XIII. Winter

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—Karina.

Karina sentía que su cabeza iba a explotar por el zumbido que tenía en ambos oídos. El dolor que le recorría el cuerpo era agudo, pero extrañamente distante. Comenzó a mover sus ojos, incapaz de abrirlos. Su respiración se comenzó a agitar ante el pánico y logró tomar un bocado de aire al mismo tiempo que logró abrir los ojos.

—¿Dónde estoy?

Miró hacia sus lados, no había nada más que oscuridad. Miró sus manos y se encontró con la quemadura en la palma. No estaba en un lugar oscuro, estaba en la nada. Miró a Minjeong que estaba parada al frente suyo. Tenía sangre cayendo de las comisuras de sus labios y en los dientes. Sus ojos estaban hinchados por tanto llorar, su ropa estaba rota y manchada.

Se miraron a los ojos por unos segundos y Winter la abrazó con todas sus fuerzas, ocultando su cara en el cuello. Karina se dio cuenta de que el dolor que sentía no era el suyo, sino que el que sentía Winter en su realidad. Cerró los ojos y trató meterse en su mente.

—No lo hagas—susurró Winter, pero rehusándose en soltarla.

Vio la primera vez que la sintió. En el hospital mientras le hacía una curación a la señora Kang. Winter estaba a su lado, llamándola con la misma desesperación que lo hizo ella cuando estaba ebria, solo que ella nunca la escuchó. Vio todas las veces que estuvo a su lado, el cómo sopló su cuello cuando vio el hombre que le acaba de disparar y se dio cuenta de que en todo momento el hombre no la había visto a ella, sino que a Winter.

También vio cuando escribía en la pizarra, con la punta de su dedo índice. Lo hacía a escondidas para que ella no se asustara al verlo. Además, no podía esta mucho tiempo ahí. Karina trató ver más allá de esas cosas, algún adelanto de las otras fotos o como era el lugar donde estaba, pero tan solo observó como se besaban.

—No lo veas, aún no—susurró y Karina sintió como sus lágrimas manchaban su cuello—, por favor— sintió el vapor frío chocar con su piel.

—¿Y para qué me has traído?—acarició su espalda.

—Solo necesitaba un abrazo tuyo—dijo.

"Porque duele" pensó.

—Y para advertirte que no salgas, te van a encontrar si lo haces, Ningning tampoco debe de salir, ella también está en peligro—se alejó para mirarla a los ojos.

—Dime donde estás, sé que sabes, por eso proteges tu mente.

—Karina...no—acarició su mejilla, esta vez era frío para ambas—primero salva a mi yo del pasado, y luego a mí.

—¿Qué pasó?

En un pestañeo miró a Minjeong hablando con el hombre que le disparó. Ambos calmados.

—Me utilizaron para encontrarte—dijo en un débil susurro—lo siguen haciendo y están cerca—bajó la mirada y Karina notó como el lugar comenzó a llover—Ya les dije tu nombre.

—No te sientas mal—dio un paso para estar más cerca de ella. Minjeong observó que sus sombras se juntaban—con que me adviertas lo que está pasando, está bien. Tuviste tus razones para ayudarlos y aunque no los sepa, lo entiendo—estiró su brazo y sacó un pétalo de cerezo escondido detrás de la oreja—Confío en ti.

—Esto es vergonzoso—susurró y agitó su cabeza para sacarse los pétalos, eran mucho más de lo que alguna vez había visto Karina. Cuando tocaron el suelo, desaparecieron—¿No queda ninguno? Si él lo ve, sabrán que te vi.

—Entonces es mejor irme antes que aparezcan más—retrocedió tres pasos—Fotos, entrenar y sacarte de acá ¿Eso no más?

—Prepárate para pelear, en el pasado y para ahora. También recuerda en no confiar en mí, todo lo que salga de mi boca será falso, tan solo confía en lo que te diga por la mente, ya que ellos no lo escuchan.

—Lo haré—Minjeong miró sus ojos, eran distintos cuando la vio en el comedor y también de la primera vez que viajó hacia ella. Ahora estaba más segura de sí misma y con odio. Antes estaba perdida, con miedo y tristeza. Bajó la mirada. Después estarían tristes y llenas de ira—Tráeme cuando quieras—dijo al desaparecer.

—Te traeré cuando estés lista.

Minjeong soltó un largo suspiro y cerró los ojos con fuerza. Su cuerpo temblaba, al igual que su corazón. La lluvia se intensificó y su cuerpo se comenzó a congelar. Había hecho todo lo posible para ocultar el terror que sentía de estar ahí. Quería que creyera que podía aguantar hasta que terminara de ver las fotos, pero en ese momento ni siquiera sabia si podía seguir manteniéndose viva. Ya había perdido mucha sangre en esa semana, ya que trataban mantenerla débil para no volver a llamar a Karina.

Dejó el lugar que creo al dejar de sentir el dolor en su cuerpo. No tuvo el valor de alzar la mirada, ya que sabía lo que le iba a pasar. Apretó con fuerza su mandíbula cuando la obligaron a levantar la mirada. Se encontró con un hombre vestido completamente de negro, con toda la piel tapada. Negó con desesperación con la cabeza mientras lloraba.

—Tienes que dejar de hacerlo—dijo el hombre, sacando un pétalo de su cabeza—Deja de verla y dinos donde mierda esta—agarró la manilla que controlaba la electricidad—¿Dónde está Karina?—preguntó al mismo tiempo que lo puso en el nivel más alto. 



cortito pero potente ¿eh?

Crossroads [Winrina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora