XIV. Dolor

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Giselle se encontraba sentada sobre la mesa del escritorio y Ningning en la silla. Ambas miraban con miedo y preocupación al cuerpo de Karina que dejaron recostada en la cama. No respiraba ni tenía latidos. Las dos llegaron a un acuerdo que si no volvía en media hora, la iban a llevar al hospital. No sabían si lo que le hizo era realmente Minjeong.

En los primeros diez minutos, entre el pánico, fueron por una botella de agua y Giselle le cocinó algo para comer. No sabían en qué más ayudar y se habían dado cuenta que Karina llevaba tiempo sin comer.

—¿Y si...—Giselle miró a Ningning—¿Y si Karina es realmente y completamente como Minjeong?

—¿A qué quieres llegar?

—Minjeong siempre fue de controlar sus habilidades, por qué los conocía. Pero Jimin recién lo está conociendo y no debo de ser la única que se ha dado cuenta de que cada día es más fuerte ¿No?

—Ella no se ha dado cuenta—suspiró—he visto como atrae objetos y como abre puertas sin siquiera tocarla.

—¿Y si es más fuerte que Winter? Giselle—sus ojos temblaban—tengo un mal presentimiento y sabes que esos nunca fallan.

—Pero siempre lo malinterpretas—acarició su hombro—puede que ese mal presentimiento se deba a que te irá mal en la universidad—Ningning negó con la cabeza.

—Tengo el mismo mal presentimiento de cuando Minjeong quemó a esa persona—miró a Karina—¿Y si Karina hace algo parecido?—miró a Giselle—¿Y si alguien más muere?

—Recuerda que sentiste un buen presentimiento cuando conociste a Karina, así que eso malo no vendrá de ella.

—No, esta Karina es distinta a la que conocimos—miró la pizarra— Winter la está cambiando ¿Y si ellas son las malas?

Ambas miraron a Karina cuando esta agarró un gran bocado de aire y se sentó en la cama. Su cuerpo temblaba por el shock de haber muerto. Karina trataba recuperar el aire y tosió repetitivamente. Giselle se levantó para pasarle un vaso de agua. Karina lo agarró, bebió todo el contenido y se limpió la comisura de sus labios. Estaba sangrando.

Alzó su camiseta y aún no había nada raro a la vista. Puso su mano en la zona y notó algo duro bajo su piel. Soltó un gemido de dolor y tosió más sangre.

—Llamaré a.

—No—interrumpió a Ningning—Winter me dijo que si tú y yo salimos, nos encontrarán y nos matarán.

—¿Conoces algún doctor de confianza?—preguntó Giselle.

—Las enfermeras no suelen llevarse bien con los doctores—sin dejar de mirar su abdomen, estiró su brazo para alcanzar su celular sobre el velador y este se acercó—Llamaré a Ryujin—susurró, la puso en alta voz y le entregó el celular a Giselle para así acostarse, dolía mucho.

—¿¡Ya se besaron!?—fue lo primero que se escuchó. Karina tapó su cara con sus mantas.

—Creo que no—dijo Giselle.

—¿Quién es?

—Giselle, amiga de Karina.

—¿Y llamar por...?

—Necesitamos un médico—dijo Ningning—Karina tiene una bala y creo que se va a morir, de nuevo. ¿Conoces a alguien que nos ayude?

—Los doctores nos odian—las chicas escucharon como se movía.

—Lia tiene una amiga que estudia medicina—habló Karina con dificultad. Giselle le acercó el celular—No sé si Yeji, pero se llama Chaeryeong. Ella nos puede ayudar.

—La llevaré en menos de diez minutos—se escuchó a Yeji.

Ningning agarró el celular y salió de la habitación para dejar descansar a Karina. Comenzó a dar indicaciones de como llegar al departamento mientras que Giselle cuidaba a que Karina no dejara de respirar.

Esperaba que el mal presentimiento no se trate de su muerte. Sin ella no iban a poder encontrar a Winter. Le agarró la mano y comenzó a acariciarla. Su mano estaba fría, tocó su frente y este estaba muy caliente. Se levantó para ir a buscar algo para tratarla, pero Karina agarró la mano con la poca fuerza que tenía para que no se fuera.

—Yo también tengo miedo—habló con dificultad y mirándola. Giselle pensó que se estaba metiendo en su mente. Karina cerró los ojos y, sin soltar la mano, hizo que Giselle viera como se veía Winter—¿Y si el mal presentimiento es ella?—sollozó.

—Ambas van a estar bien—Karina abrió los ojos—Winter me lo dijo, antes de todo eso, que ella iba a morir durmiendo. Me lo dijo en esos días que solemos beber mucho. Lo recuerdo, Winter durmiendo, Ningning corriendo y yo de cáncer a los 50 años.

—Yo a los 32 años—no lo veía, tan solo lo decía—dos días antes de Minjeong—dijo, pero sentía que era falso, que tan solo estaba delirando—durmiendo ¿No es muy joven para morir así?

Cerró los ojos y sintió una caricia en su cabello. Eso la relajó bastante, tanto que se sintió como si estuviera entre los brazos de su madre. Mantuvo los ojos cerrados al pensar que podría ser ella. No quería lamentarse por no verla. También tenía miedo de verla como la última vez que la vio, pálida y llena de sangre. No quería ver eso de nuevo.

Entre su mente nublada, observó a un pequeño bebe entre los brazos de su madre. Este no lloraba, ella nunca lloró además de cuando veía algo malo. Miró como su madre le sonreía y acariciaba su cabeza con la misma lentitud que lo hacía ahora. La cabeza de ambas estaban llenas de flores blancas, las mismas que tenía Ningning al verla llegar, las flores de la felicidad.

Tan solo se quedó disfrutando la caricia y olor a rosas, junto al de su perfume. Su cuerpo tembló levemente ante la felicidad y sintió como besaba su frente. Le limpió sus lágrimas y el olor se fue.

—¿¡Qué mierda te pasó!?—escuchó gritar a Ryujin.

Abrió los ojos y se encontró a todo el grupo de amigas de Yeji. Los volvió a cerrar con desagrado, no tenía energías para explicarle todo. Se tapó la cara con él ante brazo y escuchó como Lia y Ryujin no dejaba de hacer preguntas. Yuna la destapó para prepararla para la extracción.

—Espero que uno de tus poderes sea alejarte del dolor—dijo Ryujin mientras miraba como Chaeryeong limpiaba la zona.

—De todas formas sujétenla—dijo Chaeryeong.

—Apégate al dolor—escuchó a su hermano mayor—Si tratas escapar, morirás. 


oooo que soy dramaticaaaa

Crossroads [Winrina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora