dejá vu.

204 25 6
                                    

un dejá vu.

una sensación que habia tenido antes, esto ya había sucedido en mi mente. no estaba errada, no era una simple equivocación, habia soñado con ello.

volteé la cabeza encontrando a un merodeador de la arena cargando un droide, quien me llamaba, tragué saliva mientras miraba a mi alrededor.

parecía una broma. todo lo que venía después de esto era caos, dolor, confusión.

ayudé al droide que me miraba atentamente, como si fuera una clase de profecía, tal vez una salvadora... no lo era, no lo sabía.

─¿qué?─pregunté mirándolo desde arriba, todo el lugar donde estábamos era igual, todo era lo mismo, aburrida e interminable arena... como la odiaba.

el pequeño droide soltó un sonido, agradecido, tierno... dudaba que durase mas de unas horas al sol. hice una mueca, mirando al horizonte, nada. iba a necesitar más que suerte, no tenía idea como había llegado hasta aquí... era como yo.

caminé lentamente hacía atras, imaginando que tal vez el sueño estaba equivocado, tanto cómo yo. pero a penas pude avanzar sin el droide, que me seguía, como si el destino estuviera empedernido en mi contra.

─oye, escucha.─murmuré un rato después, dándome la vuelta, agachándome a su altura─ no sé quien eres, no sé de dónde vienes, ni que quieres... solo, vé continúa sin mí.

el hizo otro sonido, uno que apenas logré comprender, me quejé rendida, siguiendo con mí camino a casa... o bueno a donde me refugiaba, si es que podia tomarme la libertad de llamar hogar donde dormía todas las noches.

─¿de quien eres?─pregunté sobre mi hombro, si lo conocía tal vez incluso habría puesto una recompensa para este punto. aunque yo sabía que de la misma forma en la que me seguía el droide me estaba siguiendo la trayectoria de mi sueño.

el hizo unos cuantos pitidos más, “poe dameron”.

─¿él te diseñó?─me burlé, prestando atención a dónde pisaba, el chilló unas veces más, dándome a entender que ese era su dueño.

sabía que después de todo yo era la culpable, desde que habia descubierto el lugar exacto donde ocurria mi sueño, pasaba regularmente. como asegurándome de que no era real, como una estúpida creyente.

─bien, ¿y dónde está?─pregunté cansada, acomodando la capucha que tenía puesta sobre mi cabeza, era de una fina tela que había conseguido desde... tiempos que no reconocía. fruncí el ceño, volteando a ver al droide.─ tu dueño, ¿dónde está tu dueño?

a pesar de mi falta de paciencia, por la irritabilidad que llevaba encima, por los soles inacabables y la arena que golpeaba mi piel, el droide no respondió solo me miró.

─no lo sabes.─confirmé y el sonó, como si estuviera afirmando.─ yo tampoco sé cómo llegue aquí, él me dijo que probablemente me ayudarías a salir de aquí y descubrirlo...

él. llevaba demasiado tiempo sola, cuando lo encontré hablándome, sin entender porqué o cómo se conectaba a mí. solo un día apareció y me empezó a hablar sin parar, con una extraña mirada fija... iba y volvía de la nada.

─no debes tener idea de que hablo.─suspiré cansada, agitando el cabello lejos de mi rostro─ espero que poe dameron sea mi amigo o algo así... una familia...

volví a mirar al horizonte, estábamos a punto de llegar al mercado, no faltaban demasiado.

─olvidalo, solo fue un sueño.─me susurré, retomando la caminata, escuche al droide y sus engranajes siguiéndome de cerca─ y este poe, ¿es millonario? ¿crees que pague bien por tí?

me reí como si hubiera dicho una estupidez... tal vez porqué lo habia dicho.

pasamos por los conocidos puestos de estafadores, mientras yo relantizaba mi paso, para vigilar al droide. ¿que haría ahora? solo recordaba los sentimientos confusos del sueño, breves imágenes que apenas lograba hacer una escena completa.

─hey.─

miré sobre mi hombro, buscando la figura con el ceño fruncido, sin encontrarla, como un eco dentro de mi cabeza. continúe siguiendo al droide molesta.

─no ahí, cabeza de láser.─

volteé a mi otro hombro, buscándolo con la mirada, bufé mientras me agachaba hasta el droide y lo llamaba, para poder quedarnos a resguardo detrás de una sombra.

─¿que mierda quieres ahora?─susurré mirando a mi alrededor, con el ceño fruncido─ ¿dónde estás?

─detrás tuyo, haz un esfuerzo blues.─

chaqueé la lengua, volteando por completo sobre mis pies, encontrándome de lleno con un chico con los ojos sorprendido de mi movimiento tan de repente.

─ah, lo siento...─murmuró con una sonrisa, como si estuviera avergonzado del acercamiento, yo di un paso atrás algo escéptica.

─es él.─

me resistí a decirle que no era él, absolutamente no era él... este chico no aparecía en mi sueño.

─¿sucede algo?─pregunté llamando a el droide con la mano, este no me hizo caso, y continúo alejándose hacía atrás.

─su nombre es BB-8.─

─¿como sabes eso?─susurré volteando la cabeza hacia el droide─ BB, no te alejes.

─oh, lo conoces.─murmuró el chico frente a mí, quien parecía ganar conciencia de nuevo, luego de mirarme con un rostro en blanco.─ gracias por encontrar a mi droide... pero, tenemos que irnos...

él se veía más que apresurado, constantemente mirando a su alrededor, imaginé que me veía de la misma manera por culpa de la voz constante y estúpida.

─¿eres poe dameron?─pregunté y el me miró en blanco, luego comenzó a asentir de forma rápida, chasqueé la lengua─ te dije que no era él...

─intento ayudarte, sabelotodo.─

lo único que faltaba era que este idiota pudiera hablarme de esa manera dentro de mi cerebro, aprete los puños a punto de golpear a alguien, respiré profundamente.

─¿estás hablando conmigo?─preguntó él, y yo bufé mirándolo a los ojos, dejando de hablarle a la nada a mi lado... probablemente estaba quedando  como una loca.

─se qué no eres él.─murmuré, cansada, descansando mis manos sobre mi cintura─ ¿que sucedió con poe? ¿quien eres?

─soy... finn...─el chico frente a mi dudo un poco sus palabras, pero finalmente parecía asentir para convencerse a si mismo─ soy... uh... soy el compañero de poe, él... él no está muy bien en este momento, créeme, necesito el droide.

─finn, poe, es lo mismo. lárgate de este infierno lleno de arena.─

yo parpadeé bastante conflictuada con mis sentimientos, acaricié mi frente completamente derrotada.

─claro.─cedí, con un suspiro, finn pareció aliviado por mi decisión, extendí mi mano─ ¿cuánto tienes?

RISING | KYLO REN, FINNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora