CAPÍTULO SIETE

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Cuando llegaron al hangar era cerca de las tres de la madrugada, en el camino les habían entregado zapatillas, una cobija y comida. Tanto Jin como Jungkook estaban cansados, adoloridos y ahora preocupados ya que irían por dos rumbos diferentes, si bien Kook todavía estaba molesto con Seokjin no quería que los separaran. El pelicastaño le había salvado la vida las últimas veinticuatro horas, además el modelo de LV le mantenía calmado y seguro.

El detective Nikholas Archer les explicó que el ataque que había sucedido esta noche no había llegado a ellos gracias a las rápidas acciones del detective Lennox, pero Samuel Lennox había terminado malherido, se recuperaría pero sus heridas le mantendrían en reposo al menos por un mes y en rehabilitación tres meses más. Por lo que la detective Margaret Regan lo reemplazaría durante el tiempo de recuperación. Ella era el cerebro informático tras su misión y les prometió mantenerlos con vida y protegidos hasta que Genovese y su gente estuviera tras las rejas.

Les pidieron subir al único jet preparado en la pista y cuando estuvieron en este les explicaron que irían los dos juntos al mismo lugar, el municipio de Harper, en Cleveland Arkansas. Irían resguardados por el agente Timothy Carter quién se haría pasar por un nuevo trabajador del rancho del Sheriff Kim Taehyung y su esposa.

Habían pocos habitantes y eran fácilmente rastreables lo que le convenía al FBI, el agente Carter podría monitorear cualquier movimiento extraño y ubicar a la gente del italiano si llegaran a ubicarlos, pudiendo ponerlos a salvo enseguida.

Después de entregarles un poco de ropa, identificaciones y comida el jet despegó, en Harper ellos serían los recién casados Kim Jan y Kim Jongguk, primos del Sheriff Kim, recién migrados de Surcorea.

Cuando Jin miró por la ventana llovía, su corazón se sentía así, podía ver la resistencia de Kook a esto, se había sentado lo más lejos de él. Suspirando puso su reproductor de música y los auriculares, la canción "Hinding My Heart" de Brandi Carlile sonaba como un suave fondo en sus oídos. No quería perder a su amor así, pero era obvio que Jungkook no haría el primer movimiento aunque estuviera igual de enamorado que él.

Después de muchas horas de vuelo aterrizaron en un hangar oculto en Cleveland, fueron presentados con el Sheriff Kim y su esposa, Kim Sarah. La mujer era extremadamente dulce y muy hermosa. Su esposo, un hombre de sonrisa cuadrada los recibió y les dio la bienvenida a su hogar. No sabían por cuánto tiempo estarían ahí así que les convenía empezar a sentirse a gusto aunque el maldito frío les estuviese entumeciendo las extremidades.

Subieron al auto del Sheriff con Timothy Carter detrás de ellos, a partir de este momento dependía al cien por ciento del risueño detective de cabello rizado.

Cuando llegaron a Harper era una pequeña pero pintoresca ciudad, todos saludaban al Sheriff y Sarah, ni siquiera se extrañaban de los dos hombres que iban en el auto ya se había corridos la voz que los primos de Kim Taehyung vendrían de visita.

Cuando al fin llegaron al Rancho habían pasado cuarenta y cinco minutos.

—Agente Carter, rodeando la casa hay una puerta blanca, esa será tu habitación. Como aparentemente eres un nuevo empleado te harás cargo por las mañanas de ponerle alimentos a las cabras y a las vacas luego de eso te encargarás de ayudar a Sarah dentro de casa así podrás monitorear el área a través de tus máquinas. Señores Kim, siganme.

Perplejo Jungkook refutó.

—Soy Jeon Jungkook, yo no estoy involucrado con este tipo —dijo señalando a Jin que estaba de pie junto al auto.

—Sí, SE-ÑOR KIM -puntualizó el Sheriff.

Cuando Jungkook iba a volver a corregirle Jin lo atajó.

—Kook, cariño aquí somos los esposos Kim Jan —señaló su pecho —y Kim Jongguk —dijo tocando el hombro del pelinegro.

—Su esposo capta rápido primo Jongguk. ¿No cree? —se burló Taehyung indicándoles que lo siguieran.

Les entregó una habitación decente, con una cama matrimonial. Había un ropero con suficiente espacio, Sarah les entregó toallas, material de aseo y cobijas, intuía que las necesitarían, si el castañeteo de los dientes del hombres de cabello negro era un indicativo del frío que sentían. Les mostró el baño que usarían y salieron de la habitación dejándoles solos y juntos por primera vez en un año.

Jin giró y se disponía a extender la cobija extra sobre la cama cuando Jungkook se aclaró la garganta.

—Voy a tomar una ducha, hmm, necesito sentirme como una persona otra vez.

Seokjin asintió y suspiró cuando la puerta del baño se cerró tras de él. Sentándose en la cama aflojó los musculos tensos de su cuello.
Esto sería una prueba de fuego para él.

Los capítulos de esta historia son pequeños.
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Nos leemos después 💜

MAL DÍA PARA VERTE (JINKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora