Cap 37: Sae

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3-0

El mismo resultado de siempre.

Su equipo había vuelto a perder, luchando para al menos marcar un gol, y fallando.

Mientras todo esto sucedía, a Sae no le quedaba más que observar el partido desde el banquillo.

Era solo un equipo de primaria, no había razón para que el pelirrojo se sintiera preocupado.

Aún así, sentado, sin poder hacer nada para ayudar, se sentía nervioso y frustrado, listo para salir al campo de juego para acompañar a sus compañeros.

Era una ofensa que él, Itoshi Sae, estuviera sentado en el banquillo, observando a los demás jugar.

Incluso en el equipo de su propia escuela, su hermano menor, Rin, jugaba más que él.

Él estaba destinado a ser un grande del fútbol, no importaba la posición el jugaría y marcaría la diferencia. Desde pequeño Sae tenía claro que era un jugador de elite, o que Esteban destinado a ser uno.

Sin importar la razón, observar desde el banquillo era una gran ofensa para alguien como él, que adoraba pisar el pasto y patear el balón.

Otro día más, volviendo a casa, lleno de desilusión.

Por otro lado, su hermano menor llegaba a casa emocionado con el balón del partido que había jugado, por supuesto que había tenido que marcar un hat-trik

Al sentarse a comer en familia, viendo a su hermano feliz, presumir de su balón, no pudo evitar sentir algo de ira.

Un sentimiento que pudo enmacaras, mostrado solo una expresión llena de aburrimiento.

Sus padres felicitaban a su hermano, y ahí estaba él, sentando junto a ellos, comiendo de mala gana.

No era para nada justo, su hermano era mucho peor que él, y apenas estaba en primero de primaria.

Quien sentaría a Pelé en la banca durante un partido importante?.

Bueno... Tal vez Sae no contaba con la habilidad o talento de Pelé, o el partido que jugó su equipo no era tan importante como ninguno que jugaría ... Pero para él era comparable, en su edad, era lo más cercano que estaría a un partido al nivel de Pelé.

Él más que nadie merece jugar como titular, incluso si fuera de portero o defensa.

Podía adaptarse a jugar en cualquier posición siempre y cuando le dejarán jugar como titular.

Así paso el día, frustrado y molesto.

Mirando a su hermano menor, lleno de de rencor y envidia que apenas podía esconder de las miradas atentas de sus padres.

Hasta que, unas semanas más tarde, el equipo de su primaria tenía un partido importante, y de nuevo Sae estaba sentado en la banca, viendo el partido que se desarrollaba en la cancha de su escuela.

Gol! Gol! Gol! Gol!.

Grito el comentarista celebrando el primer gol del partido.

Para sorpresa de la afición, no fue el equipo visitante quienes marcaron, sino que fue su equipo quien marco.

Incluso Sae se levantó de su asiento emocionado, era algo insoltilo, su equipo tenía una racha de no marcar gol durante años.

Pero se la nada, salió un niño de entre las gradas.

Sosteniendo un guante de béisbol en una de sus manos.

En medio de la cancha estaba cayendo una pelota de aquel deporte, y sin importarle que el partido de fútbol se había reanudado, el niño de pelo negro se lanzó para recuperar la pelota.

Blue Lock: Conectando los GolesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora