Después de un largo tiempo trabajando optamos por tomarnos un descanso, nos lo merecíamos, nos habíamos dejado los sesos, para que todo estuviera conforme él lo quería. Salimos de la oficina y nos dirigimos a la cafetería para tomarnos algo. Nos pedimos unos cafés, nos sentamos en la zona de la ventana y nos pusimos a hablar de todo un poco. Me sentía genial con ella, era la primera vez que tenia una amiga de verdad, siempre había sido la rarita y nadie quería juntarse conmigo porque pensaban que mi rareza se le iba a pegar, pero me daba igual, tampoco quería unas amigas que se aprovecharan de ti como había visto en los años de instituto que pase, a la cara todas eran amigas, pero después se decían de todo.
—¿En qué piensas? —Preguntó Dunia observándome.
—En todo lo que me ha pasado en este año. No sabía que mis padres se aprovecharían de mí, llegara a encontrar una amiga de verdad que al mismo tiempo se hiciera mi cuñada, encontrar el amor. A día de hoy puedo decirte que estoy orgullosa de mí, y mi vida, tengo todo lo que un día soñé. —Sonreí de lado.
—A veces eres tan tierna que no se como no me dan ganas de vomitar —dijo Dunia haciendo un gesto.
Negué con la cabeza para después darle un golpe en el brazo.
—Oye, tampoco te pases —me crucé de brazos ofendida.
Esta rio a carcajadas y le seguí. Nos terminamos los cafés y volvimos a nuestro puesto de trabajo.
Mientras ella organizaba todo yo me ponía a editar las fotos del sexo del bebe, cuando ya las tenía listas, hice un álbum con cada una de ellas. Al tenerlo preparado llamé a los padres del niño.
Al tercer tono me lo cogieron.
—Buenos días, soy Altair García, la chica que hizo las fotos de vuestra fiesta, os llamaba para deciros que el álbum ya lo tenéis preparado, podéis venir a recogerlo cuando queráis.
—Buenos días, muchísimas gracias. Dígame donde tenemos que ir y a que hora.
—¿os viene bien pasaros ahora? —Pregunté.
—Por supuesto, tenemos ganas de ver el trabajo que hizo.
—Bien, venir a la empresa Melitania organizador de eventos. —Dije el nombre de la empresa.
—Bien enseguida nos vemos.
Dicho esto, colgamos al mismo tiempo. Le enseñé el álbum a Dunia y quedo estupefacta.
—Esta precioso, muestra la esencia del día. —Sonrió admirándolo.
—Muchísimas gracias, voy a enseñárselo a tu tío para decirle que los dueños están a punto de venir.
Esta asintió y me devolvió aquel álbum, le hice una caja del tamaño de este para después ponerle una foto delante con una portada que ponía; Revelación de sexo girl or boy. Con letras doradas y cursivas, añadiéndole una foto de la mesa.
Me levanté y fui hacia el despacho del señor Rodríguez. Al llegar a la altura de la puerta toqué dos veces, un pase se oyó, abrí la puerta me lo encontré con un montón de papeles encima de la mesa y al entrar alzó la mirada.
—Si le molesto vengo en otro momento
—Tranquila, no molestas ¿Qué quiere?
—Quería enseñarle el álbum de fotos que hice de la revelación de sexo del bebe, también cité a los propietarios para entregárselo.
—Bien, muéstrame —dejó a un lado los papeles y le pasé la delicada caja.
Lo abrió y comenzó a mirar todas las fotos una por una. Al terminar lo cerró y me observó.
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El Tango (Reescrita)
RomanceAltair se ha criado con sus abuelos desde que tenía diez años. En su cumpleaños número dieciocho los padres optan por ir a por ella, para recuperar el tiempo perdido, o eso es lo que ellos dicen. Desde que se fue de su casa, le ha pasado de todo...