𝐂𝐎𝐀𝐒𝐓𝐋𝐈𝐍𝐄 | Lo'ak te Suli Tsyeyk'itan.
La aparición del Coronel Miles Quaritch no solo les devolvió el miedo, también los apartó de lo que más querían. Lo'ak fue entrenado como guerrero, y no siente que huir sea la voluntad de uno. Su padre...
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LVI. DÍA DE VUELO AE'WYN
EL QUE LA TSAHÌK RIWENA DECIDIERA QUEDARSE SOLO PODÍA SIGNIFICAR UNA COSA, NINGUNO TENDRÍA paz por los siguientes días. Eso fue lo que Ae'wyn pensó al inicio. Esperaba que el constante desprecio de la mujer los hiciera pasar un mal rato, y sí fue así, pero no de la forma que Ae'wyn había imaginado.
El primer día luego de la llegada de Riwena Lo'ak lo despertó con suaves besos. Recorrió el camino de su cuello y sus mejillas, llegando a sus labios justo cuando Ae'wyn estaba por protestar. Lo'ak había hecho todo lo posible por mantenerlo cómodo desde el día anterior, siempre estaba cuidando sus alrededores, como si esperara que la tsahìk Riwena apareciera en cualquier momento.
—Cariño, dudo que esté escondida en ese arbusto —dijo. La tarde recién había caído y Lo'ak no dejaba de observar los arbustos cercanos al bosque. Su insistencia era divertida y enternecedora, pero también comenzaba a enervarlo—. Ven conmigo.
—Ae'wyn...
—Lo'ak.
—Voy.
La playa se encontraba extrañamente pacífica. Los líderes de los clanes decidieron continuar con las celebraciones, pero solo con pocas de ellas. Nadie se atrevió a reclamar por eso. Muchos de los que deseaban participar en las competencias que faltaban habían fallecido en la guerra, por lo que era una manera de mostrar respeto hacia ellos.
—Ganaremos en el salto en balsa el año que viene —les aseguró Ao'nung.
—¿Estaremos aquí el año que viene? —preguntó Tuktirey.
La pregunta fue hecha con total inocencia, pero dejó un silencio incomodo que nadie quiso romper. Ae'wyn se abrazó más a Lo'ak, aunque fue más por instinto. ¿Estarían allí el año siguiente? Sus pensamientos lo ignoraron cuando creyó que lo mejor sería no pensar en ello. Lo hizo, pensó y se torturó a si mismo con las posibles respuestas. La guerra de la que los Sully huían finalmente había terminado.
Eso significaba que tendrían que irse, ¿no?
—Ae'wyn —Lo'ak elevó su mentón con delicadeza—. Oh, estás pensando demasiado.
—Lo siento.
—No nos debemos preocupar por eso, no ahora —lo tranquilizó. Ae'wyn quiso creerle, pero la preocupación ya se había instalado en lo más profundo de su cabeza—. Vamos.
Ae'wyn frunció el ceño.
—¿A dónde?
—Tu madre me pidió que nos acercáramos a su marui hoy al atardecer.
Ae'wyn asintió y lo siguió.
Ocultar su alegría fue casi imposible. Ver cómo Lo'ak y su madre charlaban y se unían cada vez más le parecía maravilloso. Algunos días parecía que ninguno de los dos se daba cuenta de eso. Neytiri y Ae'wyn compartían miradas entretenidas cuando eso sucedía.
