Ren Bahiense, de 7 años, podría declararse como la persona más feliz de todo el planeta tierra.
Su vida era magnífica en todos los aspectos y Ren no tenía miedo de decirlo en voz alta.
Tenía una familia amorosa, una buena situación económica, muchos amigos y le iba bastante bien en la escuela, hasta ahora, no había tenido razones para quejarse.
El pequeño Ren, apesar de haber nacido en Japón y tener un padre japonés, había vivido en Brasil desde que podía recordar, y se sentía brasileño, vivía conforme a las costumbres de su país y era casi totalmente ajeno a Japón.
Desde temprana edad, Ren había sido un gran aficionado a los deportes, desde el tennis y el tennis de mesa hasta el basquetbol y el balonmano, y por supuesto, entre todos esos deportes resaltaba su deporte favorito, el béisbol.
Aunque en Brasil se vivía la pasión por el fútbol, Ren estaba perdidamente enamorado del béisbol, y aunque toda su familia materna adoraban el fútbol, él y su padre vivían por el béisbol, amaban el béisbol.
Todo fue gracias a su padre, un japonés que se mudo a Brasil para complacer a su madre, un hombre trabajador con acciones en empresas petroleras.
Su padre casi nunca estaba en casa, siempre estaba de viaje de negocios, y ni siquiera estuvo en el momento de su nacimiento, así que su madre en un acto de rebeldía, le colocó su apellido como primer y único apellido.
Pero el hombre amaba mucho a su familia y amaba mucho a Ren, así que hacia todo lo posible para pasar tiempo con ellos, llevándose a la familia, incluida toda su familia materna, a varios de sus viajes de negocios.
Fue en uno de esos viajes que Ren conoció el béisbol, su padre decidió llevarlo solo a él a un país que era casi tan fanático del béisbol como Japón, y por supuesto, su padre como amante de aquel deporte, lo llevo a ver un partido en ese país.
Venezuela, otro país sudamericano, uno al que su padre solía viajar mucho por su gran cantidad de petróleo.
Su padre lo llevo a ver un clásico del país, y durante el partido, como una flecha de cupido, la pelota termino en sus pies.
Cuando Ren volvió a su país se encontraba encantado con el deporte, para disgusto de toda su familia materna amante del fútbol, y decidió que quería ser jugador profesional de aquel increíble deporte.
Su madre apoyo su pasión de mala gana y su padre casi salto de alegría al escuchar sus palabras, y así, Ren comenzó lo que creía que sería su viaje para convertirse en el mejor jugador de béisbol de la historia.
Aunque había un pequeño problema, y esa era su pésima habilidad para el béisbol.
El chico se esforzaba mucho, realmente quería cumplir su sueño, pero no importaba que, apestaba como jugador y nadie lo quería en su equipo.
No importaba cuánto entrenará y practicará, o cuánto jugará, Ren no parecía mejorar, incluso parecía que jugaba cada vez peor, pero eso no fue suficiente para rendirse, y con el apoyo de su padre, continuó esforzándose para mejorar.
Pero un día, cuando caminaba tranquilamente con su mejor amigo por las calles de Brasil, el destino de Ren cambió drásticamente, dando un giro totalmente inesperado.
"Entoces, bateo la pelota y me golpeó en la cara, rompiéndome el labio" Ren le mostró con orgullo a su amigo la herida que adornaba su labio superior mientras narraba con gran emoción la historia de como su equipo ganó su último partido, mientras él observaba desde el banquillo.
Su mejor amigo, Víctor Da Silva, un chico que se pintaba el pelo de verde, llevándolo largo y recogido en una coleta que llevaba sobre su hombro, con ojos amarillos vibrantes y piel bronceada, era un poco mayor que él y tenía gustos muy diferentes, pero al final era una persona muy agradable.
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Blue Lock: Conectando los Goles
FanfictionEntre los 300 delanteros elegidos para formar parte del proyecto Blue Lock, había un infiltrado en el peor equipo, en el equipo Z. Un mediocampista que debería evaluar el rendimiento de los jugadores de primera mano y bajarles los humos para que el...