Capítulo 21

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Al llegar al trabajo saludé a todos mis compañeros y me dirigí al despacho con una sonrisa de oreja a oreja, anoche lo pasé de lujo, me sentía radiante, era como si hubiera descansado mejor que nunca, como si hubiera sido la primera vez que había tenido un sueño reparador. Cuando llegué al despacho Dunia se quedó mirándome con una sonrisa de oreja a oreja, pero al mismo tiempo tenía una expresión un tanto extraña.

—Buenos días —dije acercándome a ella y depositando un sonoro beso en su mejilla, acto seguido me senté a su lado para ver que teníamos pendiente para hoy.

—Buenos días, veo que alguien anoche tuvo una noche increíble —dijo haciendo un movimiento con los ojos de arriba a bajo y con una sonrisa pícara.

—¿una no puede estar feliz? —dije mirando lo que había escrito en la libreta para la organización del baby shower.

—Claro que una puede estar feliz, es algo muy importante para afrontar el día. Pero yo creo que estas feliz por otra cosa, es decir, anoche tuviste una noche de placer alucinante, porque desde aquí me viene el olor a sexo. —Dijo haciendo un gesto con las manos atrayendo el olor.

—no digas tonterías —miré hacia otro lado para que no se notara el rubor en mis mejillas.

—oh dios santo, tuviste una noche de placer quiero que me cuentes todos los detalles —cogió un bolígrafo y se lo llevo a los labios para después ponerlo entre sus dientes.

—¡Eres una morbosa! Esas cosas no se cuentan, son mi intimidad.

—Con eso acabas de decir que fue así. —Alzó las cejas.

—Vamos a trabajar, y si tuve una noche de placer, fue la primera vez que intentamos de esa forma, la verdad que fue muy beneficiosa. —suspiré al fin, ya que sabia perfectamente que si no lo admitía estaría dándome follón con el tema toda la mañana. —No preguntes los detalles por que no pienso dártelos, así que ahora ponte a trabajar. Tenemos que tener todo preparado para la pedida de mano. —Respondí cogiendo la carpeta.

—lo sabía —dio un aplauso alegre y sonrió triunfante.

—eres el ser más cabezón de la tierra.

—Pero me quieres y no puedes estar sin mí. —Me guiñó un ojo.

Negué y nos pusimos a hacer lo de la pedida de mano, tendríamos que ir al lugar a organizarlo todo porque según lo que teníamos apuntando era para esta noche.

—Dunia, tenemos que ir urgente al lugar para planearlo todo, es esta noche, y no hemos hecho nada —dije alarmada.

—Tranquila, llamó el novio y nos dijo que si lo podíamos posponer para mañana por que le había salido un compromiso de ultima hora. Está todo preparado solo tenemos que ir a decorar aquello, así que no te preocupes.

Suspiré. Eso me daba un margen para que todo quedara perfecto, para que fuera una noche inolvidable, todo saliera como habíamos planeado o mejor.

—Altair, tengo que hablar contigo urgente. —Dijo Dunia de repente a lo que me quedé parada, todas mis alertas se dispararon, por que pensaba que iba a decirme que lo había dejado con mi hermana, o algo por el estilo.

—Adelante.

Cogió la silla y se giró para ponerse delante de mí, acto seguido agarro mi mano y nos miramos a los ojos.

—Se que llevo muy poco tiempo saliendo con tu hermana, pero necesito tu bendición, quiero pedirle matrimonio, es la mujer de mi vida, con ella todo es mas fácil, y no quiero que se me escape, me he enamorado hasta las trancas de ella, es lo que siempre estuve esperando. —dijo de repente.

El Tango (Reescrita)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora