no todo está perdido.

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─¿a dónde irás?─con leve preocupación, la voz de blizz cambió cuando me bajaba de la nave.

─iré con la resistencia.─susurré, aunque eso era lo que estaba repitiendome, una y otra vez.─ tengo que ir en busca de mi nave...

─y te quedarás ahí.─se rió ella, como si quisiera aligerar el ambiente, pero yo negué con la cabeza.

─no, luego volveré a tatooine.─susurré y ella frunció el ceño, confundida─ continuaré con mi vida... reparando naves.

─espera... ¿no eres un jedi?─preguntó ella y yo miré al horizonte del nuevo planeta en el que estaba, era de noche.

─eso quería creer.─admití, con la mirada perdida─ solo tenía un sable de luz, es todo.

bajé el último escalón hasta que toqué el suelo, habia pasto debajo nuestro.

─pero estoy segura que si algún día...─levanté la cabeza a verla, los ojos de blizz eran marrones, pero aún así brillaban como una estrella─ desean terminar con esto... la resistencia los recibirá... mucho mejor que la primera órden.

ella sonrió, demostrando un hoyuelo a un lado de sus labios, se rió como sorprendida.

─¿están reclutando?─preguntó con suavidad y yo asentí.

─todo el año.─murmuré, riéndome con ella, la miré desde abajo, y blizz asintió tomando la moneda que le ofrecí de vuelta.─ dile a kikie que lo siento.

─lo haré.

la puerta se cerró, separándonos por completo, y yo miré a mi alrededor, mientras caminaba por las calles algo perdida.

el sol se estaba escondiendo, no tenia un lugar a donde ir, y no sabía donde estaba. suspiré aliviada de no tener mi sable conmigo, después de todo lo habrían robado en este lugar probablemente.

miré al cielo nocturno mientras caminaba, no llevaba ropa de invierno sobre mí, y el viento parecia querer complicarme la vida. hice una mueca viendo las plazas y palacios extendiéndose en alto a lo lejos. lugares que casi parecían sagrados para estar pisandolos.

me senté en una de las escaleras viendo el lugar vacío, y un brillo azul detrás mio me tomó por sorpresa, el sonrió de lado. y yo bufé riéndome suavemente.

─te ves... triste.─

adivinó anakin, quién pronto apareció bajando las escaleras del que parecia un templo, dudaba que uno jedi. tal vez otra cosa.

─me quitaron todo lo que tenía.─susurré, pero mi voz sonó más estrangulada de lo que quería, estaba a punto de llorar de nuevo.─ y no sé dónde estoy.

─yo sé donde estás.─

su silueta parecía agacharse a mi altura con una sonrisa, él quería hacerme reír. pero me sentía mal.

─no tengo tiempo para esto, skyguy.─murmuré frotando mi rostro con fuerza, intentando hacer desaparecer el dolor.

escuche su risa, el termino sentándose a mi lado y yo abulté mis labios, mirando a la nada.

─a ella no le gustaba la lluvia.─murmuró él, y yo lo miré, el sonreía mirando al frente de forma distraida, justo como lo hacía yo antes.─ pero creo que luego comenzo a gustarle...

─¿porqué?─pregunté de forma distraida, mirando al cielo, estaba estrellado.

─porqué la llevé bajo la lluvia...─

su voz sonaba baja, casi lejana, pero aún así notaba el brillo que despedía de por sí su proyección fantasma, el suspiró.

─ quería tanto besarla... y decirle que estaba... enamorado.─

─¿y lo hiciste?─pregunté sonriendo con burla, abracé mis piernas a mi cuerpo con frío.

─no.─

estuvimos en silencio, por mucho tiempo, y el solo se quejó levantándose del suelo. creo que más por costumbre que porque realmente sus huesos dolían. me reí por lo bajo.

─estas en naboo.─

su brillo azul fue desapareciendo hasta que estuve junto a la oscuridad, una vez más. tuve que levantarme del suelo ya que dejaba de sentir mis extremidades, me abracé comenzando a caminar con rapidez.

naboo. claro que sabía dónde era... donde anakin conoció al amor de su vida. me reí entrando a uno de los unicos lugares abiertos, la luz neon que no encajaba en absoluto con el resto de el lugar.

no tardé mucho en entender que era una especie de bar... como en el que han solo habló con su amigo, antes de no verlos de nuevo.

miré a mi alrededor como si mis esperanzas estuvieran buscándolo, pero no lo encontré.

me senté sobre una silla con inseguridad, y en nada ya tenia a alguien de nuevo frente a mí, del otro lado de la mesa.

─pensé que te habías ido con han.─el me apuntó con su dedo, y yo levanté las cejas, ladeando la cabeza.

¿mi suerte se había renovado?

─lo siento, soy... yves.─susurré extendiendo mi mano, el se rió tomándola y dejando un beso sobre el dorso.

─lando, lando calrissian─murmuró y yo me reí negando con la cabeza, si entendía porqué era amigo de han solo.─ ¿y entonces?

─larga historia.─le dije, con sinceridad, mirando las personas a mi alrededor.─ no creo que deba volver con ellos... de todas formas.

─¿porqué crees eso?─preguntó y yo miré a la nada, él se rió por lo bajo─ hay un chico con ellos haciendo un escándalo por volverte a ver...

yo le devolví la mirada con el corazón cayendo hasta mi estómago con culpa.

─puedo llevarte con ellos, de todas formas han ya está molestándome con que quiere el halcón de vuelta.─murmuró tragándose algo de un vaso que había traído junto a él.─ ¿quieres?

yo lo miré, como si estuviera pensándolo. sentía que si iba con ellos arruinaría todo, como solía hacer más usualmente que nunca últimamente, todos mis escapes salían mal, todo parecia perdido... pero finn y su esperanza era contagiosa.

asentí con la cabeza, finalmente.

RISING | KYLO REN, FINNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora