Capitulo 21-último Capitulo

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Levi se levantó de la cama y se dirigió al primer piso para recibir la comida que habíamos solicitado. Mientras tanto, me quedé observando su móvil, sintiendo curiosidad por lo que podría haber llegado. Aunque un mensaje sonó, decidí que la confianza debe estar presente; confío en que él me respeta.

-Traje la comida, ¿qué pasa?

-Te llegó un mensaje, tranquilo, no lo vi. Confío en ti, seguro es tu jefe o tu tío Kenny.

Maldición, dejé los platos con la bandeja a un lado y revisé mi teléfono. Era de Frieda, quien esta vez había enviado fotos de su... ¿Qué le pasa a esa enferma? Eliminé su conversación y dejé mi móvil a un lado.

-Sí, era una colega de trabajo. Olvidé que dejé sus documentos en mi despacho. Ya le dije que ingrese, no es nada.

Hange solo le sonrió y se sentó para poder comer.

-¿Cómo te va con los animales?

-Son unos amores, al igual que sus dueños.

-Está bien, cuatro ojos, solo no te excedas en tonterías.

Comenzamos a comer tranquilos, mientras charlábamos sobre muchas cosas de las que nos habíamos perdido. Ella me mencionó que pensaba que yo la engañaba con alguien más.

-¿Cómo puedes pensar eso? Sabes que detesto esos asuntos. Te prometí que te amaría a ti, cuatro ojos. El único trasero que he tocado es el tuyo.

Hange se sonrojó al extremo de caer hacia atrás y golpearse la cabeza con el suelo.

-¡Ay! Estoy bien.

Levi la ayudó a incorporarse y ambos se quedaron mirándose detenidamente. Él la levantó y la llevó al baño, donde decidieron continuar su escena de amor.

Pasaban los meses y la relación estaba más que bien. Hange pudo notar que su vientre crecía un poco más. Ella pensó que era raro que no le vendría la menstruación, pero hubo un tiempo donde se le fue por 4 meses sin ella haber tenido relaciones,Fue a hacerse pruebas de embarazo y sí, estaba embarazada, y ya tenía 4 meses. Por eso esa pancita tan pequeña que tenía solo mostraba una puntita. Su barriga al parecer no era tan grande como en otros casos en los que ya se nota un poco más. ¿Qué hago? Voy a decirle. Sí, ya sé, le haré una pequeña sorpresa en su despacho, me arreglaré.

Cuando ya estaba preparada, salí de la residencia y con una sonrisa me encaminé al centro médico donde labora mi Levi. Al ingresar, algunos colegas de mi esposo me saludaron al reconocerme como la esposa de Levi. Me dirigí a su despacho sin necesidad de tocar, pues sabía que en ese momento disfrutaba de su pausa.

-¡Sorpresa, mi amor!... -Abre ampliamente sus ojos.

¿Qué es esto?... ¿Quién es esta mujer y por qué le está bailando a Levi?

-Eres una mierda. -Abandoné el lugar llorando, incapaz de asimilar lo que había presenciado. Aquella mujer se le insinuó a mi esposo, y entendí por qué se alejaba de mí. ¿Acaso no le importa nuestra relación?

-HANGE, ESPERA, POR FAVOR. -La toma de la mano- Escúchame, cuatro ojos, puedo explicarlo todo. Esa mujer me hostiga; debes creerme. Invade mi despacho y no respeta nada. Tengo testigos. Por favor, déjame llevarte con ellos.

¿Cómo confiar en él? Solo asentí y lo seguí a la sala de médicos, donde la mayoría disfrutaba su refrigerio, incluida esa mujer.

-Habla rápido, quiero escuchar a tus "testigos".

-Ustedes presenciaron los intereses íntimos que esta mujer tiene hacia mí. Incluso vieron cuando la aparté, sin importarme que cayera al suelo.

-Es verdad, él la nota y siempre la ignora. -Todos hablaron al unísono, intercambiando miradas confusas.

-¿Lo ves? Tenemos que hablar afuera. -Antes de que Levi la sacara, Hange abofeteó a Frieda, dejando a todos atónitos.

-Por ser una persona astuta y tratar de robarme a mi esposo. Mujer de moral baja, mercadeas con tu cuerpo. Qué perra eres. -Hizo salir a Levi con ella y lo abrazó intensamente.

-Te amo, Hange, te amo mucho.

-Levi, estoy... Estoy esperando un hijo.

¿Esperando un hijo? Wow, eso fue inesperado. Un impulso recorrió mi ser; levanté a mi cuatro ojos y la besé con amor. Luego la volví a colocar en el suelo para agacharme y darle muchos besos a su vientre.

A partir de ese día, Levi demostró una gran atención hacia mi gestación, atendiendo a mis antojos y variaciones de ánimo. Lo adoraba; sin duda, nunca me engañó y siempre me amó tal como afirmaba, sin importar la edad ni nada. A pesar de los desafíos con Mírian, nos enamoramos de esa manera.

Cuando el afecto es auténtico, la edad y la apariencia son insignificantes. Lo esencial radica en luchar por ese amor y permanecer juntos.

Fin

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⏰ Última actualización: Jan 13 ⏰

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