Capítulo 14

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Aurora

Llevaba una semana trabajando en la casa de la manada como asistenta personal de Alfa Wolfgang.

Decir que estaba feliz con la situación habría sido una mentira.

Al llegar allí, en el fondo había anhelado que el alfa me hubiera convocado porque realmente me quería como compañera.

Que tal vez todo sería una prueba para que le demostrase mi valía.

Pero no había sido así. Hacía todo aquello era para humillarme. Para demostrar su poder sobre mí, una loba omega sin valor.

A lo largo de la semana, había hecho todo lo posible por cumplir con mis obligaciones, pero de alguna manera él siempre encontraba fallos en mi trabajo.

Una mañana, cuando le subí el café, me dijo que estaba insípido, aunque estaba seguro de que lo había preparado exactamente igual que siempre.

La víspera se había enfadado conmigo por haber dejado su ropa limpia sobre la cama y no colocarla en su armario.

-Entonces, ¿Cómo es tu nueva vida en la casa grande?

En aquel momento estaba chateando con Emma mientras trazaba algunos bocetos. Como el alfa salía todas las tardes a patrullar, tenía tiempo libre para hacer lo que quisiera.

Siempre y cuando no saliera de las instalaciones.

-Esta bien -respondí con indiferencia, sin querer entrar en detalles.

-¿Sólo bien? He oído que te han nombrado la asistenta personal del alfa. ¿Cómo es trabajar para el Míster Alto, oscuro y Guapo? -Emma movió las cejas y yo solté una risita.

-No hay mucho que decir. Le llevó el café y las comidas. Arreglo su cama por las mañanas. Llevo y traigo su ropa a la lavandería -dije mientras me revolvía en la cama.

-¡Venga ya! ¡Eso no puede ser todo! Al menos estarás coqueteando con él, ¿no? -se escandalizó falsamente.

-¿Por qué iba a hacer eso? -le pregunté, sin poder contener la risa.

-Eh, ¿hola? Porque está BUENÍSIMO -respondió ella.

-Es mi jefe, Em. Sería inapropiado.

-Inapropiado, una mierda. Si fuera yo, actuaría con ese hombre como si fuera un caramelo.

Volví a soltar una risita.

Aunque Emma era unos meses mayor que yo, era mucho  más directa.

Me pregunté cómo manejaría mi amiga la situación si fuera la compañera de Wolfgang.

Me deprimí sólo de pensarlo. Por supuesto, se la habría llevado con él de inmediato.

Era mucho más guapa que yo, y también más alta.

Había sido la capitana del equipo de animadoras del colegió, y la mejor en todas las asignaturas.

Mientras que yo había sido....bueno, yo no destacaba en nada.

Odiada Por Mi AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora