Capítulo Catorce - El final I

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Feliz año nuevo para todos, espero que este sea uno muy bello y bonito para ustedes, que logren cumplir sus metas y estén un paso más cerca de sus sueños. Ahora sí, llegamos a este punto de la historia. Simbionte en París no va a terminar aquí, solo es el final del primer arco, así que tranquilos. Cuando esto termine me tomaré el tiempo de incluso nombrar capítulos y añadirles alguna que otra cosa o incluso corregirlos un poco. Y luego vendrá la segunda temporada. Con todo eso dicho, espero lo disfruten, ya saben que me gusta leer sus comentarios.

"La única diferencia entre el éxito y el fracaso es la capacidad de actuar"

—Alexander Graham Bell.

Nathaniel frunció el ceño y esquivó un tajo directo al rostro, dio un giro y se movió hacia la izquierda para volver a tomar distancia contra su enemigo

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Nathaniel frunció el ceño y esquivó un tajo directo al rostro, dio un giro y se movió hacia la izquierda para volver a tomar distancia contra su enemigo. Aarons jadeó de nuevo y movió el cuchillo entre sus dedos.

—Eres mucho más veloz que antes —reconoció el adulto, sonriendo de tal forma que la cicatriz en la mejilla se le distorsionaba. Nathaniel logró reconocer una figura animal, aunque era demasiado probable que su lado artístico estuviese haciendo de las suyas.

—Un cuerpo más delgado ayuda para estos casos —respondió Venom, creando una boca para poder hablar en la mano de Nathaniel.

—No hagas eso, es asqueroso —reclamó el pelirrojo, agitando su mano izquierda para que Venom dejase de hacerlo y volviese al interior—. Ya es suficiente con este loco.

—No estoy loco, solo busco una revancha —gruñó el hombre, claramente ofuscado por un recuerdo de su encuentro anterior con el simbionte. Nathaniel no sabía por qué tenía que seguir pagando por lo que sea que ocurriese por acciones propias de Venom, pero no podía echarse atrás.

Después de todo, él decidió asumirlo, le dijo a Adrien que escapase con el inhibidor y fuera con Alix. Rogaba que su madre estuviese segura con su amiga.

—No sientas miedo, Nathaniel —le dijo Venom en su mente, pues el traje volvió a vibrar y se descontroló por un momento.

—Claro, ya me siento más tranquilo —musitó el pelirrojo, tragando saliva y observando los movimientos de la mano de Aarons en cámara lenta.

El hombre castaño se lanzó de nuevo hacia el ataque, Nathaniel captó el movimiento con mucha facilidad y esquivó las puñaladas sin esfuerzo alguno. Aarons cambió su plan inicial y dio una patada.

Un impacto leve mientras el pelirrojo esquivaba le hizo dar una voltereta para cambiar su trayectoria. Nathaniel esperó resentirse del dolor, pero el propio traje estaba intacto.

—Ese golpe no fue tan fuerte —explicó Venom—. Ahora, muévete, no puedes esquivar por siempre.

Y en eso tenía razón, Aarons se volvió a lanzar al ataque con el cuchillo sujetado hacia abajo para lanzarle un tajo directo al rostro. Nathaniel logró agacharse y lanzar un puñetazo hacia el abdomen del adulto.

Simbionte en París | Miraculous - 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora