Dia de trabajo

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-Un besito y ya -La atraje, juntando nuestros labios en un prolongado beso que se vio interrumpido por el sonido de mi alarma- Ya.

-Otro y ya -apareció un puchero en sus labios al cual me resistí a besar- Ya me tengo que levantar.

Fui empinada en la cama por una ojiazul que me miraba con berrinche -Si me quisieras, te quedarías conmigo un rato más -sus manos se deslizaban por mi abdomen.

Mordía sus labios, subiendo sus manos por mi abdomen hasta el inicio de mi pecho, donde la detuve. Me senté quedando a su nivel y empecé a besar todo su rostro, dejando prolongados besos en su cuello, sacando pequeños suspiros. Subí hasta su oído, el cual mordí suavemente -Te quiero, pero hoy es un día importante.

Se cruzó de brazos mientras quitaba la mirada -Vamos, ojitos. No te enojes conmigo -seguía mirando a otro lado.

Revisé la hora en mi celular y suspiré abrazándola, restregando mi rostro en su cuello, sacándole sonrisas -¿Mejor?

Asintió de manera desinteresada, acostándose a mi lado -Me iré a arreglar -le besé la mejilla y me encaminé al baño donde tomé una ducha rápida y me vestí.

Salí del baño secando mi cabello con una toalla, notando el silencio en la habitación, miré a la cama y noté a Victoria dormida. Me acerqué y la arrope, besando suavemente la parte trasera de su cuello -Nos vemos luego, Ojitos -le dejé una breve nota y dejé entrar a los pequeños, los cuales se acomodaron a dormir.

Acomodé algunas cosas mal puestas y tomé el elevador, el cual me dejó en el estacionamiento, y salí en dirección al estudio.

Había terminado de grabar el último verso cuando recibí una videollamada en donde lo primero que se veía era el rostro de Tabi y Honey besando a una Victoria la cual intentaba alejarlas -Amor, aprecio a tus hijos pero digamos que levantarse con un Pachi mordiendo mi pantorrilla no es un excelente buenos días -enfocó la cámara a un Pachi que, cuando me vio, se detuvo evitando el celular.

-Yo le llamo un gesto romántico -me recosté en la silla-¿No te gustó?
Salió de la habitación escuchándose de fondo el sonido de patitas llegando a la cocina -Mmm, no -dejó el celular apoyado en el mesón dando la vuelta para lavarse el rostro en el fregadero dejando a la vista su tatuaje en la espalda. Bajé levemente la vista para observar su gran... personalidad, mordiendo levemente mis labios.

-¿Te gusta la vista? -se apoyó dejando a la vista su abdomen bien trabajado que estaba descubierto por un top.
Me encontraba totalmente embobada, lo cual solo asentí pensando realmente si valía la pena seguir en el estudio -Te ves hermosa, ojitos.
Rodó los ojos -Siempre tan cursi pero noté un ligero rubor inundar sus mejillas.
Sonreí tiernamente observando cómo le servía comida a todos y empezaba a realizar su propio desayuno.

-¿Segura no vas a comer más? -me preocupé al notar muy pocas porciones en su plato-Sabes que no tengo problema cuando se trata de ti y el departamento -Se encogió de hombros mientras empezaba a comer.

-No tengo mucho apetito -jugaba con la comida.

-No puede ser -me tapé el rostro mientras repetía lo mismo muchas veces-¿Es lo que creo? -su mirada confundida me hizo mucha gracia.

-¿A qué te refieres?

-Estas embarazada -se empezó a ahogar con la comida mientras su rojo se ponía completamente rojo.
Agarré una botella de agua de la cual empecé a tomar con una sonrisa triunfante -Primero quiero el anillo -me ahogué con el agua escuchando a mi novia reírse de la situación.

-Bromistas, así me gustan -le sonreí.
Tocaron la puerta indicando que debía volver y me sentí un poco triste -Ya me tengo que ir. Por favor, come ¿sí?. Cualquier cosa me llamas y en segundos paso por ti -la señalé.

-Lo prometo, Luna -me tiró un beso finalizando la llamada.

El día se me hizo demasiado largo así que cuando por fin se hicieron las 7 salí rápido y pasé a buscar dos frappé para llevarle un detalle.

Llegando al departamento noté las luces apagadas, lo cual me sorprendió porque a esta hora estaría esperándome, preocupada me bajé sin olvidar los frappé. Me costó un poco, pero logré abrir la puerta, coloqué el envase en la mesa del comedor y cerré la puerta encendiendo las luces del comedor notando solamente a Pachi moviendo la cola, me agaché y lo cargué conmigo mientras nos dirigíamos al cuarto en donde estaban el resto junto con Miko dormidos.

-¿Por qué no la estabas cuidando? -El rostro de Pachi se encontraba con la lengua afuera mientras intentaba bajarse de mis brazos para correr a la cama.
Decidí darme un baño breve, me coloqué una pijama corta. Me acerqué a la cama dándole un beso en su frente y mejilla. Se despertó al sentir mis besos en la mejilla.

-Llegaste -Se giró en mi dirección jalando mi pijama para esconder su rostro en mi cuello inhalando mi perfume.

-Te traje un detalle, pero quizás estás muy cansada -sus ojos le costaban abrirse pero la gran sonrisa en su rostro la delataba-Ok, ya vengo.

Volví rápidamente con los frappé apagando las luces en camino. Me acosté a su lado dándole el suyo y empezamos a tomarlos sintiendo su cabeza apoyarse en mi hombro.

-Me preocupa un poco al no ver las luces encendidas.

-Lo siento, me sentía un poco cansada.

Besé su cabeza tiernamente -No te debes disculpar.

Decidimos apagar las luces mientras terminamos nuestros frappé y nos acostamos -Te extrañé mucho -me abrazó fuerte.

-No te imaginas cuánto te extrañé yo -la abracé fuertemente sonriendo.

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