the mandalorian and his childrens {Pedro Pascal}

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Las aparatosas risas de niño y Pedro son un sonido muy frecuente y familiar en casa. A decir verdad, es de mis sonidos favoritos desde que ese gran rayo de sol se unió a nuestra familia.

Si algún gitano se hubiese acercado a mí hace unos años para leer m mano y decirme que tendría una familia con un hombre maravilloso me hubiese reído y alejado de inmediato para irme a llorar a solas por la vergonzosa vida amorosa que llevaba. Nunca pensé ser merecedora de un amor tan puro como el que ahora recibo por montones y agradezco cada día de mi vida. Me ha amado con locura y devoción desde el primer día y ha acogido a mi hijo como suyo sin condición alguna haciendo de nosotros una hermosa familia de tres... que en un par de días se convertirá en una de cuatro.

—Ven conmigo, veremos si mamá ha despertado.—Las risas y el golpeteo de pasos en el suelo de madera me hacen sonreír y fingir que aún duermo para no romper la ilusión de mi bebé. Solo bastan tres segundos para que Benjita corra por toda la habitación riendo con emoción y trepe por el lado vacío de la cama para llegar a mí.—Recuerda tener cuidado con mamá, benji.

—¿Cómo ha dormido el bebé de mama?.—Claro que ignora los montones de besos que quier darle por abrazar mi barriga aún cubierta y calientita bajo las cobijas. El peso de mi novio hunde la cama cuando sube en ellla y se acerca a mí con cuidado para dejar un pequeño beso en mi sien. Sé que es su manera de preguntarme como me encuentro, lo ha hecho desde que no enteramos de nuestro tesoro aún no nacido.

—El bebé me ha dejado dormir una hora más que ayer.—Río sin mucha gracia y suspiro con cansancio. No lo sé, creo que ser consentida por el hombre más deseado de Hollywood es mucho trabajo para mí.

—Es un avance.—Quita de mi cuerpo el enorme edredón que me brinda calor y levanta con cuidado la cómoda blusa de satín que forma parte de mi pijama. Las cálidas manos de Pedro se posan en mi piel y presionan con suavidad recibiendo un par de golpes como respuesta.—Ahí estás, pequeñín. Son las ocho de la mañana, ¿Estás en competencia con tu hermano?.

—Solo le muestra algo de amor a mamá.

—¿Quieres acompañarme al set? Mi camper es muy cómodo, tiene un sofá perfecto para siestas, Wifi y podríamos almorzar juntos. Te pediré tu pastel Red Velvet favorito.—Aunque la idea suena tentadora solo puedo negar con una pequeña mueca en mi rostro.

—Cuarenta semanas cargando al bebé me está complicando el movimiento, cielo. Lleva a benji contigo y enséñale el set. Me quedaré en casa, tomaré un baño y terminaré de preparar la maleta del bebé.

—¿Puedes creerlo?, ¡Tendremos un bebé en un par de días!.—Su emoción es infinita.—Solo grabaré un par de escenas y trataremos de llegar a la hora de la cena. ¿Quieren algo en especial?

—Me encanta cuando hablas en plural... los niños quieren Raising Cane's.

—Los niños tendrán sus tiras de pollo. Lo prometo.

Mientras termino de preparar la mochila de Ben, éste ya le ha pedido a su padre que le vista con un colorido conjunto de Grogu mientras escucha con atención a Pedro relatar lo asombroso que será ver la figura que le da vida al personaje en las grabaciones. Ya es un excelente padre y estoy muy emocionada por verle como padre de dos. Les ha costado montones irse a trabajar. Besa mi vientre y mis labios con muchísimo cariño y no para de repetirle al pequeño bebé dentro de mí que se comporte como un buen muchacho y no haga travesuras sin Benjamín y él como cómplices.

—¡Adiós mamá! Regresaremos pronto.—Benjamín se despide de mi con una mano y entra con felicidad al auto listo para emprender un divertido viaje junto a su compañero de aventuras.

Mi día es muy aburrido sin mis hombres a mi lado. He levantado algunos juguetes del suelo, puse en marcha la lavadora y doblé una infinidad de ropa que Pedro trae a casa sin falta cada noche por parte de todas las personas que están felices por la llegada del nuevo integrante de la familia.

—Espero que estés hambriento ahí adentro, bebé. Mamá ha pedido el almuerzo solo para nosotros.

La comida mexicana yace frente a mí desprendiendo un delicioso aroma a salsa verde y cebolla. Mi boca se hace agua con tan solo pensar en el primer bocado y devorar toda una porción. Realmente estoy hambrienta... pero no puedo seguir mis planes por culpa del enorme desastre que he hecho en medio de mi cocina rompiendo fuente en ese mismo sitio.

Oh dios. No bebé, no m hagas esto ahora.

Todo ha sido un caos desde que he roto fuente. Aunque he podido llegar por mi cuenta al hospital sin problemas ni altercados, localizar al padre de mi hijo resulta ser tarea imposible. He dejado miles de texto, notas de voz y más de setenta llamadas. Al no tener resultados comienzo con mi plan B... llamarle a cualquier persona que pueda darme razón de su existir en este momento comenzando por su familia, agente y amigos.

Solo espero que alguno de ellos puedan anunciarle su próxima paternidad.

Estoy triste, llorosa y adolorida. Las esperanzas de tener a este bebé en compañía del hombre que amo se está acabando y solo puedo pensar en vivir otro parto solitario. Aunque todo el mundo aquí ha sido amable conmigo poder l flamante joven novia de Pedro Pascal no puedo evitar sentirme pequeñita e intimidada.

—No podemos esperar más. El bebé necesita nacer ahora.—Asiento con derrota y tomo con una pequeña sonrisa la mano que una enfermera me ofrece con cariño.

¿Aún estoy a tiempo?.—Esa voz. Está aquí.

—¿Has asistido al nacimiento de tu hijo con el traje de Mando?.—El dolor no es más grande que la gracia y el alivio queme ha provocado ver a mi novio entrar a la sala de partos con un enorme y costoso traje de Mandaloriano.

—Me han tomado por sorpresa.—La bata médica apenas le cubre la armadura pero esta no es tan grande como la sonrisa que en este momento ilumina todo su rostro.

—¿Están listos para recibir a su bebé?.—La mano aún enguantada de Pedro reemplaza a la enfermera y besa mi cabello antes de decirme montones de palabras bonitas que me alientan a salir adelante. Fue un largo y duro  proceso que está valiendo completamente la pena.

—¡Es una niña!.—Mi familia está completa.

Tener un nuevo bebé es maravilloso, todo se vuelve risas y sonrisas llenas de ilusiones ante la llegada de una nueva vida. Es un encanto poder observar al hombre que amo frente a mí sosteniendo con orgullo a su pequeña hija, quien duerme con tranquilidad en los amorosos brazos de su padre.

—Ven Benji. Conoce a tu hermanita.

Es tan gracioso ver a mi novio sostener entre sus brazos a aquella pequeña criatura que ha hecho su aparición en el mundo hace apenas un par de horas porque aún conserva la armadura puesta y ha puesto en la pequeña cabeza de mi hija un singular gorrino con orejitas verdes.

—¿Pueden tomarnos una fotografía?

Un Mandaloriano con dos pequeños Grogu y una mujer recién parida... Bienvenida seas a esta graciosa familia, Olivia Balmaceda.

𝔻𝕀𝕃𝔽 𝕀𝕀 {Pedro Pascal One Shots} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora