Capítulo 19

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Wolfgang

Estaba sentado en mi despacho con Remus y Max, repasando los preparativos para la cumbre alfa que se celebraría en un mes.

Allí esperaba ganar más socios y alianzas para la siguiente campaña militar contra los renegados.

Habíamos descubierto que la persona que lideraba el ejército rebelde era nada menos que Klaus, el hijo del proscrito que había asesinado a mi madre y a mi padre.

Después de nuestro primer encuentro siete años atrás en el campo de batalla, había estado reuniendo más y más efectivos.

Y recientemente habían sido vistos no muy lejos de nuestras fronteras.

Aquellas cumbre tenía un valor incalculable, si queríamos estar preparados para enfrentarnos a aquellos bastardos una vez más.

-Ayer me encontré por casualidad con la señorita Craton cuando se dirigía al bosque del patio trasero. Dijo que su loba necesitaba correr -comentó Remus.

Salí de mis pensamientos con una sacudida.

-¿Qué? ¿Por qué no me informaste enseguida? -gruñí a mi gamma.

-Relájate, alfa. No permití que se fuera -continuó.

-Bien. El bosque es peligroso en estos momentos -aprobé, aliviado.

¿Qué le pasaba a aquella muchacha? Era como si estuviera deseando ponerse en peligro.

-Debería haberme pedido que la acompañara, si necesitaba salir a correr -interrumpió Max-. Habría estado encantado de ir con ella.

-Se le prohíbe salir de las instalaciones hasta nuevo aviso, Max. Ni siquiera debería haber estado en el patio trasero -devolví el golpe a mi beta.

Para ser honesto, me molestó la mera idea de que estuviera solo en el bosque con mi compañera.

-De modo que es nuestra compañera... -comentó Cronnos en mi mente, riéndose.

-¿Qué? ¿Ahora es una especie de cautiva? ¿Por qué estás siendo tan duro con la chica, Wolfie? -preguntó Max.

-Dice tenerla vigilada por el incidente del robo  de la fiesta. Pero creo que hay algo más -apuntó Remus.

Apartó las carpetas que había estado mirando y se quitó las gafas para limpiarlas.

-¿Qué quieres decir? -se interesó Max.

Yo sabía hacia dónde se dirigía con todo aquello. Pude sentir que mi cuerpo se tensaba.

-He estado observando a la chica durante las últimas dos semanas -dijo Remus-, y no percibo ningún tipo de mal voluntad en ella. No creo que sea una ladrona. Te aconsejo que retires la amonestación que le impusiste, antes de que salga herida.

-¿Así que Rory está aquí por un malentendido? Buena jugada, Wolfie -dijo Max.

-¿Por qué no te sinceras y aceptas que sientes algo por la chica? -recomendó, moviendo las cejas hacia mí-. Quiero decir, es realmente guapa.

-Ambos olvidáis que actualmente tengo una relación con Tallulah -argumenté.

-Oh, sí. De manera que tenemos que considerar una mera coincidencia que hayas empezado a salir con esa loca justo después de que te señalara lo obvio que estás siendo al darle un trato especial a Rory.

-Vamos hombre, lo entendemos -sonrió-. Te gusta. ¿Qué hay de malo en eso?

-No me gusta esa mujer. Y ya te dije que si tuviera la intención de comprometerme con una loba, buscaría a alguien más adecuado para nombrarla mi Luna, por eso he empezado a salir con Tallulah -levanté las cejas-. Podría decirse que me abriste los ojos, Max.

Odiada Por Mi AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora