fourth of july {Joel Miller}

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"¿Tuviste suficiente amor, mi pequeña paloma?"

—¿De nuevo tuviste ese sueño?.—Sus labios forman un ligero puchero al verme asentir. Aunque ya pasaron varios años el recuerdo duele como si hubiese ocurrido ayer.—Puedes contármelo, Avery. Voy a escucharte.

—¿Te desperté? Lo siento, Joel.—Niega en un suspiro y solo toma una manta extra del suelo para mí.

—No te disculpes. Sabes que te entiendo.—Asiento con cierta sensación desasosiego y vuelvo a acostarme, como me lastima verle preocuparse por mis problemas. Pero es lo que hacemos cada día desde ese triste septiembre en el que nuestras vidas cambiaron de por vida, o bueno, lo que queda de ella.

04 Julio, 2003.

Ya es tarde, cariñito.—La pequeña cabecita dorada se esconde con pereza dentro de sus afelpadas cobijas azules haciéndome reír. Es todo un perezoso.—Papá está esperándote, quiere llevarte de pesca y por la noche veremos los fuegos artificiales.

—Solo dos minutos más, mami. Lo prometo.

—Supongo que papá y yo tendremos que comernos tus waffles. Es una lástima, tienen chispas de chocolate.—Como si se tratara de un cohete, aquella criatura salió de su cama y corrió escaleras abajo en busca de su desayuno favorito. Mi familia lo es todo.

—Hey no tan rápido, Henry. Debemos dejar un poco para mamá.—La brillante sonrisa de John es lo primero que mis ojos observa al entrar en mi cocina. Tener como esposo a un contratista siempre tendrá ventajas.—Nos reuniremos para celebrar el día en el vecindario, ¿Quieres que vayamos?.—Sus manos se pasean por mi cintura antes de dejar un par de besos en mis labios y se detienen en el vientre aún plano que alberga a nuestro segundo tesoro. Apenas sabemos de su existencia desde hace un par de días pero ya anhelamos tenerle para completar nuestra familia.

Ser nuevos en el vecindario es difícil. Volver a comenzar desde cero siempre ha sido un reto para mí y mi ansiosa mente torturada por las primeras impresiones, pero esto parece ser diferente. Un nuevo comienzo para una familia creciente, no puedo esperar por el futuro.

Desperté con el sonido de un par de colibrís en mi ventana buscando un poco de néctar. Es una delicia despertar en una cama aunque sea por un par de días. Bill y Frank pensaron en todo cuando construyeron su propia colonia, aún me pesa la idea de no verlos nuevamente.

Joel está en la cocina, se ha despertado hace un par de horas juzgando las mochilas en la puerta puedo deducir que ya ha recolectado lo suficiente para seguir nuestra travesía.

—¿Tus pesadillas volvieron?.—Niego con la cabeza y observo con detenimiento todas sus acciones. Se acerca con cierta cautela a mi y deposita un pequeño beso en mi nariz.—¿Te has duchado? Ya no apestas a zorrillo.

—Mira quien lo dice.—Escucharlo reír siempre me gusta. Me hace pensar que no todo está perdido en este mundo.—Luces bien. ¿Te afeitaste la barba?

—Toma, te guardé algo de café. Debemos seguir el recorrido si queremos llegar a Wyoming.—asiento y miro a la pequeña castaña que tenemos como encargo comer en silencio un enorme tazón de cereal. Debo aceptar que no es una carga, compartir tiempo con ella es como volver a darle un sentido a mi vida. E mismo sentido que perdí el día que la humanidad se fue al carajo.

𝔻𝕀𝕃𝔽 𝕀𝕀 {Pedro Pascal One Shots} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora