Arreglo Matrimonial ||KatsuDeku||

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐕𝐈

Katsuki estaba sumido en los archivos que tenía en manos, Kirishima estaba frente a él revisando otros archivos.

Si bien estaba "leyendo" los archivos, en su mente estaba Izuku con aquel yukata puesto. Uraraka lo había llamado informándole que los yukatas y kimonos ya habían sido entregados, junto a calzado nuevo.

Aunque no lo demostró, le había gustado mucho como el yukata lucía en él. Se veía lindo, no mentiría. Quería verlo aún más pero tenía trabajo que hacer, no estaba en sus planes llevar a Kirishima pero realmente necesitaban acabar rápido con los archivos que tenía pendientes. 

Soltó un suspiro frustrado y se masajeó la sien con sus dedos.

Kirishima se percató de eso y levantó la mirada de los archivos.

—¿Qué sucede compañero?

—Nada, sigue con tu trabajo.

—Oh vamos, sé que te pasa algo. Te conozco desde hace muchos años.

—Es solamente la incompetencia de los bastardos que hicieron mal el trabajo. ¿De qué sirve que tengan un gran don si no van a saber utilizarlo como se debe?

—¿Lo dices por los aprendices que dañaron el bosque mientras atrapaban al ladrón?

—¿Por qué más sería? —azotó los archivos en la mesa donde venían algunas fotos —. Parte del bosque se perdió por culpa de esos inútiles, tú sabes que es importante que el bosque se mantenga sano para evitar que los nomus lleguen aquí, y por culpa de esos inútiles esta una alta probabilidad de que los nomus se acerquen.

—No lo creo Bakugou, para que se acerquen no debería haber nada de bosque. Solamente fue una parte.

—Independientemente de cuánto sea, si se pierde el bosque, la ciudad peligra, y todo por culpa de los aprendices. 

—Lo se Bakugou, pero tienes que tenerles paciencia. Están terminando sus prácticas, son jóvenes.

—No me importa, estaban molestándose entre ellos después de atrapar al ladrón y como consecuencia dañaron el bosque, precisamente los mandé a ellos porque sus dones no eran peligrosos para el bosque. No sé como lograron dañarlo.

—Esta en ti si darles la segunda oportunidad o no, ya se encargaron de reestablecer algo del bosque.

Su conversación fue interrumpida por el sonido de la puerta, Katsuki dio el pase e Izuku entró con una charola en la cual venían dos platos con guarniciones.

Se acercó al escritorio y empezó a dejar los platos en el escritorio sin peligro de manchar los archivos que leían.

Kirishima estaba emocionado porque comería hasta que su mirada se desvió hacia Katsuki, ahí pudo ver como Katsuki veía a Izuku. Había paz y tranquilidad en esos rubíes, aquellos ojos que siempre estaban molestos y ese ceño que permanecía fruncido en la mayoría del tiempo habían desaparecido completamente ante la presencia de Izuku.

Su vista se dirigió hacia una mesa en la que reconoció un pedazo de papel que estaba en ella, sonrió malicioso.

—Oye Bakugou, ¿irás al baile de Yaoyorozu?

Katsuki lo miró molesto e Izuku se puso nervioso.

—Oh vamos, sabes que lo hace todos los años y no has ido a ninguno desde que tienes catorce años.

—No lo sé.

—¿A ti te gustaría Midoriya?

—Bueno, me gustaría pero, yo no sé nada de eso —murmuró apenado abrazando la charola vacía contra su pecho.