Izuku había acompañado a Setsuna hasta una de las habitaciones que se encontraban apartadas del escenario principal.
En ese momento se planteó que tal vez no había sido buena idea irse sin decirle nada a Katsuki directamente.
Pero quería creer que Setsuna le decía la verdad, después de todo eso era lo que lo caracterizaba como persona. La maldad en las personas disfrazada de bondad.
—¿A dónde vamos Setsuna? —preguntó nervioso.
No podía ver el rostro de la chica, y de poder hacerlo, se habría percatado de la sonrisa que tenía en su rostro.
Llegaron a una puerta y la chica le pidió entrar, bajo la idea de que ahí podrían hablar sin ser interrumpidos.
Algo le decía a Izuku que no lo hiciera, como si su cuerpo le mandara una señal de peligro. Creyó que eran por los nervios y decidió ignorarlo.
En cuanto entró a aquella habitación, la puerta fue cerrada con fuerza, causando que se sobresaltara asustado por aquel repentino acto.
—¿Setsuna?
La llamó en aquella oscuridad, pero no recibió respuesta. Hasta que sintió un agarre brusco en uno de sus brazos, su cuerpo fue estampado con dureza encima de una superficie de madera. Quiso gritar pero una mano tapó su boca, impidiendo que pudiera emitir algún sonido.
—No seas tan escandaloso —escuchó una voz grave cerca de él.
Abrió los ojos de más asustado, había escuchado aquella voz anteriormente, pero no sabía en donde.
Una luz iluminó aquella habitación, viendo a un par de metros a Setsuna y a su padrastro. Y a su lado lo vio, Yo Shindo. Era quien estaba sosteniendo su cuerpo contra la mesa en la que había sido recostado con fuerza.
—Ay Izuku, esto se pudo haber evitado si no hubieras sido tan resbaloso con Bakugou, las cosas serían muy distintas —mencionó Setsuna acercándose a él.
La mano que obstruía su boca le impedía hablar, no podía pedir ayuda. Era un tonto, no debió seguirla, no debió creerle.
—Me gustaría tanto contarte todos los detalles, pero no será posible. Lo que sí te diré, es que Katsuki será mío. Después de todo, no creo que acepte tener a alguien que ya fue de alguien más.
—¿Recuerdas que te dije que te arrebataría de él? Pues henos aquí —respondió el pelinegro viéndolo altanero.
—Esto es muy sencillo Izuku, una vez que Shindo se haga cargo de ti, estarás acabado junto a Bakugou. Será señalado como un cornudo cuando se sepa que te metiste con Shindo, por lo tanto, tendrán que cancelar su matrimonio, y así mi princesa podrá tener al hombre de sus sueños —habló Hisashi mientras levantaba el mentón de Setsuna, presumiendo aquel rostro que mostraba una sonrisa divertida.
Izuku empezó a desesperarse, sabían a lo que se referían. No quería, claro que no, trató de zafarse para solo recibir un golpe en su cabeza al ser estampado otra vez.
—Nos gustaría quedarnos a ver como te destruyen, pero es un momento demasiado íntimo, así que nosotros nos vamos. Te lo encargamos Shindo —comentó la chica mientras se iba con Hisashi.
Al haber abandonado la habitación Izuku intentó por todos los medios escapar de las manos de Shindo, pero el pelinegro no lo dejaría escapar tan fácil.
Haciendo uso de su fuerza reacomodo al pecoso en la mesa, dejandolo completamente recostado en ella. Izuku intentaba patalear con todas sus fuerzas, pero no podía. Empezó a llorar de la desesperación, incluso intentó abrir su boca para poder morder la mano de Shindo y liberar aunque su boca y poder gritar por ayuda.
Pero no podía, encajó sus uñas en el cuerpo de Shindo para intentar distraerlo, pero nada servía. Sintió como el pelinegro separaba sus piernas y arrancaba su ropa, nuevamente Izuku trató de aunque sea hacer algo.
Ser útil por al menos alguna vez.
—No se cual es la desesperación, eres una meretriz que solamente busca aprovecharse de los demás, eso explicaría porque estabas tan apegado a Kaminari y Todoroki —susurró en su oído.
Al pecoso le daba asco escucharlo, quería que todo se detuviera, quería que Katsuki lo salvara.
En el momento que Shindo intentó retirar su ropa interior aminoró su fuerza, por lo que aprovechó para patearlo, alejando su cuerpo.
Sin importarle su ropa rápidamente corrió hacia la puerta, solo para que al intentar abrirla se percatara de que estaba cerrada. Con un último intento, pidió ayuda.
—¡Ayúdame Kacchan! —gritó con todas sus fuerzas.
Fue arrastrado nuevamente para ser colocado en el suelo.
—¡Él no vendrá, entiendelo!
Antes de que pudiera hacer algo, una explosión se escuchó cerca.
Aquello paralizó al pelinegro y no supo que hacer, sabía que estaba perdido, no podía usar su don ya que sería su perdición.
Izuku no perdió el tiempo y lo volvió a patear, retrocediendo para estar fuera de su alcance.
Ambos se percataron de que la puerta fue cubierta de hielo para después ser rota con una patada. Por el hueco vieron entrar corriendo al cenizo, el cual estaba furioso, y al ver la ropa de Izuku desgarrada y a Shindo algo lejos, no le bastó demasiado para saber los antecedentes.
Sin pensarlo le lanzó una explosión al pelinegro, el cual había reaccionado a tiempo para esquivarlo, sin embargo, el cenizo rápidamente lo tomó de su cuello para lanzarlo contra la pared más cercana.
Pudo haber seguido, de no ser porque su atención se desvió en algo más importante.
Se acercó rápido con Izuku, el cual al verlo volvió a llorar. Katsuki se sintió tan mal de verlo así, por lo que lo acercó rápido a su cuerpo en un brazo, mientras le pedía perdón.
Shoto y Denki entraron a la habitación para encontrarse con el pelinegro herido, Kirishima entró detrás de ellos para poder someter a Shindo.
Izuku vio a dos personas más pero no le dio importancia, en ese momento lo único que le importaba era estar en la calidez que Katsuki le brindaba al estar en sus brazos.
Estaba bien, estaba a salvo.
Katsuki era su héroe.
Me olvidé por completo de la actualización semanal, una disculpa😭
Pero mejor tarde que nunca
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Igual para mayor comodidad pueden mandarme mensaje por privado para pasarles directamente el link
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Arreglo Matrimonial ||KatsuDeku||
FanfictionLa vida de Izuku cambia por una simple noticia; es el prometido de Bakugou Katsuki.