El cuadro lo conocía, era de uno de un gato naranjo pintado al estilo de Van Gogh. En otro tiempo lo hubiese encontrado bastante chistoso. Era un Van Gogh felino. Lo había visto con anterioridad mientras corría del cazador, al bajar las escaleras. No le prestó atención, por obvias razones, pero si lo recordaba. Era algo que adornaba la facultad de Veterinaria. Luego de cerrar los ojos del flash pudo ver a Namjoon frente a ella.
—¿Ves que no era tan difícil?—preguntó con una sonrisa—Sabía que eran las fotos—Karina miró hacia atrás, donde estaba Winter agitando la polaroid.
Quiso preguntarle que era lo que pasaba, pero una imagen se puso en su cabeza. Dos hombres siguiendo a Giselle y a Ningning mientras estaban en el supermercado. Ambos armados.
Winter bajó la mirada. Era consciente de que Giselle también había sido capturada en la realidad de Karina. Sin embargo, hacer eso le iba a dar un año y medio más de vida.
—De todas formas no cumplirás tu parte—Karina dio un paso hacia al cazador—Luego querrás matar a una de ellas y después te las llevarás de todas formas.
—¿También ves el futuro?
—Soy del futuro—le corrigió con desagrado. Namjoon sonrió.
—¿Tú también lo ves?—le preguntó a Winter que estaba concentrada en otra cosa, buscaba algo en la mente de Karina, alguna salida o alguna pista—Ya está rota.
—Te va a matar—susurró Winter—te matará y luego me torturaras por un año y medio ¿Acaso tú no lo ves? Alzas esa pistola y pasará eso. Aún podemos evitarlo. Aún puedo quemar estas fotos para que no viaje al pasado.
—Pero esta chica es todo lo que te dije.
—No soy una asesina—dijo Karina—no soy como tú—Namjoon comenzó a reírse a carcajadas.
—¡Mírate! Tienes los mismos ojos que ponía mi padre antes de matar a las suyas. Comenzarás conmigo y terminarás con toda la humanidad. La profecía lo dice, tengo que matarte antes que se cumpla.
—¿¡Y ahora metes una estupidez así!?—exclamó Karina—Ni siquiera tengo razones para hacer eso, solo quiero proteger Minjeong. Te mato, luego de eso iré a liberar a Minjeong y nunca sabrán de mí.
—Lo has admitido, vas a matarme—dijo Namjoon que alzó la pistola para apuntar directamente al corazón—Le borraste a la memoria a mis mejores hombres, así que independiente de lo que digan, me vengaré ¡Ni siquiera recuerdan a sus hijos!
—Es lo mejor que les pudo pasar, tener a un padre asesino ya les arruinaba la vida—dijo Karina y Namjoon disparó.
Karina ni siquiera pestañeó ante el sonido del disparo. La sonrisa se formaba en sus labios mientras observaba cómo el cuerpo del cazador se envolvía en un fuego azul intenso. La capacidad de movimiento le había sido arrebatada, pero sus ojos seguían fijos en los de Karina.
Podía ver con claridad como sus ojos cambian a enojo a emoción. El cómo se daba cuenta de que sí era tan fuerte como él decía, como el que todos decían. Su sonrisa tenía una pisca de satisfacción.
El fuego no era lo que más le dolía, Karina estaba siendo más cruel que eso. Le estaba mostrando la vida de su hijo que nació hace un año. Lo vio dar sus primeros paso, sus primeras palabras, todo, sin embargo, todo siendo acompañado con él a su lado. Le estaba mostrado la vida de su hijo si él no hubiese disparado. Le mostró ya adolescente, drogándose, peleándose con desconocidos, acostándose con cualquiera, arruinando su vida por tenerlo como padre.
Karina se estaba vengando de todo lo que le iban a hacer a Minjeong. Se siente bien, pensó Karina. Namjoon merecía eso y mucho más, pensó. Ya había enviado la orden de captura de Minjeong, él había armado la silla que usarían para torturarla, la compraron especialmente para Minjeong.
