Capítulo 11

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Aurora

Entre en la cocina, todavía pensando en el reciente encuentro entre Wolfgang y Tallulah.

Parecía que se conocían muy bien.

Encontré a la señora Kala dando órdenes a las cocineras mientras corrían de un lado a otro preparando la cena.

-Oh, Rory. ¿Cómo te sientes hasta ahora? ¿Te ha gustado tu habitación? preguntó la anciana, levantando la vista de la tableta que tenía en sus manos, en las que había estado haciendo una lista de tareas pendientes para el día.

-Sí, señora. Está muy bien respondí.

-Ven aquí. Deja que te enseñe el lugar -dijo mientras me acompañaba al interior de la cocina. Ya conoces a parte del personal de la cocina. Aquí está el jefe de cocina, Beau Mullins.

Beau era un hombre grande y musculoso, de piel morena y con gruesas rastas. A primera vista parecía intimidante, pero sus ojos eran amables y cálidos.

-Allí está su pinche, Tony Gibbons.

Hizo un gesto con la cabeza en dirección a un hombre de mediana estatura, de pelo castaño y ojos verdes, que amasaba afanosamente el pan en una de las encimeras.

Me dedicó una breve sonrisa antes de volver a su tarea.

-Éstos son Lily, Corey y Luca -me mostró a un trío que estaba ocupado cortando verduras cerca de los hornos-. Y por supuesto, nuestro dulce cachorro, Isaiah, el hijo de Beau.

Saludó a un lindo niño de piel dorada y ojos avellana brillantes, que parecía tener unos 13 o 14 años y estaba lavando platos.

-Esta aprendiendo para poder hacerse cargo de la cocina cuando su padre decida jubilarse -explicó la señora Kala. A continuación, dio una palmadas para llamar la atención de los presentes-. Escuchadme todos. Aurora se ha unido a nuestra casa como asistenta personal del alfa. Espero que todos le deis la bienvenida y la hagáis sentir como en casa.

Odiaba ser el centro de atención.

-¿En serio? -susurró alguien.

-¿Asistenta personal? Nunca he oído hablar de eso -comentó otro. Lo único que pude hacer fue jugar con el dobladillo de mi camisa, evitando las miradas de todos.

-Oh, querida, lo había olvidado. ¿Tienes hambre? ¿No has desayunado ni almorzado nada? Beau, ¿te importaría preparar algo rápido para Aurora?

El jefe de cocina asintió y sonrió, luego se volvió para sacar algo de la nevera.

-No, está bien, Beau. Pero gracias -dije, antes de que pudiera poner manos a la obra. Me volví hacia la señora Kala.

-Vera, en realidad, estaba tratando de encontrar la puerta del patio trasero...Mi loba me ha estado incordiando para ir a correr.

-Oh, claro, querida. Cruza esa puerta y luego gira a la izquierda. Pero no te alejes demasiado. Recuerda que las fronteras no son excesivamente seguras, dijo con una sonrisa.

Todos reanudaron su trabajo

Seguí las indicaciones de la señora Kala y me encontré en el hermoso jardín de rosas. El aroma era increíble.

Odiada Por Mi AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora