Mírian y yo tuvimos una disputa intensa. Ella insistía en querer tener un bebé, pero yo no estaba preparado para ser padre, ni siquiera lo deseaba, y ella persistía.
-Mírian, por favor, basta. Me harás enojar y no querrás conocerme cuando estoy molesto.
-¿Es por otra? ¿Es por otra mujer que estás así? ¿Quién es esa mujerzuela, y que venga a dar la cara?
-Mamá, ¿ya estás empezando de nuevo con tus discusiones? ¿Por qué no toman las cosas con calma, como personas asertivas?
-Haz caso a tu hija, y guarda silencio. Esta, que me duele la cabeza, ya hablamos sobre ese tema, así que es mejor no hablar más de ello.
-Ok, si así lo quieres, pero no me molestes después. -Agarra su cartera y sale de la casa, dejando solo a Hange y a Levi.
-Hange, tu madre nunca entenderá.
-Ya veo. Bueno, no tengo nada que hacer aquí. Ah, por cierto, disculpa por lo de hoy en la madrugada. Olvida todo lo que dije. Me alejaré de ti, es lo mejor. Y por la limpieza de mi herida, ni te preocupes. Ya veré qué hago. -Se retira a su habitación.
Bien, ya veo que no tengo nada que hacer aquí. Tomé mi abrigo y me lo puse, agarré mi teléfono y salí de la casa de Hange. Me dirigí nuevamente al hospital. Hoy tenía citas hasta el mediodía. Había pedido permiso para asistir a la graduación de la "cuatro ojos". Estaba seguro de que ella no querría verme allí, pero no me importa, igual iré, quiera o no.
-Petra, me informaron que la doctora Pieck te está buscando.
-¿La nueva? Ah, sí, le dije que le enviaría medicamentos a su consultorio. me encargaron que sea también su asistente. ¿No tendrá problemas con eso, doctor?
-No te preocupes, por mi esta bien. Solo procura no estresarte mucho.
Me retiré de ahí y me dirigí a la sala principal de doctores. Solo nosotros teníamos permitido entrar.
-Buenos días, Doctor Ackerman.
-Buenos días, Berner. -Coge una taza y se sirve un poco de té.
-Hay una nueva doctora, acabo de informarme.
-Sí, Finger, llegó ayer.
-Doctor Berner, disculpe si entro a la sala de doctores, una paciente acaba de llegar.
-Bueno, Ackerman, hablamos en otro momento. Vamos, Sasha.
Tuve un fuerte golpe en la cabeza, lo cual me asustó, así que me cubrí con un abrigo y preparé a mis dos perritos para dirigirme a uno de los principales hospitales del país. Al llegar, solicité una cita y me condujeron a aguardar en la sala del médico.
-Buenos días, me informaron que acudió por un fuerte golpe en la cabeza.
-Hoy ejercí mucha fuerza, y al agacharme, choqué con la mesa de mi escritorio. Esto ocasionó que la herida punzara con intensidad.
Moblit admiró la belleza de esa mujer que el destino había colocado ante sus ojos. No pudo resistirse a dejar de contemplar sus ojos, esa mirada encantadora, esos labios tan rosados, sus pestañas largas; una deidad griega ante sus ojos.
-Permítame examinar su herida. -Retira la venda y la gasa- Mmm sí, está un poco inflamada Procederemos a limpiar su herida. ¿La limpió ayer?
-Sí, mi padrastro es médico. Él desinfectó la herida y sugirió reposo, pero mi hiperactividad me llevó a ignorarlo. Ahora estoy aquí.
-Entonces, está bien que su padrastro haya tratado la herida de esa manera, pero para la próxima, haga caso. Es sumamente peligroso. Podría haberse desangrado nuevamente y abrirse la herida.
-Tomaré muchas precauciones esta vez.
Mientras Levi concluía su té, escuchó un teléfono sonar. Al notar que el teléfono pertenecía a Moblit, decidió recogerlo y fue a la oficina de Moblit para devolverle su celular.
-Dime, ¿cómo te encuentras?
-Muy mareada, me duele la cabeza. Hoy es mi graduación y debo asistir, no puedo faltar.
-Pero no puedes ir así. ¿Y si la herida se abre? -Llaman a la puerta- Adelante.
Levi entra a la habitación de Moblit y, para su sorpresa, se encuentra con Hange dentro.
-¿Qué haces aquí? ¿Me estás siguiendo?
-No, tú, ¿por qué estás aquí? Yo trabajo aquí, cuatro ojos. -Cruza los brazos- Berner, ¿qué le ocurrió a la paciente?
-Está aquí por un golpe en la cabeza. Me dijo que se golpeó fuertemente con su escritorio, y la herida se inflamó.
-Pero, cuatro ojos, te dije que tuvieras cuidado.
-E-espera, ¿tú eres su padrastro?
-Sí, ya la revisaste, ¿verdad? Ahora vamos, cuatro ojos, déjame llevarte a casa.
-No, gracias. Puedo ir sola. -Toma su bolso y con cuidado, se retira.
Es terca. La sigo fuera del hospital, la tomo del brazo y la giro para que me mire.
-No seas terca. Déjame llevarte.
-Está bien, eres muy insistente. Espero que esto no afecte tu trabajo. -Lo mira con enojo.
-Ven, sígueme. Mi auto está aquí. -La guía hacia la parte trasera y la ayuda a subir al auto-
-Levi, ya te dije que no pienso hablarte, y ¿quién demonios tiene un auto con lunas polarizadas? Ni que fueras famoso.
-Tch, como tú no tienes admiradores.
-Ah, claro. No soy tu Levi. -Lo observa de reojo y luego mira al frente.
-Aclaremos lo de hoy. Lo que ocurrió en la madrugada.
-No, no quiero. Ya está claro todo. Ahora llévame a casa.
Intenté ser paciente, pero mis deseos tomaron el control. Hange sentía atracción por mí, y aunque no quisiera admitirlo, yo también sentía algo por ella. Me acerqué lentamente a sus labios y los besé con cuidado, evitando movimientos bruscos. Hange abrió los labios, permitiéndome entrar con mi lengua. Intenté prolongar el beso, pero la falta de aire se hizo evidente para ambos. Nos separamos, y vi lágrimas en sus ojos. Estuve a punto de hablar, pero ella fue más rápida:
-Estamos cometiendo un error. Eres la pareja de mi madre, y esto no está bien, Levi. Te dije que te olvidaría, y lo haré, No hay más que decir. Si no me llevas a casa, puedo tomar un taxi. -Sale del auto.
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Pecar por amor
FanfictionHange Zoe, una joven universitaria que cursa la carrera de Veterinaria, estaría cometiendo un pecado considerable, si es que se le puede denominar así, al involucrarse con la pareja de su madre.