EPÍLOGO

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DIEZ AÑOS DESPUÉS

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DIEZ AÑOS DESPUÉS

NO FUERON ANUNCIOS DE GUERRA O EL SONIDO DE LOS TAMBORES LO QUE DESPERTÓ A Lo'ak esa mañana, no. Lo que realmente lo sacudió fuera del fantástico mundo de los sueños fueron dos pequeños pies que pisotearon su rostro de una forma fulminante.

No tuvo remedio pretender estar dormido, no cuando el pequeño ser que correteaba peligrosamente cerca de su rostro lo conocía más que bien.

Lo'ak estaba seguro de que podía percibir incluso el cambio en su respiración al despertar.

—¡Papá, despierta!

La sonrisa que llegó a sus labios al escuchar esa aguda voz no tuvo comparación.

—Ae'wyn —balbuceó—. Tu hija despertó.

A su lado, Ae'wyn se echó a reír con una voz ronca, haciéndole saber que recién despertaba también.

—Aun no es medio día, querido —dijo—. Recuerda que es tu hija hasta esa hora, luego es mía.

—Solo quiero decir que...—Una voz se escuchó desde la entrada del espacioso marui. La construcción era mucho más avanzada de lo que fue diez años atrás, pero los recuerdos permanecían grabados en sus paredes—...no estoy de acuerdo con este sistema.

Lo'ak no pudo contener la brutal carcajada que brotó de sus labios.

Abrió los ojos, los fijó sobre el niño que los observaba desde la entrada y su sonrisa no hizo más que crecer.

—¿Y cuáles, mi querido hijo, serían las razones por las que no estás de acuerdo con este sistema? —preguntó Lo'ak.

El niño bufó.

—¡Porque siempre debo vigilarla yo!

Lo'ak sintió que la cama de sabanas y almohadones tejidos se movía, por lo que desvió la mirada hacia su costado. Ae'wyn emergió de las sabanas con sus rizos tan alborotados como siempre y con una enorme sonrisa en sus labios, era divertida, de esas en las que su comisura derecha se eleva un poco más, haciéndolo lucir dolorosamente atractivo y conocedor.

Ae'wyn se inclinó hacia él, colocando su cabeza sobre el hombro de Lo'ak a la vez que veía a su hijo.

—Te pedimos que la vigilaras una sola noche, Txen.

—¿Qué te puedo decir, papá? —respondió Txen. Su mueca era demasiado astuta como para pertenecerle a un niño de catorce años—. Me has dejado la esencia de ser tan dramático que una cría de tulkun.

COASTLINE, ━━ LO'AK.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora