Kira podía decir muchas cosas, y entre ellas estaban su relación de odio absoluto con Barou.
Llevaban un tiempo conviviendo, incluso habían jugado un partido junto (que perdieron), pero aún así, el rubio platinado y el chico robusto no encontraban la forma de llevarse bien.
Tal vez se debía a la rudeza de Barou que contrastaba tanto con la amabilidad de Kira, o tal vez se trataba de la obsesión con la limpieza de Barou totalmente contrario al relajo constante de Kira.
Sus personalidades y estilos de juego eran totalmente contraria, y por eso seguían chocando, ambos querían ser líderes, pero eran demasiado orgullosos como para ceder contra el otro esa posición.
Incluso durante el partido habían estado peleando.
Tal vez sino hubieran sido tan tercos, habrían tenido la oportunidad de ganar, después de todo su oponente tampoco había sido la gran cosa.
Pero por más que seguian entrenando juntos, buscando combinar sus estilos de juego y encontrar una manera de jugar juntos, simplemente no conseguían llevarse bien, y luego de cada entrenamiento terminaban peleando, sin falta ni excepción.
De estaba volviendo mentalmente agotador para ambos vivir en una guerra sin fin con su compañero.
Pero aunque sufrieran de las peores migrañas y quisieran morir por cada segundo y cada pelea, ni Kira ni Barou estaban dispuestos a ceder contra el otro.
Era ganar o morir, la paz nunca fue una opción.
Por suerte, o todo lo contrario, Barou y Kira no eran el único duo que se llevaba mal, pues Isagi y Aryu tampoco se llevaban precisamente bien.
A diferencia del rubio platinado y el chico robusto, Isagi y Aryu no pelean por todo a cada jodido segundo, en realidad casi ni hablaban, y ese era precisamente el problema.
No habían logrado jugar de forma fluida, acostumbrarse a la presencia del otro como compañero.
Había una gran falta de comunicación entre ambos, su habitación compartía se sentía tensa e incómoda.
Aryu consideraba que a Isagi le faltaba ser más glam para llegar a su nivel, y Isagi considera que Aryu era demasiado irritante y vanidoso.
No compartían intereses comunes, su forma de jugar era casi contraría, no había manera de que se entendieran en el campo,
Y luego de jugar con un equipo que comprendía a la perfección las intenciones del otro y que eran grandes amigos entre ellos que siempre se hacían bromas unos a otros y se apoyaban entre ellos, estar en una habitación, solo con Aryu, en un ambiente incómodo.
Pues no le terminaba de sentar bien al pelinegro.
Así que mientras comían tranquilamente una tarde luego de hacer algo de entrenamiento básico, Isagi decidió intentar entablar una conversación con Aryu, para ver si tal vez podían llevarse bien, aunque dudaba que se convirtieran en buenos amigos.
"Entonces... Tienes un buen... Pase? Osea haces tiros increíbles, pero..." Isagi intento empezar la conversación con un halago hacia Aryu, pero fallo estrepitosamente, no sabía que decir ni conocía a Aryu lo suficiente como para saber que le gustaría que le digan.
Tal vez debió empezar con un halago hacia su aspecto físico, era obvio que Aryu se tenía en muy alta estima en ese punto.
El ambiente fue tan incómodo y silencioso que Isagi sintió que se podía morir, por suerte, Aryu no se tomó mal su halago y le hablo también.
"Pss, lo sé, todo lo que hago está lleno de glamour" Presumió el de pelo largo moviendo su pelo de forma exagerada.
Ante está respuesta, Isagi no supo muy bien que responderle.
Estaba acostumbrado a que todos se le acercarán para hablar y hacerse amigos de él, no al revés.
Así que hablar con Aryu, hasta ahora, había sido todo un desafío a tener en cuenta.
Un desafío que no podía abandonar si quería mejorar su rendimiento en el campo.
Es por eso que su mente seguía trabajando a toda velocidad, buscando algún tema de conversación, o halago, cualquier cosa que le haga entrar en un ambiente más cómodo con Aryu.
No parecía haber manera, así que Isagi estuvo apunto de rendirse y volver a comer como si nada hubiera pasado, hasta que algo, o mejor dicho dos personas que el pelinegro ya conocía bien, los interrumpieron.
"Ey! Isagi!".
...
Kira y Barou ya se habían rendido el uno con el otro, la idea de pasar un rato agradable, parecía tan imposible.
Kira realmente lo había estado intentando, o algo así, pero lo único que recibió de parte de Barou como agradecimiento, fue un fuerte pelotazo en la cara que lo dejo viendo para los lados como un idiota.
Lo que al principio solo era rivalidad y un ligero disgusto hacia el otro, se estaba convirtiendo en un fuerte odio.
Ambos tenían demasiado ego y orgullo, y sin alguien más en el equipo para meditar la situación, enemistarse era el camino más fácil.
Luego de una difícil entrenamiento que principalmente consistió en insultos y golpes de lado a lado de la cancha, el pequeño equipo de dos personas estaba tan cansada que decidió olvidar su enemistad por un par de minutos para poder comer en paz.
Después de todo, la comida era sagrada para ambos.
Así que, con expresiones de cansancio, alejados del otro, se dirigieron de forma paralela al comedor, la única forma de no pelear que habían encontrado, mantenerse lejos del otro, sin roces, ni miradas ni mucho menos alguna palabra, era imposible (o al menos eso esperaban) que siguieran peleando.
Y aunque ambos de rozaron al abrir la puerta del comedor, decidieron ignorarlo por el bien de una comida sana y sin peleas.
"Uff" Fue el clásico bufido de odio que dejaba escapar Barou cada vez que se giraba y veía al rubio platinado.
"Ahg" Y Kira siempre correspondía, haciéndole saber al chico robusto que el sentimiento era mutuo.
"Mmm" Continuó el más alto.
Y así continuaron durante un rato, lo más parecido que tenían a una conversación normal, gruñidos y bufidos para comunicarse, aunque bueno, solo lo usaban para transmitir el desprecio que sentían hacia su compañero de equipo.
Hasta que Kira, luego de un rato y de ya haberse servido su propia comida, encontró su salvación, y Barou no tuvo mucha más opción que seguirlo de mala gana.
"Ey! Isagi!" Grito como un niño en navidad al reconocer a su ex-compañero de equipo.
Por fin alguien que si le agradaba.
Así que sin dudarlo, y dejando atrás a Barou, Kira corrió como un idiota con una gran sonrisa hacia Isagi, saludando con la mano para llamar la atención.
Fue entonces cuando Isagi lo confirmo, todos sus amigos eran unos completos imbéciles.
Pero eso no evitó que Kira y Barou se sentarán en su mesa para hablar.
...
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Blue Lock: Conectando los Goles
FanfictionEntre los 300 delanteros elegidos para formar parte del proyecto Blue Lock, había un infiltrado en el peor equipo, en el equipo Z. Un mediocampista que debería evaluar el rendimiento de los jugadores de primera mano y bajarles los humos para que el...