me te pasas, ¿no pudo elegir otro diseño? Y no solo eso, ¡trajo tacones! ¡Soy alta! ¿Para qué tacones? Es un dolor de cabeza.

—Jaja, creciste más. Si mides 1,70 con esto, debes medir 1,76 como mínimo.

—Y sí, ahora parezco un fideo parado, pero tú tampoco te quedas atrás, también te ves más alta.

Ay no, me miraba al espejo y sentía que esta no era yo. Ahora se suponía que Nanaba iba a aplicarme maquillaje en la cara, ahh y yo que detesto usar maquillaje.

—¿Qué me harás? Por favor, no quiero parecer un payaso.

—Ay Hans, no exageres, te haré un maquillaje bonito y sutil.

Aplica un poco de limpiador facial  por el rostro de Hange y con el cepillo facial comienza a desplazarlo por su rostro.

—¿Es necesario hacer todo esto? Nos llevará años.

—Hay que seguir una buena rutina de maquillaje, mi amor. Tranquila, no me demoraré mucho en maquillarte. Te vas a ver hermosa.

Después de que Nanaba me haya terminado de maquillar, me observé en el espejo y definitivamente me veía muy bien, me sentía hermosa.

—Gracias Nanaba, ahora me colocaré mis lentillas

Procedí a ponerme mis lentillas y una vez más me miré al espejo, wow me veía fabulosa. Un sonido distrajo mi vista, provenía de mi teléfono, probablemente mi madre me estará preguntando dónde estoy, pero le dije como mil veces que iría a la casa de Nanaba.

—¿De quién es este número? –pone un gesto de confusión.

—¿Qué sucede Hans? Mira, ¿cómo luzco?

Bajé mi celular y observé a Nanaba, le expresé que se veía hermosa. Después, volví a mirar la pantalla de mi celular y respondí con un "Hola".

—Hola, eres Hange, soy el Doctor Berner.

Ahh, era él, ¿pero cómo tenía mi teléfono? Claro, dejé mi información en el hospital. Qué despistada soy.

—Hola, doctor. Un placer volver a hablar con usted.

Nanaba me indicó que ya teníamos que salir porque su enamorado ya había venido por nosotras.

Así que me preparé un poco para el discurso de hoy, yo era la responsable de dar unas breves palabras, qué vergüenza, no quería imaginar mi rostro frente a todos... Me pregunto si vendrá Levi...

 Me pregunto si vendrá Levi

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