En el momento que Namjoon vio a su hijo agarrar una pistola a los 21 años. Un recuerdo de Karina lo interrumpió. En vez de ver a su hijo matarse, vio al padre de Karina hacerlo. Eso le asustó mucho más, y más al escuchar el grito desgarrador de la versión joven de Karina. En ese momento se dio cuenta de que él había creado ese monstruo.
"¿Por qué tú no sufres?"
Su tortura terminó cuando Winter la abrazó con todas sus fuerzas. Minjeong miró a Namjoon y le hizo ver a su hijo, graduándose, triste, pero convirtiéndose una mejor persona al pensar que su padre murió como un héroe. Le mostró a sus nietos para que Namjoon muriera en paz. No le gustaba ver fantasmas arrepentidos.
"Me vas a odiar por esto" Karina escuchó en sus pensamientos y toda la luz de su alrededor se fue.
—¿¡Lo vas a defender!?—exclamó Karina que se dio vuelta para mirarla—¡Tu igual lo viste! Mando torturarte antes de esto "Si no me muestra a esa chica, la obligaremos a la mala"
—Si matas así, ellos tendran la razón.
—Te lavaron el cereb.
Los labios de Winter la interrumpieron. Eso no lo veía venir. La sorpresa inicial se desvaneció rápidamente, dando paso a una intensidad que ninguno de los dos anticipaba. Se besaban como si hubiesen esperado toda su vida para hacerlo. Los músculos de Karina se relajaron y sus manos se deslizaron hacia la nuca de Minjeong, buscando profundizar el contacto.
Karina trató separarse ligeramente para decir algo, pero Winter no tenía intensiones de dejar que terminara pronto. Eso convenció rápidamente a Karina. Minjeong puso sus manos en los hombros de su mayor e hizo que se apoyara contra la pared del edificio universitario. Karina se aferró con más fuerza. Sus movimientos y respiración delataban su deseo.
Ambas podía sentir como la otra lo disfrutaba, pero Karina también podía sentir que Minjeong no disfrutaba el momento, solo el roce.
"Abre la boca"
Karina, dejándose llevar por la intensidad del momento, obedeció sin dudar. Un gemido escapó de sus labios cuando la lengua de Winter se encontró con la suya. El fuego de Namjoon se apagó con completo. Todos los sentidos estaban concentrados en las caricias de Winter. Quería más de ella, anhelaba el calor y la pasión que solo Winter podía ofrecerle en ese momento.
Su mente estaba tan ida que ni quiera era muy consciente de lo que pasaba. La existencia de todos sus problemas se fueron. Ni siquiera sintió como la lágrima de Winter cayó en su mejilla y se deslizó por sus labios.
"Quédate quieta"
Karina, con las manos ahora en reposo a los costados, estaba dispuesta a aceptar cualquier movimiento que haría Winter. Comenzó a sentir un cosquilleo en la lengua y paladar que se intensificó. Intentó mover su lengua para deshacerse de la extraña sensación. Era incómodo, y cuando pensó que era algo que estaba vivo, comenzó a entrar en pánico.
Trató con todas sus fuerzas moverse, pero solo logró abrir sus ojos. La vista de Winter, llorando con expresión de dolor, envuelta con angustia, la dejó atónita ¿Ella había provocado eso? El cosquilleo continuo su viaje por su garganta. Podía imaginarse la mariposa entrando, tratando aletear en su garganta.
"Espero que lo entiendas"
Karina tragó y volvió a su realidad. Su mente estaba callada. Todo estaba tranquilo. Nunca en su vida había estado así. Miró a Ningning y a Yeji con lágrimas en los ojos.
—Fuiste tú—dijo Ningning y Karina miró la pizarra que se encontraba quemada.
—Me quitó mis poderes—susurró—No puedo escuchar nada, no puedo sentir su miedo ni su preocupación. No puedo escuchar a los vecinos—se puso las manos en la cabeza. Le molestaba el silencio, sus propios pensamientos—¿Cómo voy a salvarla si no tengo cómo?
—De la misma forma que yo tenía planeado hacerlo—dijo Yeji—con un palo fierro y muchos insultos.
—Sin magia—pensó Karina en voz alta. No se lo podia ni imaginar.
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Crossroads [Winrina]
Fanfiction"¿Hola?", decía el mensaje que encontró Karina en la pizarra de su nueva habitación.