XII. La silla

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—¿Y como te fue?—preguntó Ryujin.

Se encontraban en el comedor del hospital, en la mesa se encontraba también Yeji y sus amigas. Todas al tanto de la situación, ya que Ryujin no tenía las intenciones de ocultar nada de su cabeza a Yeji y sus amigas son buenas para sacarle información a Yeji.

—Mejor—susurró y le dio un bocado a su ensalada. Mientras masticaba miró las caras de las chicas. Una de ellas, no pudo identificar quién, se imaginó levantándose de la silla y agarrándole el cuello de su ropa para obligarla a decir todo lo que pasó. Esperaba que tan solo sea un pensamiento intrusivo—Hablamos unas cosas y fue bastante agradable.

—Pero ¿Cómo se llama? ¿Dónde la conociste?—preguntó Lia—Necesitamos detalles.

—Se llama Minjeong y es amiga de mis compañeras de piso.

—Y ya han tenido 4 citas—dijo Ryujin.

—Dos más que Ryujin con Yeji—dijo Yuna—vas bastante rápido ¿En qué paso van?

—En hablar.

—En la cuarta cita es imposible que solo sea hablar—dijo Yeji—Entre la tercera y la quinta ya empiezan a salir.

—¿En serio?—preguntó Ryujin en un susurro y se tapó la boca para controlar su emoción, al mismo tiempo que su cabello se llenaba de distintos tipos de flores. Una reacción completamente exagerada, pensó Karina.

—Si la próxima vez que se ven y no hay un beso, es mejor que vaya dejando eso de que es tu alma gemela—dijo Yuna.

—El problema acá es que lo es, y no puede cambiar eso—dijo Ryujin—. Estuve investigando un poco de eso—sacó su celular de su bolsillo—, y tengo grandes sospechas que eres una bruja, Karina.

—¿Y por qué?—preguntó mientras se llevaba el tenedor a la boca.

—En una página leí sobre la gente que predicen muertes, eventos y almas gemelas, todo eso dentro de un mismo lugar, junto con otras cosas—le pasó el celular a Karina—, ver muertos, revivirlos, controlar el fuego, control mental, vudú ¿Tú también puede hacer esas cosas?

—No lo sé—susurró y se deslizó por la página.

—Pero esas cosas no existen—dijo Yeji.

—Yo tampoco creo mucho en esas cosas—dijo Karina—pero hasta sé que ya se acostaron—apretó el buscador de la página y escribió "mariposa", no había nada con ese tema.

—¿¡Que!?—gritó Yuna que se levantó ante el enojo—nos prometiste contarnos todo.

Se metió entre los contactos de Ryujin y se envió el enlace por mensaje. Cuando llegara al departamento leería todo lo que ese lugar tuviera y se lo contaría a Minjeong. Esperaba que tuviera información útil o al menos alguna ayuda de como hacer todas esas cosas que parecía que podía hacer. Tenía que comenzar a aprender como utilizar sus propios poderes, poder controlarlos para no llegar a hacer lo mismo que Winter o para enseñarle a evitarlo.

Sacó su celular al levantarse del comedor y mientras caminaba hacia su trabajo, le envió el enlace a Giselle y a Ningning. Ambas parecian ser buenas en investigación, esperaba que Ningning lo fuera al estudiar periodismo. Aunque desconfiaba de que pudiera tener la habilidad de concentrarse en esas cosas. La mente de Ningning era demasiado ruidosa, muchísimas cosas como para poder sacarle algo de información. 

Mientras comian podia escuchar, entre susurros, todo lo que pensaba. Ya que no solo eran muchas cosas, tambien era fuerte y claros, para Ningning. Mientras hablaba de sus teorias, pesaba en una serie romantica, en la universidad, en Giselle, en un video que vio hace poco y otro que vio hace mucho. Una de las primeras cosas que Karina aprendió por si misma fue dejar de escuchar la mente de Ningning. 

Crossroads [Winrina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora