strangers {Pedro Pascal}

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"Es extraño como tu y yo somos desconocido otra vez"

Conocernos en aquel bar fue el evento que marcó mi vida de una manera inexplicable. El pensar que hacía una mujer como ella en ese sitio y reírme solo para mí al escuchar tu evidente odio hacia la canción de Oasis que reproducían en ese momento y también detesto son recuerdos dorado en mi mente que espero llevar conmigo hasta el final de mis días. Nunca pensé que pasaríamos de una simple conversación a toda una historia de vida... realmente es fascinante como dos personas deciden dejar de ser extraños y se vuelven uno mismo para toda una vida.

—¿Podrían quitar esa canción? Es malísima.—Es la primera vez que escucho su voz... y fue suficiente para quedar flechado.

—Tienes razón, es malísima.—Toco su hombro para tomar un poco de su atención teniendo éxito ante el intento.—Hola, soy Pedro.

—Soy Sarah, mucho gusto.—Son las palabras que cambiaron por completo mi perspectiva.

Pasamos de citas rápidas a días enteros disfrutando de nuestra compañía, amando aprender cada pequeño detalle de su ser. Adoré aprender datos tan simples como su color favorito hasta cada pequeña manía oculta de las cuales vivía avergonzada pero yo adoraba con cada parte de mi alma al mismo tiempo de permitirle conocer hasta el más profundo de mis secretos. He sido cuestionado con dureza por esperar tanto tiempo para enamorarme, muchos han dicho que solo utilizo el amor que siento como un truco para obtener beneficios pero ellos nunca entenderán la manera en la que he sido flechado y que toda mi vida siempre quise enamorarme de una persona como ella.

Siempre quise vivir ese romance de película, dejar de ser solo un personaje que recibe amor al final de la película y comenzar a vivir mi propia historia. En momentos mi herido corazón siempre creyó que no era merecedor de ningún tipo de amor hasta que Sarah llegó a iluminar cada fibra de mi vida.

Pasamos cerca de cien días viviendo juntos un sueño, donde cada despertar era un completo sueño y cada noche era un martirio ir a dormir por tener que dejar de admirar su belleza al cerrar mis ojos ante el inminente descanso. Cada cita, cada desayuno juntos y todas esas noches gastadas a su lado ahora parecen un recuerdo agridulce que ha marcado mi alma como un tatuaje en la piel.

Aún recuerdo el día que formalizamos una relación... y el día que desperté completamente solo siendo el único testigo de su ausencia permanente. Los días posteriores fueron duros, con insomnio cada noche recurriendo al alcohol como la única forma de anestesiar el dolor de su pérdida.

—Ya pasaron tres meses, Pedro. No nos gusta verte de esta manera.—Mi alma torturada se repite con insistencia que salir de casa ha sido una equivocación, pero una parte pequeña de mi corazón desea con todas sus fuerzas ser reparado de alguna manera. Pasar tiempo con mis hermanas ha servido un poco, pero no lo suficiente como para seguirle sonriendo a la vida como lo hacía antes de conocer a la persona que comenzó a darme razones para vivirla.

—Estaré bien.—Comentó tratando de sonar despreocupado aunque sé perfectamente que llegando a casa volveré a sentarme frente a la ventana observando a la nada hasta que el cansancio me tumbe.

—Tengo el número de un terapeuta. Te sacaré una cita lo más pronto posible.

—No necesito un terapeuta.

—Lo necesitas desde el primer minuto en el que te diste cuenta que esa mujer se fue.—Y todo lo recuerdo como si ese suceso hubiese ocurrido ayer.

La manera en la que ingenuamente pensé que nuestra pequeña e insignificante pelea sería el comienzo de un final que solo acabaría conmigo. Debí darme cuenta que sus ojos ya no brillaban al verme llegar a casa cada noche, como sus besos dejaron de ser cálidos y como mis brazos parecían ser tan pequeños como para serle reconfortante... no era la misma y nunca sabré que fue lo que ha salido mal.

Supe que tuve suficiente cuando comencé a sentirme como un extraño para mi mismo. Quise trabajar todos y cada uno de mis demonios, comenzando por aquel pobre diablo enamorado de la idea de un amor ya inexistente.

El primer mes fue difícil. Nunca avanzaría si seguía sin aceptar mi verdadera posición... tenía que llevar mi proceso de duelo de la manera más pacífica y sana posible pero eso no ocurriría hasta que terminara por aceptar que mi vida ha cambiado y no volverá a lo que era antes de Sarah, solo será mejor. Los meses posteriores, cual montaña rusa, fue un reto mantener mi vida en control tratando de sanar mis viejas heridas y mantener mi corazón aun con sus piezas completas pero comencé a ser verdaderamente feliz.

He comenzado a disfrutar de nuevo las caminatas cada mañana, los almuerzos en sitios al aire libre y los bares por las noches. Comienzo a vivir nuevamente sin pensar en aquella etapa de mi vida que me ha herido pero aún así conservaré de cierta manera en mi corazón.

—Disculpe, no lo he visto.—Esa voz. Ella luce tan hermosa como el día que le conocí... como el día en el que le perdí. Parece no conocerme, ni recordar todas y cada una de nuestras vivencias juntos... como si nunca hubiese formado parte de su vida.  ¿Cómo puedes volver a ser un extraño para aquella persona que significó tanto para ti?


Dedicado a SophieMendes02

𝔻𝕀𝕃𝔽 𝕀𝕀 {Pedro Pascal One Shots} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora