VIII. Conexión.

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—Necesito tu ayuda.

Karina se levantó de golpe y se llevó sus manos a su cuello. Su respiración estaba agitada ¿Una pesadilla? No, había tenido un sueño normal, una pesadilla nada de fuera de lo común. Se peinó el cabello hacia atrás y notó que estaba toda sudada. Balbuceó un insulto y se estiró para agarrar el celular. Aún faltaba una hora para que sonara su alarma.

Se acostó de nuevo y se quedó mirando el techo. No era la primera vez que despertaba así y pensaba que era algo nada fuera de su mundo, del real. Tan solo pensó que se estaba cayendo del edificio más alto del mundo. Había tenido un sueño bastante normal, pero cuando eso acabó, sintió toda la caída y antes que chocara con el pavimento, escuchó un fuerte disparo y despertó.

El disparo no era algo que su abuela le decía "magia" era tan solo un recuerdo de su padre. El sonido siempre llegaba con una corta imagen de su suicido, de su "¿Por qué tú no sufres?", y de... No, no quería seguir.

¿Cuándo fue la última vez que le pasó eso? Fue en un turno de noche de su trabajo, estaba en la sala de descanso, sentada y rellenando una ficha con el avance de un paciente. Se había quedado dormida y despertó de la misma forma.

—Maldita sea—susurró al darse cuenta de que iba a comenzar a llorar. Malditos recuerdos.

Se sentó en la cama nuevamente. Se negaba a llorar. Apoyó sus pies en el suelo y con la mente nublaba se quedó mirando su zapatilla. Aún llevaba el uniforme y recordó que la semana pasada Giselle la había tapado. En otros lugares, luego de tres semanas, ya había al menos un plato roto. Se rascó la nuca y miró la pizarra.

"Necesito tu ayuda" leyó.

Se levantó y, arrastrando los pies, caminó para agarrar la tiza que era demasiado pequeña para que pudiera escribir bien y se quedó mirando el mensaje. Recordó los mensajes que había escrito Giselle. Algo le ocultaban. "¿Quién es el verdadero culpable?", era la pregunta que más le asustaba, junto con el "¿Jimin es como tú?", y el "¿Terminará como tú?"

"¿Winter?", escribió y sintió nuevamente como su cuerpo se congelaba cuando observó como le respondía. La "S" fue lento, no parecía que era escrita por tiza ni con otra cosa, era demasiado ági, aunque inseguro. Con la "i" fue más rápido.

—Debo de estar drogada—susurró—o soñando.

"¿Ayuda con qué?", cerró los ojos, no quería ver de nuevo como se aparecía el mensaje.

—Con que me saques de acá—escuchó un susurro y soltó un grito del susto que seguro despertó al departamento de arriba y el de abajo.

Miró hacia atrás y luego por toda su habitación. Notó que su ventana estaba cerrada y se sintió estúpida por tranquilizarse por eso ¿Quién se iba a meter a una ventana del piso 17? Se pasó la mano por el cuello. El aliento del susurro era extremadamente frío.

—¿Qué pasó?—la primera en entrar fue Ningning con su pijama rosado.

—¿Estás bien?—preguntó Giselle.

Ambas miraron la pizarra y Ningning se tapó la boca al ver la corta conversación. Luego miró a Karina con terror y después a Giselle.

—¿Tú los sabías?

—No—respondió mirando hacia otro lado y luego recibió un golpe en la cabeza.

—Puedo explicarlo—dijo Karina mientras lo borraba todo—Me gusta hablar sola, sé que está mal visto, es por eso que lo escribo—era muy temprano para que su cerebro funcionara para mentir.

—Winter es el apodo de Minjeong—interrumpió Giselle—La chica que vivía antes acá, la dueña de estos muebles.

—Entonces es real—susurró—todo esto es real—se sentó en la cama y se tapó la cara con sus manos—No puede ser real, la magia no existe. Yo lo escribí sin ser consciente. Debe de ser eso.

Crossroads [Winrina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora