—Despertó—escuchó a Yeji junto a otras pisadas.
—Tomate tu tiempo—dijo Ryujin y que le acarició la mano.
Karina respiró hondo, quería abrir los ojos lo antes posible. Estaba muy débil para soportar todos esos gritos. No quería escuchar sus preocupaciones, ella ya tenía muchos. Movió con lentitud sus ojos, hizo una mueca y abrió con dificultad el ojo derecho, encontrándose con a todas las chicas mirándola. Se concentró en Ryujin que tenía toda la ropa y el cuerpo mojado. Estaba preocupada.
—Ningning nos explicó todo—dijo Ryujin—de lo de tus poderes, Minjeong y que te quieren matar.
—No le creímos hasta que Chaer nos dijo que la bala se convirtió en agua cuando la sacó—dijo Yeji.
Cuando finalmente consiguió abrir completamente ambos ojos, Ryujin le ofreció a Karina un vaso de agua. Apenas pudo abrir la boca y tragó con dificultad. Sentía que su mente se aclaraba y que todo su interior volvía a funcionar con normalidad. Al terminar, destapó lentamente las vendas que cubrían su abdomen. En ese momento, Ryujin le iba a decir que descansara, que estaba muy débil como para hacer algo más que respirar, pero antes de decir algo, Ningning le sujetó el hombro con firmeza, indicándole que se quedara en silencio y que observara. No sería la primera vez que vería algo así.
Estaba débil físicamente, pero en su interior se sentía solo como si tuviera una leve resaca. Observó su herida, tenía buenos puntos y si tuviera la fuerza de poder hablar, lo hubiese dicho. Con lentitud cubrió su herida con ambas manos. Un gemido de dolor escapó de sus labios, cerró los ojos y tensó la mandíbula, le ardía y le picaba. Sin embargo, a pesar de eso, se mantuvo con la mano ahí por unos minutos y cuando lo sacó, todas las presentes observaron que se convirtió en una simple cicatriz. Incluso su quemadura, que también había sido tratada, se volvió solo en una marca.
—Tengo que volver—dijo al levantarse como si nada hubiese pasado.
—Primero come y báñate—dijo Ningning—llevas tres días durmiendo.
—Entonces tengo que volver lo antes posible—cojeó hacia al baño y se encerró.
Las chicas se vieron entre sí. Para las nuevas era todo muy raro para acostumbrarse en poco tiempo. La primera en reaccionar fue Yeji que fue hacia la cocina. No conocía mucho a Karina, pero pensaba que si algo malo le pasaba, Ryujin sufriría mucho más de lo que se lo podría imaginar. La única razón por la que no le habló antes era porque pensaba que salía con Karina, tenían buena química. Comenzó a cocinar algo simple y lo suficientemente nutritivo para que Karina recuperara todas sus fuerzas.
La siguió Giselle para explicarle donde estaba las cosas para cocinar y para ayudarle. Ningning sacó las sabanas que estaban manchadas con sangre. Se detuvo al ver el colchón. Había una mancha antigua, de Winter. Pasó tal vez un mes tratando quitar esa mancha. Sin embargo, ya había pasado mucho tiempo para que tuviera el valor de entrar a su habitación. Miró a Ryujin que había elegido la ropa de Karina. No necesitaban ser como Karina y Winter para notar que ambas tenían miedo de lo que podría pasar. Si el pasado le podía hacerle daño, ¿qué les aseguraba que al volver no pasaría nada? ¿Qué pasaría si encontraban a Karina? Ningning quería llorar ante la pregunta de como estaría ahora Minjeong. Giselle le contó un poco de lo que Karina le hizo ver.
Cuando salió del baño, con el cabello húmedo y con ropa cómoda que le dejó Ryujin en la puerta. Fue directamente a comer, ni siquiera le puso atención las miradas de preocupación a las chicas ni a los pensamientos paranoicos de Ryujin. Una idea que pensaba que no era suya pasó por su cabeza "Si podían lastimar a Karina, ¿qué le prohibía a ella matarlos?" Miró a Yeji y luego su comida. Tenía la mirada perdida, todas pensaban que estaba haciendo algún plan, pero la imagen de Winter besándola, acortándola en la pared de la universidad.
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Crossroads [Winrina]
Fanfiction"¿Hola?", decía el mensaje que encontró Karina en la pizarra de su nueva habitación.