no estás lista.

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me había quedado dormida sin sábanas y desperté cuando tuve una pesadilla... otra vez moría en manos del sable rojo, me senté sobre la camilla y miré a mi alrededor. nada había cambiado.

volví a salir, esta vez los pasillos estaban llenos de gente que iba de un lado a otro. me encontré a varios mirando a un panel, entre ellos inlcuidos leia y han solo.

ella me sonrió cómo si estuviera guardando mi secreto, y han solo aprovecho de mirar sobre mí brazo, que estaba todo vendado.

─¿donde estuviste?─preguntó apuntando mi hombro y yo lo miré de arriba a abajo.

─¿todos los dias despierta así de feo?─pregunté de vuelta y el me miró a punto de golpearme, comencé a reírme de su rostro molesto.

─¿no tienes frio?─preguntó leia, apuntando a la remera de tirantes que llevaba, yo me encogí de hombros y me arrepentí de inmediato al sentir una punzada de dolor.

─¿no usas mucho tu cerebro, no?─se burló han solo, aguantando una risa.

─¿lo dice el señor que estaba atrapado en la cárcel menos resguardada del mundo? ─pregunté burlándome, y pronto tenia sobre mis hombros una chaqueta blanca.

─¿esa es tuya?─preguntó han solo apuntandome, mirando a leia y ella asintió aburrida, acomodando cosas sobre el panel─ ah, ya me acuerdo, es en la que admitiste que estabas enamorada de mi en hoth... claro que sí.

─¿hoth?─pregunté y el me miró como si fuera una metida─ la nieve le debe haber quemado los ojos... o sino...

han solo me tomó del cuello de la chaqueta y me sacudió de un lado a otro hasta que cerré la boca.

─¿no tienes alguien más que molestar? ─preguntó molesto, y yo me reí entretenida de la sacudida.─ no confío en nadie con esa clase de color de cabello.

─¡no hay nada de malo con mi cabello!─le dije sosteniendo su mano para que me suelte, pero no logre alcanzarlo, termine con mis manos detrás de mi cabeza sin propósito.─ ¡al menos no está lleno de canas!

─¡no tengo canas, mocosa!─gritó de vuelta sacudiendome con más fuerza lograndome sacar una carcajada.

─parece que se están divirtiendo...─se rió rendida leia, mientras se cruzaba de brazos frente a nosotros─ ¿porqué no van a divertirse a otro lado, y me dejan trabajar?

yo levanté la cabeza buscando la mirada de han solo, pero el se veía extrañamente triste. él termino soltando el cuello de mi chaqueta y yo terminé en el suelo, me quejé con dolor.

─¿blues, estás bien?─finn corrió hasta dónde estaba yo, y terminé por levantarme del suelo con rapidez antes de que intentase ayudarme. aclaré mi garganta y mire a han solo, como si no hubiera escuchado.

─¿vamos a practicar a dispararle al blanco?─pregunté, a pesar de mis mejillas rojas, él sonrió levemente de lado con orgullo

─hm, bueno.─murmuró, burlándose de mí─ ¿finn? ¿nos acompañas?

yo me atreví a verlo, pero el aclaró su garganta y negó con su cabeza.

─no, tengo que ayudar a poe con los cazas.─respondió él, y yo parpadeé algo decepcionada, pero intenté no hacerlo obvio.

han solo parecía bastante acostumbrado al lugar a pesar de sus insistencias de que no era parte de la resistencia. él parecía confiado en sus disparos, ya ni siquiera apuntaba, solo disparaba.

─te gusta reparar naves.─dijo él y yo lo miré con sorpresa, el me devolvió la mirada con una mueca sobre los labios─ entonces, ¿por qué no fuiste con ellos a reparar cazas?

incluso si quería esconder mi tristeza, solo volví a apuntar con el blaster, buscando ignorar la pregunta pero él era más inteligente que eso... al parecer.

─uh... no soy buena con ello.─mentí disparando, le dí al blanco y el se rió molesto.

─estoy intentando preguntar porqué pelearon, ¿bien?─preguntó ahora más claramente y yo lo miré en blanco, bajando mis brazos.

─dijo que me rendí sin intentarlo...─murmuré y el se rió molesto, negando y disparando el blaster de igual forma, dándole al blanco.

─eso es lo que sucede con ellos.─me dijo, tomando mi brazo sano, para que preste atención, yo así lo hice─ no les gusta oír que alguien necesita su propio tiempo... si ellos pudieran te pondrian en primera fila a salvar al mundo.

yo me quedé en silencio mirándolo fijamente y el se rió soltando mi brazo negando nuevamente.

─créeme, he estado ahí.─me advirtió─ intenté irme y no me dejaron, cuando lo intente una segunda vez... ─él dejo escapar una risa falsa─ fue un gran escándalo.

el volvió a apuntar el blaster incluso si no necesitaba hacerlo, y disparó varias veces.

─puedes rendirte si lo necesitas. ─me dijo soltandolo sobre nuestra mesa improvisada, y yo parpadeé, sus palabras eran como un abrazo que nunca recibí─ no todo el mundo está listo para dar su vida.

yo intenté darle la espalda, mientras me obligaba a no llorar, parpadeando una y otra vez.

─diablos, ni siquiera yo estoy listo para dar mi vida.─se rió en voz alta─ eres una niña, ¿cuantos años tienes, yves?

─diecisiete.─dije, y el se rió incrédulo, dándome la vuelta y encontrándome llorando. su expresión cambio repentinamente.

─¿y dónde están tus padres?─preguntó por lo bajo, sus manos estaban aferradas a mis brazos, de forma suave.

─no lo sé.─susurré y el frunció el ceño, abrazándome con rapidez como si supiera cuánto lo necesitaba.

─¿no lo sabes? ¿no estaban contigo en tatooine?─preguntó, y yo negué mientras me obligaba a dejar de llorar.─ deberías quedarte aquí... entrenando. no estás lista para salvar el mundo, todavía.

en contra de mi voluntad lloré con más fuerza.

RISING | KYLO REN, FINNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora