𝐂𝐎𝐀𝐒𝐓𝐋𝐈𝐍𝐄 | Lo'ak te Suli Tsyeyk'itan.
La aparición del Coronel Miles Quaritch no solo les devolvió el miedo, también los apartó de lo que más querían. Lo'ak fue entrenado como guerrero, y no siente que huir sea la voluntad de uno. Su padre...
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XXXVI. DESPUÉS DE LA TORMENTA. AE'WYN
LAS OLAS GOLPEARON LA COSTA COMO CUALQUIER OTRO DÍA, VIBRANTES Y PODEROSAS. Las aves cantaban de la misma forma, los animales correteaban tranquilos. El clan se movía con normalidad, los cazadores salieron desde temprano, los sanadores recolectaban más hierbas en el bosque y los pescadores lanzaban sus redes al agua.
Era un día como cualquier otro, pero tan distinto a la vez, que Ae'wyn no pudo evitar emocionarse.
Sentía que algo no era normal, que algo pasaría en cualquier momento y alteraría el orden que finalmente había recuperado. Basta decir que no lo había recuperado por completo. A pesar de que él y Lo'ak no habían vuelto del todo a la normalidad, ambos se habían esforzado por hablar con cada día que pasaba.
Para Ae'wyn, hablar no era suficiente.
Él necesitaba demostrarle a Lo'ak su arrepentimiento de otra forma, y por ello ideó un plan. Mientras el resto de ellos se concentraban en sus prácticas para el festival, Ae'wyn dedicó gran parte de su tiempo a reunirse con Jake Sully y Spider en secreto.
Ellos no dudaron en aceptar cuando él llegó a pedirles ayuda, ambos se sentían culpables, entristecidos y bastante dispuestos con toda la situación. La primera reunión que tuvieron fue un completo desastre, cabe recalcar, Neytiri los descubrió y los tres tuvieron que confesar el meloso plan que tenían en mente.
Ae'wyn ciertamente no esperaba que Neytiri se echara a reír, para luego abrazarlo.
—Lo'ak es afortunado de tenerte, Ae'wyn —le había dicho, repartiendo maternales caricias en las mejillas de Ae'wyn.
Luego de ese día, Neytiri no intervino, o al menos pretendía no hacerlo. Ae'wyn se divertía observando como ella se sentaba a un par de metros y fingía cortar la fruta, pero sus orejas reaccionaban a cada una de las palabras que ellos pronunciaban sobre el plan. Algunas veces ella no soportaba la tentación y terminaba girándose para intervenir, dándoles ideas o quejándose por las malas opiniones de su esposo.
—¿Cómo carajo puedes decirle que cocine hierbas de Melva? —Le había recriminado uno de esos días—. ¡Lo'ak vomita con solo olerla!
—¡Está bien, está bien! —Jake había levantado las manos en señal de rendición, ligeramente espantado por la mirada de su esposa—. ¿Por qué no vienes tú y nos ayudas?
Desde ese día, Neytiri se sentó con los tres para ayudarlos.
Ae'wyn disfrutaba esos días, donde Neytiri y Spider discutían por las más mínimas tonterías, pero se lanzaban miradas discretas llenas de cariño. Jake llevaba bocadillos para todos, mientras se sentaba junto a Ae'wyn para enseñarle a maniobrar los artefactos humanos necesarios. Esas máquinas le causaban dolores de cabeza, los botones, los ruidos, todo lo que debía recordar para poder manejarla bien.
